Los sindicatos de estudiantes de la Universidad de Granada y algunas organizaciones estudiantiles convocaron una manifestación para este viernes 16 de octubre, con motivo de la suspensión de clases presenciales durante diez días. id:64147
Este año está siendo difícil para todos y todas. El tiempo se ha parado y muchos/as de nosotros/as vemos pausar nuestros planes, que ya venían ralentizándose por este contexto social y económico que nos asfixia. La pandemia ha puesto en jaque a todos los sectores y ha sacado a relucir (aún más) los déficits que existen en los servicios sociales, y las carencias generadas debido a tanta desigualdad.
La vuelta al cole se presentaba como una oportunidad para que muchos jóvenes retomaran las riendas de su presente y comenzaran a trazar una vía de escape hacia el futuro. Tanto los estudiantes de primer año, como aquellos que continúan sus estudios o se adentran en el posgrado o en investigaciones, han arriesgado mucho para volver a clase este año.
La incertidumbre, la falta de ingresos o las pocas expectativas ante la situación laboral son problemas que preocupan en todos los colectivos, áreas profesionales, y a todas las edades, pero, por alguna razón, las autoridades están atendiendo a las necesidades de unos pocos.
El gobierno de la Junta, dirigido por los mismos que llevan años recortando en sanidad, cultura y educación, ofrecen su mano, una vez más, a los negocios hosteleros y turísticos. Desde el Área de Jóvenes de Izquierda Unida, reconocemos lo difícil que debe ser encontrar el equilibrio entre salud y economía, y tomar medidas que agraden a todos. Sin embargo, no comprendemos, ni compartimos, que al mismo tiempo que se facilita la situación en aquellos ámbitos en los que más peligro hay de contagio (bares, restaurantes, centros comerciales…), se decida tomar medidas que afectan directamente al colectivo universitario, suspendiendo clases y dejando a la intemperie a alumnado y docentes. Todo ello, después de un recorte presupuestario de 135 millones de euros, que ha supuesto la pérdida de puestos de trabajo, becas, proyectos de investigación, inversión en materiales, añadiendo más dificultades a esta vuelta a las aulas, que ya se presentaba difícil.
Los jóvenes estamos dispuestos a poner nuestro grano de arena. Venimos haciéndolo desde que comenzó la pandemia, pese a la reputación que se nos da y la criminalización a la que se nos somete cada vez que hay un nuevo rebrote. Hemos acatado las normas y por supuesto, cumplimos con las medidas de seguridad establecidas en los centros educativos.
Desde Jóvenes de Izquierda Unidad Granada nos sumamos a las peticiones de los movimientos estudiantiles: Pedimos que se continúe con las clases presenciales, ya que son necesarias para una correcta y completa formación. Además, pedimos que se reconsidere la organización para la docencia virtual, en caso en los que sea necesaria.
Somos el futuro, pero necesitamos un presente.