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Ofensiva contra la llegada de las plagas: ¿cuáles son y cómo combatirlas?

Ofensiva contra la llegada de las plagas: ¿cuáles son y cómo combatirlas?
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martes 15 de junio de 2021, 18:07h
Con la llegada del verano, y tras meses de restricciones sin poder visitar nuestra segunda residencia, las plagas comienzan a poblar nuestros hogares acarreando todo tipo de agravios. Desde las enfermedades de los insectos a los estragos de los roedores, un problema que debe abordarse no sólo con prevención sino también con la ayuda de un equipo especializado en plagas. id:72910

Al asedio de nuestra segunda residencia

Ya ha llegado el calor y, con él, la proliferación de insectos y roedores que empiezan a hacer acto de presencia tanto en nuestra vivienda habitual como en nuestra segunda vivienda en la playa o en el campo. Especialmente, este año marcado por la pandemia de la Covid-19, después de tantos meses sin poder viajar a nuestra residencia vacacional a causa de las respectivas restricciones de la movilidad. Es por eso que este año, más que nunca, el control de plagas tiene una relevancia especial, ya que la presencia de plagas de insectos y roedores puede tener consecuencias negativas en nuestra salud, así como en la misma integridad de nuestra vivienda.

Sin ir más lejos, ciertos tipos de plaga pueden causarnos tanto alergias y picazón como también pueden causar estragos en nuestro hogar. En el primer supuesto, un problema que debe abordarse a fin de evitar que se agraven las dolencias, sobre todo si en nuestra residencia concurren niños, cuya inmunidad ante los insectos es menor que la de un adulto. Por cuanto se refiere al segundo supuesto, entendiendo que cierto tipo de plagas, como lo son la carcoma, las termitas o las polillas e incluso también algunos roedores, pueden dañar la madera o la ropa en nuestro armario. En todo caso, plagas que podrían haber aprovechado nuestra ausencia para instalarse en casa.

Insectos: del vuelo de la mosca al peligro de la procesionaria

Las plagas pueden ser francamente molestas si no contrarrestamos a tiempo sus efectos. Si bien algunos insectos como las moscas o las hormigas pueden remitir a una ausencia de daños mayores, dado que su carácter comúnmente inofensivo se combina con una fácil eliminación, bichos como las avispas, las pulgas o las chinches pueden suponer un verdadero caos. Eso, sin mencionar otros insectos cuya capacidad de devastación y agresividad puede acarrearnos más de un grave disgusto, como es el caso de la procesionaria que, con el cambio climático, ha avanzado su llegada poniendo en especial peligro a nuestros animales de compañía.

En otro punto, insectos como los mosquitos, nuestro archienemigo por antonomasia cuando llega el verano y nuestra piel se convierte en una zona de recreo donde campan a sus anchas, también pueden transportar enfermedades. Un plus de gravedad que no debemos subestimar, aun a pesar de que los posibles síntomas no pasen de un estado leve de dolencia. Del mismo modo, hay que tener en también en cuenta las arañas —aunque el hecho de que los mosquitos entren en su dieta las eleve a categoría de heroínas silenciosas del hogar—, pero también a las cucarachas, que portan bacterias y pueden contagiar enfermedades.

Roedores: excrementos de paloma e incendios causados por ratones

Por otra parte, los roedores constituyen, quizá, una mayor gravedad al asunto de la plaga. Especialmente, debido a su tamaño, por lo que el enfrentamiento puede convertirse en una amenaza no exenta del contagio de enfermedades. Si bien en la ciudad las plagas de roedores encuentran ingratos protagonistas como las ratas —portadoras de múltiples enfermedades€•, ciudades grandes como Barcelona son hoy un parque de atracciones para grandes bandadas de palomas. Un animal no sólo molesto por su poco sentido del respeto, sino un problema colateral que surge también a través del efecto corrosivo de sus excrementos sobre las superficies.

Si nuestro hogar o nuestra segunda residencia está ubicada en el campo, es posible que cambiemos las ratas por ratones. Una alimaña que, pese a su menor tamaño y una apariencia mucho menos amenazadora que la de la rata como tal, tienden a la superpoblación a la par que, como sus hermanas mayores, son también portadoras de enfermedades. Además del destrozo que pueden causar en ciertos puntos del hogar, como los son los muebles que roen o los recovecos donde se escurren, los ratones también pueden provocar un incendio si muerden el cableado eléctrico. Razón de más para tenerlos en cuenta como una amenaza potencial sobre nuestro bienestar.

Más allá de la prevención: profesionales del control de plagas

Aunque nosotros podemos tomar medidas contra las plagas en el caso de que no sean de gran consideración, es importante contar con la ayuda de una empresa de control de plagas si vemos que el número de insectos es alarmante. En el caso de los roedores es distinto, ya que no se dejan ver tan fácilmente. Por eso, en el caso de ver sus excrementos, debemos de llamar inmediatamente para que procedan a su eliminación. Si bien nosotros contamos con algo de ingenio y el espíritu de protección innato frente a la adversidad, la presencia de un equipo profesional en casa siempre aportará mejor cobertura y mayor seguridad a nuestros problemas de plagas.

En todo caso, jamás debemos subestimar el indicio de una plaga. Si bien el hecho de encontrar un animal aparentemente inofensivo como un ratón en casa pueda causar ternura, hay que ser precavido e implacable. Del mismo modo, la presencia de una sola avispa no significa que se haya perdido, sino que puede tratarse de un sujeto de exploración que atraerá después la plaga a nuestro hogar. De nuevo, recordando que, a pesar de que el mercado nos ofrezca todo tipo de productos para combatir cualquier tipología de plaga, la labor de un profesional abordará el problema de raíz para que nunca, o en un largo tiempo, volvamos a sufrir el asedio de las plagas.

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