www.economiadehoy.es

Peugeot 2008 GT Puretech 155 AT8

Peugeot 2008 GT Puretech 155 AT8
Ampliar

Segunda e innovadora generación del SUV más pequeño de la marca del león

Por Mariano García Viana
domingo 05 de julio de 2020, 23:25h
Con unas formas exteriores que recuerdan las de sus hermanos mayores, el 3008 y el 5008, el nuevo 2008 se configura, al igual que ellos, como un SUV original y dotado de una gran personalidad, dejando de lado su anterior faceta familiar. id:60509
Creado en tan solo 49 semanas y fabricado en Vigo, el nuevo 2008 se puede decir que rompe con todo lo anterior, pues es, entre otras muchas cosas, más largo, más alto y más separado del piso, más ancho, con un mayor habitáculo, más maletero y un sinfín de “mases” con respecto a la primera generación y las mejoras efectuadas en ésta a lo largo del tiempo. De entrada el nuevo 2008 ofrece un morro que “casi da miedo” por su verticalidad y altura, parece a una escala menor el de un típico pick-up americano. Esa perpenticularidad con respecto a piso y su considerable altura, hacen que el capó del motor sea casi horizontal y su apertura se desborde lateralmente para facilitar su acceso. La gran parrilla, más ancha de arriba que de abajo, como si estuviera sonriendo, esta compuesta en esta bonita versión GT, por una ancha franja de negro brillante en su parte superior y una combinación de pequeños rectángulos verticales cromados sobre un fondo calado negro y como era de esperar, presidida por el león rampante de la marca.

La entrada de aire principal, situada bajo la matrícula, contiene en su centro los radares de aproximación y de aviso de obstáculos. Los faros en esta versión son de leds y proporcionan una buena iluminación, mientras que la luz de día, también de leds, esta multipresente, dentro de los propios faros con las tres “garras” verticales características de la marca y luego otra línea lumínica, igualmente vertical recorre la distancia desde debajo de los faros hasta la parte baja del paragolpes, a la altura de los faros antiniebla, encastrados en un cubículo negro en los extremos del paragolpes. En resumidas cuentas un frontal “respetable” y acertado como el resto del diseño del coche, que lateralmente ofrece unas formas rectilíneas con bordes muy marcados, como es el caso de los sobrepasos de rueda, las formas que “marcan estilo” en ángulo desde la puerta trasera, abriéndose por un lado hasta el montante entre luneta y ventanilla trasera y por otro hacia abajo hasta el mencionado paso de rueda, mientras que otro ángulo algo más pequeño se abre desde el inicio de la puerta trasera hasta el embellecedor que antecede al retrovisor exterior y hasta el paso de rueda delantero. La citada ventanilla de la puerta trasera también tiene formas muy angulares y rectas y el igualmente mencionado pilar trasero en esta versión GT está serigrafiado con rayas paralelas. Las barras del techo en negro, apenas sobresalen de éste que, por cierto, en esta versión es negro brillante y combina perfectamente con el techo panorámico abrible en su parte delantera. Las originales llantas de aleación son de 18”.

Si la parte frontal es original y personal, la trasera no lo es menos, estando marcada, por un lado, por una luneta muy inclinada y protegida tanto por arriba, con una visera alerón realmente generosa y lateralmente por dos apéndices negros verticales y por otro por los estrechos grupos ópticos, como suele ser habitual en la marca, con tecnología led y marcados por las tres garras del león. Estando unidos por una zona negra que recorre el ancho del coche inmediatamente bajo la luneta y que luce las letras de Peugeot. Al contrario que el paragolpes delantero, del color de la carrocería, el prominente trasero es de plástico gris, salvo su parte superior que es de aluminio, para que no se arañe en las operaciones de carga y descarga, y se prolonga con el mismo material gris, en los pasos de rueda y los bajos de las puertas. Bajo él y cada lado se sitúan dos simuladas salidas de escape rectangulares.

Si el exterior es original y creativo, el habitáculo no lo es menos y esta además muy elaborado y lleno de detalles de diseño. El salpicadero esta concebido en dos niveles, uno superior más liso y en plástico negro, aunque con unas costuras verdes en la zona del copiloto, del que “nacen, por un lado el cuadro, por otro la pantalla multifunción y por otro, sobresaliendo hacia los ocupantes delanteros, las salidas de aire laterales. En el nivel inferior, con aspecto de imitación a carbono, se sitúan las salidas de aire centrales, las teclas y pulsadores de distintos elementos auxiliares, pues otros se manejan desde la propia pantalla táctil, la cambiante luz ambiental y el inicio de la consola central, en negro brillante, con un elegante aspecto.

