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Ford Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV ST Line

Ford Fiesta 1.0 EcoBoost MHEV ST Line
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Con sus 125 CV, tres cilindros y la tecnología de hibridación suave, esta versión se convierte en la más tecnológica de la gama

Por Mariano García Viana
jueves 27 de mayo de 2021, 23:42h
Con una historia detrás de la que pocos modelos pueden presumir, el pequeño Fiesta, en su última generación, ha dado un paso adelante en calidad, conectividad y sofisticación tecnológica, como lo demuestra en esta prueba sobradamente. id:72209
Como decimos, el Fiesta 1.0 que nos ocupa en esta ocasión, incorpora la tecnología de hibridación suave (MHEV), por cuya causa nos da derecho a “lucir” la etiqueta ECO que otorga tráfico, a pesar de que el motor eléctrico, situado junto al de combustión en posición transversal, con 16 CV de potencia y un par de 50 Nm, no esta concebido para “empujar” al coche en sustitución o en ayuda del motor térmico, sino para generar corriente de 48 voltios, para cargar la batería cuando dejamos de acelerar o al frenar, facilitar las arrancadas en la función Star/Stop, permitiendo que la parada del motor sea más larga e incluso ayudar un poco al motor térmico cuando nos ponemos en marcha pisando mucho el acelerador o cuando en un momento dado se le exige una aceleración rápida.

Este sistema de baja hibridación se acopla perfectamente a las características del motor del Fiesta y entre otros elementos cambia el alternador por un BSG (arrancador/generador de correa) que funciona como un alternador, pero gira a más revoluciones que el motor de arranque convencional, de modo que es más eficaz y rápido encendiendo el motor, como ya hemos indicado y no solo eso, esa rapidez y ese pequeño empuje se traducen también en una reducción de consumo.

El funcionamiento en general del motor de un litro y tres cilindros es realmente estupendo. Es rápido en las aceleraciones y las recuperaciones tienen el mismo nivel, mientras que, además, su nivel sonoro es sorprendentemente bajo para tratarse de un tricilíndrico. Como el cambio manual de seis velocidades, tiene más bien las relaciones cortas, el dinamismo de esta mecánica esta más que asegurado, reservando la sexta, más larga, para una marcha más reposada con el objetivo de ahorrar combustible.

La verdad que conducir este Fiesta es de lo más divertido, pues a esa agilidad hay que sumar el tamaño reducido del coche que apenas llega a los 4 metros y a los 1.200 kilos de peso. Por ello, manejarlo en ciudad es sumamente fácil dada su maniobrabilidad y rapidez de reacciones, mientras que en carretera, la eficaces suspensiones, con McPherson delante, con su correspondiente barra estabilizadora y rueda tirada detrás, consiguen que el compromiso entre la confortabilidad para los ocupantes y la seguridad, sea de lo más equilibrada, si bien el tarado de los amortiguadores son más bien duros para evitar torsiones e inclinaciones de la carrocería, pero en ningún caso perjudican la comodidad de los ocupantes y eso que en esta versión GT Line se ha bajado la altura con respecto al suelo en 10 mm. A pesar de que en el tren trasero se montan unos frenos de tambor, la verdad es que no hemos tenido en ningún momento, ni fatiga por su continuo uso, ni por eficacia y precisión en la frenada contundente.

Exteriormente el Fiesta es un coche atractivo y con indudable aspecto juvenil, sobre todo en esta versión ST Line, que incorpora ciertos detalles de talante deportivo. En su frontal, si bien la negra parrilla se sitúa en posición casi vertical como esta de moda, la altura general no es muy grande, sino todo lo contrario pues el capó marca una línea muy inclinada, para favorecer la aerodinámica y casi como una continuación del igualmente inclinado parabrisas. Los faros de tecnología led, tienen el diseño llamado ojos de gato por su forma oblicua y se prolongan tanto por el lateral de la carrocería que casi ofrecen más superficie por ese lado que en el propio frontal, no obstante, la blanca luminosidad que proporcionan es excelente. La entrada de aire inferior, también de color negro, con el radar de aproximación y detección de objetos y peatones, se sitúa en el centro de la misma y esta escoltada en sus laterales por las luces antiniebla y direccionales, alojadas en un cubículo de acertado y llamativo diseño.

