Más de cien años después de que los primeros coches saliesen de la pionera línea de montaje ideada por Henry Ford, Ford Motor Company se adentra en nuevos terrenos que exploran el modo en que colaboran los operarios y los robots para fabricar vehículos. Se están utilizando nuevos robots colaborativos, también denominados cobots para ayudar a los trabajadores a instalar amortiguadores en unidades del Ford Fiesta, una tarea que requiere una altísima precisión, fuerza y un alto nivel de destreza. Los operarios trabajan mano a mano con los robots para asegurar que cada pieza se ajusta a la perfección cada vez.
Las pruebas en la planta de montaje de Ford en Colonia (Alemania) forman parte de las investigaciones de la compañía en materia de Industria 4.0, un término acuñado para describir una cuarta revolución industrial que incorpora automatización, intercambio de datos y tecnologías de fabricación. Ford ha buscado feedback de más de 1.000 operarios que trabajan en la línea de montaje para identificar tareas para las que los nuevos robots estarían mejor preparados. “Los robots están ayudando a hacer que ciertos trabajos resulten más fáciles, seguras y rápidas, complementándose con nuestros trabajadores con tareas que abren posibilidad a mundos ilimitados de producción y diseño para nuevos modelos Ford”, cuenta Karl Anton, director de operaciones de vehículos de Ford Europa. Los nuevos robots, de un metro de alto, trabajan mano a mano con los operarios en dos estaciones de trabajo. En vez de manejar el pesado amortiguador y la herramienta de instalación, los operarios pueden ahora utilizar el robot para levantar y colocar automáticamente el amortiguador en el arco de la rueda antes de pulsar un botón para completar la instalación. “Trabajar con herramientas neumáticas es un trabajo duro que requiere fuerza, resistencia y precisión. El robot es una ayuda excelente”, afirma Ngali Bongongo, operario de la planta de montaje de Ford en Colonia.
Los cobots están equipados con sensores de alta tecnología y se detienen inmediatamente si detectan un brazo o incluso un dedo en su trayectoria, garantizando la seguridad del trabajador. Se emplea una tecnología similar también en el sector farmacéutico y de la electrónica. El programa robótico, desarrollado durante dos años, se ha ejecutado en estrecha colaboración con el fabricantes alemán de robots KUKA Roboter GmbH. Ford está estudiando ampliar la utilización de robots colaborativos que puedan ser programados para realizar tareas que van de dar la mano a preparar un café.
“Nos enorgullece mostrar las capacidades de nuestra nueva generación de robots que colaboran y apoyan a los operarios de Ford llevando a cabo tareas ergonómicamente difíciles y técnicamente“, cuenta Klaus Link, gerente de la cuenta de Ford de KUKA Roboter GmbH. “Como parte de nuestra estrecha colaboración con Ford y basándose en el feedback recibido por parte de empleados, estamos ansiosos por asumir nuevos retos”.