El periodista ha entrevistado en el campus de la universidad al político y diplomático por la publicación de su nuevo libro, “Las crónicas de la pandemia”, un diario personal y social que ha prologado el propio Vallés. id:64193
El político y diplomático Javier Rupérez presenta su libro “Las crónicas de la pandemia” en la Universidad Villanueva con una conversación junto al periodista Vicente Vallés. La nueva publicación escrita por Rupérez, profesor de Seguridad y Cooperación Internacional, cuenta con un prólogo escrito por Vallés. El volumen, publicado por la editorial Pigmalión, es un compendio de reflexiones, vivencias y análisis del confinamiento y los acontecimientos iniciales de la crisis socio sanitaria desde la perspectiva de uno de los protagonistas más lúcidos de la vida política española de las últimas décadas. Rupérez fue escribiendo estas páginas, que abordan lo acontecido durante los primeros meses de la pandemia, a modo de crónica, con la mirada puesta en los dramas humanos, la lucha y los esfuerzos de los sanitarios y los vaivenes sociales y políticos, pero también en la huella que estos han tenido en el propio narrador y en su entorno personal.
El diplomático describe el libro como un “diario”, y en él cuenta su propia experiencia, marcada por su separación familiar, ya que la pandemia lo sorprendió en Madrid y el confinamiento le impidió regresar a Washington, donde reside con su familia. Rupérez y Vallés abordan el miedo y la incertidumbre fruto de aquellos días. “Sería terrible que al final tuviéramos una sensación de desconfianza respecto al otro”, reflexiona el diplomático.
Rupérez explica cómo el confinamiento le hizo pensar en un primer momento en la obra de Camus y Boccaccio y en el secuestro que sufrió en 1979 a manos de ETA. En el libro, Rupérez rememora el impacto personal que le han causado muertes como la de Carlos Falcó, marqués de Griñón. “Era la primera víctima que yo conocía directamente de la pandemia. Luego vinieron otros”.
Responsabilidad política
El autor del volumen repasa así mismo los acontecimientos de los pasados meses en clave política. “Hay que comenzar siendo comprensivo, porque la situación es tan absolutamente extraordinaria que en el fondo nadie sabía cómo enfrentarse al tema”, matiza. “Una vez dicho eso, hay algunos que lo han hecho mejor que otros”. EE UU, Brasil y Reino Unido salen mal parados en su análisis. En el caso de España, asegura, ocurre algo parecido: “Se ha cantado victoria de una manera excesiva, inoportuna y antes de tiempo”. Rupérez lamenta los intereses políticos en la comunicación y la gestión de la pandemia, los errores de diferentes gobiernos y mandatarios, y la obcecación en casos concretos, como algunas posturas de la Casa Blanca o la marcha del 8M en España. “Ha habido una voluntad política que ha conducido a decisiones erróneas enormemente graves”. Rupérez aparca toda ideología y alza la voz contra el desencuentro actual entre el Gobierno de España y el de la Comunidad de Madrid: “Eso no debería producirse en una situación normal, en una situación de responsabilidad política, ideológica y, simplemente, ciudadana”.
En junio parecía que la pandemia iba camino de ser controlada, pero las cifras de contagios volvieron a descontrolarse en julio y agosto. “Me produce mucha amargura, en general, desde el punto de vista familiar, personal, colectivo. Y desde el punto de vista de la falta de capacidad, de previsión, de que esto se iba a producir. Ya en aquellos momentos se hablaba mucho de una segunda ola, pero parecía que no iba a llegar. La segunda ola ha llegado y estamos exactamente igual de desarmados que en la primera”, lamenta el diplomático. “Hay que sacar toda una serie de lecciones y hacerlo muy seriamente. Sería la única parte positiva de toda esta historia”, asegura Rupérez, que espera que así logremos “una sociedad mucho más elaborada, más justa, más civilizada y capaz de enfrentarse a lo desconocido”.