Trinidad Jiménez, exministra de Asuntos Exteriores, moderó la primera sesión del ciclo ‘América Latina en el escenario global 2021’. id:73466
“América Latina va a convivir con la pandemia mucho más tiempo del que pensamos. Y para salir de la crisis necesitará superar la desconfianza en las instituciones y liderazgo” afirmó
José Juan Ruiz, presidente del Real Instituto Elcano, en la primera sesión del seminario ‘América Latina en el escenario global 2021’, celebrada en la
Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Este ciclo de conferencias está organizado por el Consejo Social de UNIR, que preside el exministro Jordi Sevilla, y dirigido por la exministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez, actualmente directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos de Telefónica.
En la presentación, Jordi Sevilla señaló que, aunque el presidente Biden ha recuperado “cierto multilateralismo, EE.UU. parece estar centrándose en el Indo - Pacífico” y es preciso poner el foco en América Latina, “la región que más tarde va a salir la pandemia”. En este escenario, España “debe aspirar a ser el gozne entre América Latina y la Unión Europea”.
Y la exministra Trinidad Jiménez recordó que “el valor añadido que España tiene en el mundo es por su papel en América Latina”. Ante el impacto negativo que la pandemia ha tenido sobre esa región “se trata de instrumentar elementos para salir de la crisis”.
José Juan Ruiz indicó que “con un 8% de la población mundial, América Latina ha aportado el 35% de los muertos por la pandemia”; y que esta no está remitiendo, entre otras razones por el fracaso de “los Estados en la logística de las vacunas”.
Los largos confinamientos han afectado de tal forma a esos países que “la pregunta no es si vamos a tener una década perdida, sino si vamos a tener otra generación perdida", dado que los niños no están escolarizados, con consecuencias graves para la salud (“en la escuela no solo aprenden, sino que también se alimentan”).
“La buena noticia -añadió José Juan Ruiz- es que la región no ha sufrido los cuatro jinetes del apocalipsis macroeconómico: no ha habido ni defaults, ni hiperinflaciones, ni crisis bancarias, ni crisis cambiarias”.
Sin embargo, ha aumentado “la desigualdad”, y se ha reducido “la movilidad social”. Todo ello acentúa la desconfianza ante las instituciones, la marginación y la violencia. Recordó que en la región se producen “el 30% de los homicidios del mundo; y que de las 50 ciudades más violentas todas, menos cinco, son de América Latina”.
Para afrontar todo ello es preciso “restaurar la confianza, el rule of law (imperio de la ley), la apelación a la razón”, en lugar de “defenderse de la ilustración, de no querer excluir la revolución como mecanismo de redención o del recurso a líderes mesiánicos”. Esta es una vieja constante de América Latina que “no se puede entender sin el factor religioso” concluyó.
Récord de estudiantes en educación superior
También intervino como panelista Germán Ríos, profesor de Economía y coordinador del Observatorio de Política y Economía de América Latina. Expuso razones para mostrarse optimista. Una de ellas es que, a pesar de que, con la pandemia, “cayeron las remesas, el turismo o las exportaciones, la mayoría de los países manejaron adecuadamente la macroeconomía”. Otra razón es que “América Latina ha tenido número récord de estudiantes en educación superior”. La educación -añadió- va a ser fundamental para recuperar la movilidad social.
Por otro lado, los dos socios comerciales de la región -China y EE.UU.- “son los que van a crecer más rápido, impulsando las exportaciones y la demanda de commodities o materias primas”. Y se va a añadir otro país con altas tasas de crecimiento, India, a la que calificó como “la próxima China”.
Agregó Germán Ríos que “la lucha contra el cambio climático y la digitalización” son otras dos grandes oportunidades para América Latina.
Finalmente, la periodista Cristina Manzano, directora de Esglobal y de Foreign Policy en español, apuntó tres brechas sociales agrandadas por la Covid-19: “La desigualdad de la mujer”, con empleos más precarios y con mayor riesgo de exclusión económica, pues en su opinión “habrá 118 millones de mujeres por debajo del umbral de la pobreza”; la de “los niños y los jóvenes”, singularmente en la educación; y “el escaso peso de la región en el debate global”.