El papel de las asesorías está en constante cambio

Este artículo se basa en parte de la literatura disponible y en la experiencia de los autores en materia de buenas prácticas para explorar algunas de las cuestiones más apremiantes del proceso de digitalización de la asesoría de hoy, con una previsión de cómo el papel y el perfil de las asesorías pueden llegar a desarrollarse en un futuro próximo a medida que se produzca la digitalización y la transformación digital.

En este sentido, el desarrollo de herramientas de análisis será de vital importancia. Para ello, se han identificado cuatro fases de asesoría:

1. La fase de preanálisis.
2. La fase de identificación del problema.
3. La fase de análisis.
4. La fase de implementación.

La digitalización reportará el mayor beneficio durante la fase 3, la de análisis. Un riesgo que conlleva el avance de la digitalización es que las organizaciones pueden caer en la tentación de intentar optimizar su rendimiento haciendo que los informáticos internos se encarguen más de las tareas tradicionales de las asesorías, lo que puede conducir a resultados menos favorables. Sin embargo, en el futuro, es probable que las asesorías y los especialistas en datos tengan que cooperar y crear sinergias.

A la hora de encontrar asesoría online tenemos que tener en cuenta que los asesores de gestión de hoy en día dedican gran parte de su tiempo a realizar análisis, posiblemente en vano, ya que no siempre saben hasta qué punto su trabajo va a solucionar el problema en cuestión.

Una consecuencia de esto es que los asesores pueden sentirse tentados a optar por los "frutos maduros", de obtener resultados rápidos en lugar de dedicar tiempo a problemas más complejos. Así, una cuestión destacada que ha sido objeto de mucho debate es hasta qué punto, si es que lo es, los asesores están resolviendo el problema "correcto”. Es decir, los clientes seguirán experimentando la necesidad de servicios de asesoría, pero hay una mayor necesidad de que los clientes reduzcan su riesgo y, al mismo tiempo, se aseguren de recibir soluciones sostenibles que aborden el núcleo de sus problemas. Lo que distingue a las mejores empresas de asesoría es su capacidad para ir más allá de las soluciones rápidas, y a veces sencillas, para resolver los problemas complejos y lograr un cambio real. Al ser capaces de hacerlo, se crean una reputación que les lleva a repetir el negocio.

Con la digitalización que está dando forma al entorno empresarial, vemos que cada vez hay más datos de datos y más gama de herramientas de análisis, lo que conlleva a mayores conjuntos de datos para analizar y más datos que navegar. La digitalización y la transformación digital están cambiando la forma de hacer negocios de las empresas y los problemas a los que se enfrentan, y por tanto también el papel del asesor.

El papel del asesor está fuertemente influenciado por los datos. Los asesores tienden a estar bien dotados de datos en el sentido de que a menudo manejan diferentes fuentes de datos en su trabajo, utilizando su experiencia para salvar la brecha entre las fuentes de datos. Los clientes contratan asesores por la experiencia que no pueden obtener internamente en sus empresas.

Sin embargo, los asesores de gestión también aportan, en gran medida, conocimiento tácito basado en la práctica. Esto permite un diagnóstico rápido de las situaciones basado en la heurística, que es (salvo otras directrices) un conjunto de reglas por defecto a las que acudir, que se han desarrollado durante un largo periodo de tiempo tras un proceso de tener que abordar repetidamente problemas similares en otras organizaciones.

Por esta razón, los asesores que posean la capacidad de hacerlo de manera rápida y aportando soluciones rentables seguirán siendo muy demandados.