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1 de cada 3 profesionales del riesgo considera que los problemas de salud mental reducen los niveles de productividad

1 de cada 3 profesionales del riesgo considera que los problemas de salud mental reducen los niveles de productividad
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Informe Risk Outlook 2021 de International SOS

martes 16 de marzo de 2021, 12:32h
La última encuesta del CIS sobre salud mental revela que los pensamientos, recuerdos o imágenes sobre la pandemia les ha alterado el trabajo o las tareas al 46,8% de los españoles. id:69484
La pandemia del COVID-19 está generando un impacto significativo en la salud mental de los ciudadanos y los empleados de las organizaciones no están siendo ajenos a este fenómeno: según el informe Risk Outlook 2021, de International SOS -compañía líder mundial en “Duty of Care” y asistencia a empresas- uno de cada tres profesionales considera que los problemas de salud mental están reduciendo los niveles de productividad durante este año.

La última encuesta del CIS sobre salud mental revela que los pensamientos, recuerdos o imágenes sobre la pandemia han alterado el trabajo o las tareas cotidianas al 46,8% de los españoles (un 12,3% “muchas veces”, un 14,6% “bastantes veces” y un 19,9% “algunas veces”). Si además, se tiene en cuenta que incluso antes de la pandemia, la Secretaría de Salud Laboral atribuía entre 11% y un 27% de los problemas de salud mental en España a las condiciones de trabajo, es esencial que las empresas cuenten con estrategias definidas para prevenir y mitigar estas dificultades entre los empleados. En este contexto, International SOS recomienda cinco medidas clave para que las organizaciones ayuden de manera más eficiente a sus empleados en cuestiones de salud mental:

  1. Tomar medidas para tratar individualmente con cada empleado: esto puede parecer obvio para implementar una estrategia de bienestar mental, pero es esencial para las organizaciones: deben tratar a cada empleado como individuos que son y teniendo en cuenta que cada uno responde de una manera distinta ante el estrés provocado por la pandemia, lo que podría generar diferentes problemas mentales. Por tanto, el primer paso es reconocer que es necesario que haya contacto individual para obtener la mejor perspectiva de cómo están pasando por este periodo particularmente difícil. Esto también se puede realizar llevando a cabo estudios internos de salud mental y resiliencia que hayan sido científicamente validados y que puedan mostrar las problemáticas individuales.
  2. Asegurarse de que los empleados tienen y conocen unas pautas privadas para informar de sus problemas de salud mental: además de las medidas más directas para contactar y hablar con los empleados, deben existir unas pautas más privadas para que puedan pedir ayuda cuando lo necesiten. En muchas ocasiones, los empleados se sienten intimidados para hablar de su salud mental con sus colegas o el jefe directo con el que trabajan en el día a día, ya que les preocupa la manera en cómo serían percibidos. Para contrarrestarlo, es importante que puedan abordar sus problemas de salud mental con otras personas de la organización que se encuentren fuera de su entorno, como un manager de Recursos Humanos u otras personas con formación en bienestar mental. Quitar el estigma de hablar sobre cuestiones de salud mental es una parte importante para fomentar una mejor cultura de la salud dentro de la organización.
  3. Permitir y animar a los empleados a que se tomen descansos: para ser más productivos, es conveniente tener descansos regularmente a lo largo de la jornada laboral. Un método sencillo y fácil de implementar es la “técnica Pomodoro”. Esto implica un temporizador (el original “Pomodoro” u otro) para dividir el trabajo en intervalos, separados por descansos cortos. Los pasos para esta técnica requieren: decidir la tarea a realizar y ajustar el temporizador (generalmente 25 minutos) y trabajar en la tarea. Cunado el temporizador suena, marcar que se ha realizado la tarea y tomar el descanso. Si se tienen menos de 4 marcas, tomar un descanso de 3 a 5 minutos y resetear el temporizador. Después de 4 marcas, tomarse un descanso de 15 o 30 minutos para volver a empezar con el temporizador a 0. Esta demostrado que esta técnica ayuda a mejorar la concentración y evita la procastinación. Además, proporciona una sensación de logro a medida que las tareas están hechas.
  4. Valorar la información que reciben los empleados: los ciudadanos están constantemente bombardeados por todo tipo de informaciones sobre el Coronavirus, pero parte de ellas son de mala calidad o directamente falsa. Eso puede generar sentimientos de histeria o paranoia y lleva a incrementar pensamientos irracionales. Por ese motivo, es recomendable comprobar de manera individual con los empleados que recibir la información adecuada de fuentes fidedignas. Así se ayudará a contrarrestar los efectos negativos que provocan parte de las narrativas de conspiración.
  5. Proporcionar a los empleados las herramientas para ayudarles y que entiendan también su nivel de responsabilidad individual: en última instancia, las organizaciones también deben crear las condiciones para que los empleados tomen responsabilidad de manera individual de su bienestar mental y que encuentren ellos mismos las medidas particulares que les funcionan a cada uno. Esto enlaza directamente con la cultura laboral que las empresas fomentan: una que promueve el cuidado de uno mismo y les da herramientas para ello es muy valiosa. Por ejemplo, si los empleados saben que tienen la opción de ir a comer a un parque cercano andando para tomar el aire y hacer algo de ejercicio, es mucho más probable que lo hagan, pero la decisión última para hacerlo recae en ellos. Además, ahora con el teletrabajo y con tantos empleados trabajando desde casa, fomentar esa responsabilidad personal para el bienestar mental es más importante que nunca, ya que hay mucho menos supervisión directa que con el trabajo presencial.

Santiago Álvarez de Toledo, Country Manager de International SOS para España y Portugal, explica: “El COVID-19 está suponiendo un desafío para la sociedad y las organizaciones en muchos aspectos, comenzando lógicamente por las cuestiones sanitarias de prevención de contagios. Pero la salud mental es un factor en el que no se repara tanto y que, sin embargo, también se ha visto seriamente afectada por la pandemia. De hecho, puede llegar a tener un gran impacto en el propio negocio de las empresas con disminuciones en su productividad, tal y como señala nuestro Informe Risk Outlook 2021. Es por eso que es imprescindible que cuenten con una estrategia bien definida para abordarla de manera eficiente e individualizada”.

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