SsangYong Korando G1.5T GLP

El nuevo Korando, que es la cuarta generación, es desde luego un coche distinto y lo decimos en el mejor sentido de la palabra. Distinto por su exclusividad de diseño en el mundo de los SUV, que le hacen tener un atractivo especial. Sus líneas en general esta dominadas por señaladas aristas, formando una concepción moderna y sólida a la vez. Con un tamaño que no llega por poco a las 4 metros y medio, presenta un frontal dominado sobre todo por las entradas de aire inferiores, pues estas son de gran tamaño en comparación con la estrecha calandra que une los faros y que preside el logo de la marca. Es una disposición que nos recuerda a algunos modelos de Toyota en los que también casi desaparece la calandra propiamente dicha. Los faros son de tecnología led y la luz de día, con led de barra horizontales y otros tres laterales igualmente horizontales, que hacen también las veces de indicadores de dirección, identifican el modelo en la noche. También son de leds los tres puntos de luz que, situados a cada lado de la entrada de aire principal, sirven para la iluminación lateral en ciertas maniobras.

Los pasos de rueda están bastante abultados, sobre todo el trasero, con lo que se facilita la sensación de anchura del coche, como realmente así es pues, con respecto a la versión anterior ha mejorado en 40 mm., con un total de 1.870 mm., lo que favorece notablemente la capacidad del habitáculo como más adelante veremos. Tanto los mencionados pasos de rueda como las parte baja de las puertas están protegidos por zonas de plástico gris, formando una continuidad con las parte baja de ambos paragolpes. Debido a la ligera caída del techo hacia atrás, la reducción de tamaño de las ventanillas de las puertas traseras, que se estrechan en su parte inferior y a la inclinada y corta luneta, el coche transmite en su mitad trasera una gran compacidad y solidez.

Esta parte posterior, en la que como decimos la luneta no es muy alta, aunque la verdad es que no plantea problemas de visibilidad hacia atrás, podía resultar “pesada” al haber entonces mucha chapa, pero nada más lejos de la realidad, ya que no hay noza que nos esté bien estudiada y “adornada” para aligerar su aspecto. Para empezar la luneta termina en un resalte de la chapa, bajo el cual se ubican los grandes grupos ópticos de led, que estrechándose se prologan hacia el centro del portón; bajo ellos y subiendo casi hasta la luneta, transcurre una ancha línea cromada, bajo la cual la chapa vuelve a “crecer” en un resalte que incluye el logotipo de la marca, mientras que otro resalte se instala al final del portón. Total, apenas una superficie lisa en el mismo. Ya en el paragolpes, con parte de chapa de color de la carrocería y parte de plástico gris, se integran los intermitentes, demasiado bajos para resultar fácilmente visibles para el coche que circule detrás a corta distancia, como en ciudad, pues a la altura de los ojos solo se verían los pilotos de situación y de frenado, que dado se tamaño podían haber albergado los indicadores sin problemas y mucho más visibles. (Es la misma e incomprensible disposición que en el Kia Sportage o el Toyota Land Cruiser). Para rematar esta atractiva visión trasera, un difusor de aire de gris más claro que el del paragolpes, se sitúa en la zona central del mismo.

El habitáculo del Korando resulta moderno, equipado y confortable, como así es una vez que se instala uno en él. Los asientos son de piel y fuerte tejido en su parte central y si los delanteros sujetan bien el cuerpo para cualquier anatomía, el trasero tiene espacio suficiente para acoger a tres personas con suficiente holgura, incluso para las piernas, aunque su concepción lógicamente resultará más confortable para que lo utilicen dos, pero por espacio que no quede. Los materiales empleados, dado el contenido precio del coche, no son de lo que pudiéramos llamar premium, pero la verdad es que su aspecto es más que bueno y si descontamos algunos plásticos duros que lo minimizan, todo el conjunto resulta satisfactorio, al igual que el ajuste, pues no hemos notado vibraciones intempestivas, aunque circuláramos fuera de la carretera.

El salpicadero muy lineal y sin estridencias, ofrece un cuadro, completamente integrado en él, que es en realidad una pantalla TFT, fabricada por LG, de 10,25”, que se puede configurar de varias formas, todas ellas muy útiles en lo que a información se refiere y sencillas de interpretar en lo que se refiere a sus guarismos e imágenes. En el centro del salpicadro y también integrada totalmente se sitúa la pantalla multimedia de 8 pulgadas que, aunque es compatible con CarPlay de Apple y Android Auto de Google, carece de navegador, al menos en las versiones que se comercializan en España. El manejo de las distintas posiciones que ofrece la pantalla es sencillo y el equipo de sonido muestra una excelente calidad. Al contrario que otros coches que concentran los interruptores de accionamiento y desconexión de muchos elementos, en el Korando se sigue apostando, acertadamente a nuestro juicio, por teclas, ruedas o interruptores físicos, más fáciles de accionar y localizar, aunque su utilización, en algunos de ellos, se refleje en la pantalla. Así en la parte izquierda del salpicadero tenemos varios y en la consola central y muy visibles otros tantos, que se complementan con los situados en el propio volante. El puesto de conducción no plantea problemas de visibilidad, ni de ajuste a encontrar una postura cómoda, todo esta al alcance de la mano incluida la palanca del cambio.