Lateralmente se aprecia claramente esa fuerte inclinación de capó y parabrisas, acrecentada por una pequeña ventanilla, situada delante de la puerta delantera, con una forma extremadamente angulosa, que hace que el retrovisor exterior salga directamente de la chapa de la propia puerta. Aunque la línea de cintura del coche va subiendo según se desplaza hacia atrás, la visibilidad que augura, como así es, es buena en todas direcciones, ya que la superficie acristalada en generosa a excepción de la última pequeña ventanilla que apenas es un triángulo, al estilo de muchos SUV, como si el Fiesta quisiera revindicar su presencia en ese segmento tan de moda. Las llantas de 17” son atractivo y deportivo diseño. Por su parte, la trasera muestra una generosa visera sobre la luneta, también de buenas proporciones, como los pilotos traseros con doble tecnología led y analógica. El paragolpes es de gran tamaño, lo que hace que la altura de la boca de carga que deja el portón, que un tanto alta. En un cubículo parecido al que aloja a los antiniebla delanteros, aunque de menor tamaño, se sitúan los catadiópticos, “rompiendo” toda la redondeada superficie del mencionado paragolpes, que en su parte inferior muestra una imitación de difusor de aire de color negro y en su parte derecha el escape de un solo tubo.

El interior del Ford Fiesta, en cuanto a espacio disponible se refiere, se puede considerar de correcto, teniendo en cuenta que estamos hablando de un coche de apenas cuatro metros de largo. Las plazas delanteras gozan de un espacio realmente confortable, a lo colaboran los estupendos asientos, mientras que por el propio diseño de asiento y el voluminoso túnel central, las traseras son casi obligatoriamente aptas para dos pasajeros y solamente una persona físicamente menuda, podría instalarse en la zona central sin estar realmente incómoda. Es aspecto en general del habitáculo es bueno, como en la mayoría de los coches de la marca, pero hay detalles de plástico duro que desmerecen el acabado y sobre todo, la falta de agarradores encima de las puertas es realmente molesto para los ocupantes, una moda que por desgracia hay bastantes modelos que están adoptando y que invariablemente los pasajeros echan de menos, sobre todo el copiloto.

El salpicadero ofrece líneas redondeadas, con buen aspecto, con partes más oscuras y más brillantes que otras y sobre todo luciendo un cuadro de instrumentos de grandes dimensiones, pero de aspecto convencional. Es decir con dos grandes relojes, para cuentavueltas y velocímetros, acompañados de los indicadores, también de aguja, del nivel de gasolina y la temperatura del líquido refrigerante y sobre ellos una pequeña pantallas para datos del ordenador, señales de tráfico, velocidad, etc. La pantalla multifunción de 9 pulgadas, esta situada en el centro del salpicadero de forma superpuesta, integrándose en ellas algunos mandos, aunque debajo existe una batería de interruptores, siempre más rápidos y precisos para utilizar. Más abajo las salidas centrales de aire, dan paso, ya en la consola, a los mandos del climatizador con sus interruptores complementarios. Delante de la palanca de cambios encontramos un útil hueco de grandes dimensiones, que se complementan con otros más pequeños alrededor del freno de mano tradicional, donde también se sitúan tres pulsadores para la conducción ECO y las anulaciones de los sistemas del Star&Stop y del TCS.

Como ya hemos mencionado, los asientos delanteros tienen un excelente aspecto y además de ello sujetan el cuerpo de forma eficaz, mientras que el trasero se puede abatir y así aumentar la capacidad de maletero, que pasaría de los 303 litros a los 984.

El Fiesta 1.0 MHEV esta bien equipado, sobre todo en esta versión ST Line, ya que además de los rótulos que la identifican incorporan detalles exclusivos de la versión. Pero en cuanto al equipamiento se refiere, podemos destacar en líneas generales algunos como es en el apartado del infoentretenimiento, su activación mediante la voz, la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, un excelente equipo de sonido, así como un buen número de sistemas de ayuda a la conducción y de confort. Por citar algunos señalemos los mencionado faros de led con cambio automático progresivo, la Ayuda de Mantenimiento en el Carril, el limitador de velocidad y Asistente de Arranque en Pendiente, el Asistente Precolisión con Detección de Peatones, el Reconocimiento de Señales de Tráfico, el Control de Crucero Adaptativo o el Sistema de Información de Puntos Ciegos (BLIS).

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