Así lo afirmó María Pascual de Zulueta, directora de Basque Health Cluster, en el encuentro online organizado con motivo del X Aniversario de la entidad y en el que participaron representantes de diferentes áreas. id:65564
El Clúster de Empresas de Ciencia y Tecnología para la Salud del País Vasco (Basque Health Cluster) celebra en 2020 su décimo aniversario y, en este marco, organizó el encuentro digital: “
Observatorio BHC: Desafíos del mundo post-COVID 19”. El encuentro, al que asistieron en torno a un centenar de personas, abordó diversos aspectos sobre la realidad sanitaria e investigadora que va a traer consigo la Covid-19 de la mano de profesionales referentes en el sector.
El evento online lo abrió el presidente del Clúster, Mikel Alvarez, quien después de recordar los comienzos del proyecto del Clúster, quiso agradecer y poner de relieve la colaboración permanente y el sólido apoyo del Departamento de Industria, ahora de Desarrollo Económico, que han hecho y hacen posible este Clúster, al tiempo que felicitó a sus promotores y fundadores. Dio la bienvenida a la Consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien inauguró el encuentro. Sagardui destacó que “hoy más que nunca, es notorio el futuro de las empresas de biociencias y salud en Euskadi y es algo de lo que sentirse orgullosos”. Para continuar afirmando que “la pandemia nos ha puesto en una situación difícil, pero también ha evidenciado la necesidad de invertir en ciencia y de disponer de una red de colaboración publico-privada, con la que Euskadi cuenta gracias al trabajo desarrollado durante los últimos años”.
María Pascual de Zulueta, directora de Basque Health Cluster, comenzó explicando que se ha observado una recuperación y reactivación rápida del sector biosalud tras los primeros meses de la pandemia: “Somos un sector anticíclico que va a diferentes ritmos que otros sectores industriales y eso se ha notado. Nuestro sector en Euskadi va a cerrar el año con crecimiento positivo”, avanzó.
La directora del Cluster afirmó que si algo bueno ha tenido para el sector de biociencias esta pandemia “es que nos ha puesto el foco y algunos nos han descubierto. Grandes empresas industriales desean invertir y colaborar, explorando nuevas líneas de negocio y diversificando. Creo que tenemos una gran oportunidad en esa hibridación de unir ingeniería con biotech, porque de ahí van a llegar las innovaciones. Constituye una oportunidad muy importante para el crecimiento del sector”.
En este sentido, María Pascual de Zulueta incidió en que la única forma de poner productos en el mercado pasa por la industrialización. “Creo que en Euskadi tenemos instrumentos que favorecen el lanzamiento de empresas hasta los 3 o 4 años, pero tenemos que avanzar en la colaboración con el sistema de salud para que los productos lleguen al mercado. Es importante que esa colaboración se produzca desde el inicio, en el desarrollo y en las validaciones, y después necesitamos que el usuario final que nos ha ayudado a definir el producto también lo adquiera”.
A su juicio, debemos contar también con ‘kilómetro 0 ‘en producción de material sanitario. “porque llegarán otras pandemias y contar con la producción es importante”.
Por su parte, Eduardo Anitua, fundador y director científico de Biotechnology Institute (BTI), subrayó que es importante que se produzca un cambio de cultura: “Cuando se buscan soluciones en el ámbito sanitario parece que tienen que venir de fuera. No teníamos cultura biomédica y esperábamos que investigaran y publicaran los demás. Es importante creer en el potencial del País Vasco y en que podemos crear estructuras para que se queden”.
Anitua subrayó la necesidad de traer tecnología pero también de desarrollarla. “Tenemos un sistema sanitario que es el principal cliente biomédico en Euskadi que hasta ahora no había mirado a las empresas locales y creo que es muy importante que exista este apoyo. Es necesario que aprendamos la lección y tengamos un sector publico-privado que trabaje de forma cohesionada por el bien común. La industria genera muchos puestos de trabajo y sobre todo genera y retiene talento y esto es muy importante. Es bueno que el conocimiento que se genera aquí desarrolle raíces en este país”, afirmó.
Javier García, director general de Viralgen, afirmó que es necesario mantener la idiosincrasia y los valores que han llevado al sector biociencias de Euskadi a lo que hoy es y analizar qué se puede cambiar a mejor. “Por una parte: el tamaño. Es un aspecto muy relevante para nuestro sector contar con empresas tractoras y que las multinacionales se fijen en la comunidad autónoma vasca; como lo es desarrollar el talento y traer ideas nuevas. En Euskadi se hace muy bien la ejecución de ideas, esto es algo que nos diferencia y debemos potenciar”, afirmó.
En opinión del director general de Viralgen, los sistemas de salud se están acercando cada vez más a la industria y al desarrollo de producto, “porque están viendo el valor que generan y la necesidad de invertir y colaborar con la industria, para evitar que la factura de salud en próximos años con población mas envejecida y soluciones caras sea inasumible”.
A juicio de Luis Castaño, director científico de Biocruces Bizkaia, en Euskadi se avanza a un ritmo adecuado y existe un diálogo empresa-universidades-centros tecnológicos y sistema sanitario, “que ya se ha iniciado y se comienzan a ver los resultados. Tenemos que seguir en esta dirección e intentar colaborar más. Contamos con un tejido empresarial modélico, un buen sistema sanitario y universidades, y ahora lo que tenemos que perseguir es la internacionalización, porque hoy el mundo es muy pequeño y tenemos que estar en conexión con otros polos de desarrollo”.
En esta línea, Castaño incidió en la importancia de la colaboración de los diferentes agentes: “No se concibe una innovación sin la participación de todos los sectores. Tenemos un país que tiene de base mucha maquinaria, robótica y todo lo relacionado con la inteligencia artificial y debemos conseguir que esa colaboración se dé entre áreas profesionales porque necesitamos físicos, matemáticos, además de sanitarios”, señaló.
En este punto, la directora del Basque Health Cluster recordó la importancia del uso de datos masivos para el desarrollo de productos, desde fármacos hasta robots: “Eso es una mina de oro que tiene Osakidetza. Desde la industria nos encantaría poder colaborar -respetando por supuesto todas las leyes de privacidad-, y poder desarrollar productos y servicios que poner en el mercado para nuevos desarrollos tanto desde nuestros centros tecnológicos como de las empresas”, dijo.
Por su parte, Marisa Arriola, directora gerente de BIC Gipuzkoa, subrayó que las start-ups no necesitan sólo apoyo intensivo de capital “también tener un acceso cada vez más directo al “expertise”. Arriola subrayó que no todo pasa por el desarrollo de fármacos y recordó que en Euskadi existen muchas iniciativas de emprendimiento, por ejemplo, en el ámbito de la bioingeniería o en dispositivos de diagnóstico: “algo que nos parece importante por la oportunidad de diversificación que ofrece el tejido empresarial vasco”.//