Bajo la mencionada pantalla encontramos los mandos del climatizador bizona, fácilmente accionable gracias a las ruedas de manejo y más abajo en un hueco porta objetos, delante de la palanca de cambios, el botón de arranque y pare y dos teclas para la calefacción de los asientos delanteros, cuyos ajustes son manuales. También contamos con el interruptor del control de descenso, así como una rueda que indica Normal y Sport, que hace que la dirección se endurezca o viceversa según la opción elegida. Las plazas traseras, como ya hemos comentado más arriba, disponen de un espacio amplio y confortable, mientras que el maletero, nos parece la otra cara de la moneda, si tenemos en cuenta las dimensiones exteriores del coche. Su capacidad es de 423 litros, que se puede calificar de “normalita”, aunque se puede abatir el asiento trasero y ofrecer una superficie prácticamente plana, de 1.248 litros.

El Korando monta un motor de gasolina de 1,5 litros que proporciona una potencia de 163 CV entre 5.000 y 5.500 vueltas, mientras que su par se sitúa en los 280 Nm entre 1.500 y 4.000 r.p.m. Una mecánica que francamente nos ha satisfecho, sobre todo en su parte más alta de funcionamiento. Es decir, que a bajas vueltas resulta un tanto tranquilo y hay que recurrir a reducir de velocidad para no perder el ritmo, mientras que a partir de 2.500 revoluciones ofrece su mejor versión y los 163 caballos se muestra briosos y listos a dar lo mejor de sí, con un carácter más que gratificante, pues permite, dentro de las limitaciones propias de un SUV, manejar el coche con soltura y con rapidez de aceleraciones, adelantamientos, etc.

Pero ahora vamos a ver otra de las novedades de este nuevo Korando. La posibilidad de utilizar como combustible el Gas Natural Licuado, más barato que la gasolina y menos contaminante. Para ello, además de unas pequeñas modificaciones técnicas en la inyección, el Korando incorpora dos depósitos, el de gasolina de 50 litros y otro de gas, situado en el piso de maletero, por eso también se reduce algo su espacio de carga, con una capacidad de 57 litros. Por defecto y siempre que haya gas en el depósito, el coche siempre arrancará y circulará con gas, a no ser que deliberadamente el conductor lo anule para circular con gasolina, si no es así, el conductor no notará nada si se acaba el gas y se pasa a la gasolina, el coche automáticamente se adaptará. Con la combinación de ambos depósitos y sus correspondientes combustibles, la autonomía del Korando puede llegar a superar los 1.200 kilómetros, con la ventaja de más de la mitad del recorrido se habrá hecho con un combustible sensiblemente más barato y con la oportunidad de entrar en las zonas restringidas a la circulación en determinadas ciudades, al disponer de la pegatina ECO de Tráfico.

En esta versión probada, el cambio era manual de seis velocidades, cuyo manejo es suave y preciso, así como acción de embragar y desembragar. Las suspensiones, con McPherson delante y aaralelogramo deformable detrás, ambos ejes con sus correspondientes barras estabilizadoras, se muestran eficaces y capaces de absorber sin problemas los baches e irregularidades del terreno, tanto fuera como dentro de la carretera, Y ya que hablamos off road, señalemos que el Korando es un 4x2, es decir con tracción integral automática en función de la adherencia de las ruedas, pudiendo circular por pistas y terrenos algo dificultosos, gracias también a los 180 mm. de altura libre con respecto a suelo.

Decíamos en el subtítulo la excelente relación precio-calidad que el Korando GLP ofrece, que es sin lugar a dudas la mejor del mercado, pues su precio pude oscilar, según la terminación, entre los 20.000 € y los 26.000 €, con todo lo que ofrece el vehículo de serie, que se puede resumir en Control de Descenso de pendientes, ordenador de viaje, llantas de aleación, plegado automático de retrovisores exteriores, alarma, avisador trasero de aparcamiento, el SSAS (Sistema de Asistencia de Seguridad SsangYong), que incluye frenada automática de emergencia con reconocimiento de peatones, sistema de mantenimiento de carril, cambio automático de luces (Cruce/carretera), Programador de Velocidad activo, detección de vehículos en el ángulo muerto, detector de fatiga en el conductor, alerta de distancia de seguridad, reconocimiento de señales de tráfico, etc. En la versión probada además disponíamos de asientos de piel/tejido, pantalla TFT en la instrumentación, faros de led, cámara trasera, etc.