Como ya es “normal” dentro de Peugeot en sus últimos modelos, el cuadro se ve por encima del volante, lo que hace que este no solo tenga unas dimensiones reducidas, sino que además está achatado tanto por arriba como por abajo y que haya que ir sentado más bien alto para que no te estorbe la visión de los guarismos del cuadro de instrumentos que en realidad es una pantalla que se puede configurar con efecto tridimensional, como por ejemplo el cuentavueltas en la visión central, parece que esta flotando sobre el fondo. La pantalla multifunción es de 10 pulgadas y todos los sistemas multimedia de los que se dispone, son compatibles con Adroid Auto y Apple CarPlay, mientras que el navegador es de TomTom y por lo tanto su manejo es sencillo y habitual. El equipo de sonido, Focal, dispone de 10 altavoces más el subwoofer, situado en el maletero, con lo que la calidad esta más que asegurada como hemos podido comprobar sobradamente.

La ya mencionada brillante consola central, en su parte vertical contiene dos huecos portaobjetos, uno de ellos con tapa, que al abrirse sirve de apoyo para el móvil. Ya en la parte horizontal encontramos la pequeña palanca selectora del cambio automático, así como la tecla del modo de conducción, así como la del freno de mano eléctrico. Situados estratégicamente encontramos repartidos por el habitáculo, diversos huecos para dejar pequeños objetos. Con respecto a los asientos, se puede decir que son cómodos y con suficiente sujeción lateral, en lo que a los delanteros se refiere, mientras que el trasero, capaz para tres personas que no sean muy corpulentas, tiene la ventaja que en su parte central el ocupante que allí se aloje vaya también bastante cómodo pues no es duro como en la mayoría de los coches. Con respecto al maletero, el nuevo 2008 puede presumir de tener una capacidad de las mayores de su categoría, 434 litros, que naturalmente se pueden ampliar abatiendo el asiento trasero, hasta los 1.496 l. En general la terminación es buena y los materiales encajan perfectamente, siendo visualmente un habitáculo moderno y que anima a instalarse en cualquiera de las posiciones.

Esta versión GT, monta un motor de gasolina PureTech de 1.200 c.c., tres cilindros, que desarrolla una potencia de 156 CV a 5.500 vueltas y un par de 240 Nm a 1.750 r.p.m. Un motor que nos ha gustado mucho por su dinamismo, apenas se pisa el acelerador sale disparado con una decisión envidiable, además la caja de cambios automática de 8 velocidades se combina con él de una forma perfecta, pues aunque vayamos circulando tranquilos a bajas vueltas, en cuanto se le pisa lo más mínimo, reduce y ya esta dispuesto a “saltar” como el león que luce en varias partes de su “cuerpo”. Las distintas relaciones se conectan con suavidad y sin saltos, tanto en las aceleraciones con en las reducciones al frenar, incluso de forma acentuada, De todas formas para los más exigentes se puede utilizar manualmente con las levas situadas tras el volante.

A pesar de ser un tres cilindros, la insonorización esa muy conseguida, tanto que al ralentí apenas si se deja oir y aunque se le pise con decisión, no emite el típico sonido de los tricilíndricos de primera generación. El conductor puede elegir entre tipos de conducción, Eco, Normal y Sport, no hay mucha diferencia entre las elecciones y con la posición Normal se puede conducir acceder a cualquiera de las otras dos solo jugando con la presión del acelerador. Si vamos a punta de acelerador con velocidades medias contenidas y de vez en cuando disfrutando de ese dinamismo que hemos mencionado, podemos conseguir una media de consumo de 6,2 litros, que no está nada mal, para lo que se puede disfrutar del coche.

Las suspensiones, con McPherson delante y su correspondiente barra estabilizadora y rueda tirada en el tren trasero, son comportan de forma eficaz y hasta cómoda para los ocupantes, pues no solo proporcionan un alto nivel de seguridad, sino que también absorben las irregularidades del terreno sin problemas ni brusquedades. Conducir el nuevo 2008, es de lo más agradable, no solo por esa estupenda aceleración que proporciona el eficiente motor, sino también por la nobleza que muestra siempre en toda circunstancia, por muy deprisa que tomemos las curvas. Como la dirección es muy directa rápida, en ciudad manejar el coche es sumamente fácil y en carretera es igualmente fácil inscribirle en las curvas más cerradas sin apenas esfuerzo y lo mismo se pude decir del excelente equipo de frenos, que no muestran la más mínima perdida de eficacia por mucho que se les utilice. Para aquellos que quieran salir fuera de la carretera, aunque el coche solo es tracción delantera, su concepción como SUV y una altura con respecto a suelo de 170 mm., le permiten circular por pistas con cierta desenvoltura.

En definitiva, el nuevo 2008, solo conserva de la anterior generación el número y un detalle intrínseco de la marca, su bien lograda estabilidad en toda circunstancia. El resto es nuevo y mejora en todos los sentidos a su antecesor, ha subido un escalón en su configuración y en su segura aceptación por el público.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios