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Renault: la revolución del portón

Renault: la revolución del portón
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Del fardo de paja a la bolsa de golf

Por Mariano García Viana
lunes 25 de octubre de 2021, 09:59h
Dadme volumen”: con estas palabras, Pierre Dreyfus, patrón de Renault entre 1955 y 1975, retó a sus equipos para el diseño del Renault 4. id:77142
Este coche atípico marcaría la historia del automóvil gracias a una particularidad que hoy nos parece anodina, pero que suponía una pequeña revolución para la época: el portón trasero. Asociada a un piso plano, esta quinta puerta permitió crear un coche que era una berlina y un break al mismo tiempo, e incluso con una función de coche comercial. En la época del 4L, esta nueva apertura hacia el interior del coche permitía cargar fácilmente un fardo de paja. En la actualidad, en el modelo Arkana, el portón facilita la carga de otro tipo de objetos, como el equipaje para una escapada de fin de semana o para irse de vacaciones. Hugues, director de Renault Classic, repasa para nosotros esta revolución del portón iniciada por Renault.

Renault desveló su Renault 4 en 1961. En aquella época, los franceses empezaban a abandonar el campo para instalarse más cerca de las ciudades, cuyas redes de transporte público estaban lejos de ser óptimas, especialmente en la periferia. A partir de entonces surgió una necesidad, la de tener un coche cómodo para la vida en el campo, pero también para la vida en la ciudad. Un coche que permitiría desplazarse hacia los comercios o simplemente hasta el lugar de trabajo. También fue un periodo en el que cada vez más mujeres tenían un trabajo y en el que el poder adquisitivo de las familias iba en aumento. En este contexto, el que pronto se llamaría «4L» supuso una solución tanto para la ciudad como para el campo, y tanto para la semana como para los fines de semana…. ¡gracias a su portón! Hugues, Directeur de Renault Classic: «El portón ha revolucionado el automóvil permitiendo una muy fuerte modularidad interior».

Una puerta hacia la libertad

Muy pronto, el Renault 4 se convirtió en todo un fenómeno social gracias a esta quinta puerta. Como promotor del proyecto, Pierre Dreyfus, patrón de la Régie Renault de 1955 a 1975, había explicado a sus equipos que quería «volumen», con un coche «Blue Jean», es decir, un coche, como los pantalones vaqueros, para todo el mundo, con el fin de llegar a todas las franjas de edad y todas las clases sociales del planeta. Con más de 8 millones de ejemplares vendidos en más de 100 países durante más de 30 años, tenemos que reconocer el éxito de esta apuesta. «Con el 4L y su portón, inventamos un modelo de coche, creamos un nuevo estándar del automóvil», se alegra Hugues. «Es un invento genial que permite tener una berlina y un break a la vez, y hasta un vehículo comercial».

El portón ofrecía a los usuarios del 4L un acceso sencillo y práctico al volumen interior, para cargar y transportar un fardo de paja o material de camping, según las actividades que se realizaran. Además, la gran modularidad interior que permitía esta quinta puerta ofrecía a los ingenieros y a los diseñadores la posibilidad de crear los primeros verdaderos «coches para vivirlos». «De hecho, el portón permite a los ingenieros librarse de la forma muy clásica capó motor, habitáculo y maletero», explica Hugues. «Con esta quinta puerta, hay mayor libertad para diseñar lo que queremos». Y es efectivamente este portón el que permitió crear más adelante nuevos géneros como los monovolúmenes y los SUV…

Aplicable en toda la gama

Ante el éxito del 4L, respaldado por esta innovación, Renault se atrevió después a aplicar esta receta en un segmento con mayor estatus: el de la berlina familiar, donde el maletero tradicional manda. Esto dio lugar al Renault 16, nacido en 1965 y buque insignia de una revolución inédita, la de la «democratización» de un nuevo estándar, a través de modelos más distinguidos. Mirándolo bien, el Renault 16 puede verse como un gran Renault 4. Posee además todas las características de este último al tratarse de un coche bicuerpo, con una quinta puerta y una increíble modularidad de la banqueta trasera. «Con el Renault 16 nos damos cuenta de que podemos ‘imponer’ el portón en modelos más familiares, e incluso de la gama alta.» Hugues, director de Renault Classic

En realidad, el portón era aplicable en todos los modelos de coche, tanto en las berlinas como en los coupés y los coches urbanos. Se inició entonces en Renault el desarrollo de una amplia gama de modelos con portón como los R20 y R30, el Fuego, el R25, el R11, etc. El portón incluso disfrutó de un pequeño momento de gloria durante el París-Dakar de 1982 que ganaron los hermanos Marreau a bordo de un Renault 20.

¿Un portón en Arkana? Lógico…

Hoy en día, el más bonito embajador del portón de la gama Renault es Arkana. «El portón se hacía necesario en este coche, que es una sabia mezcla entre un SUV y una berlina», cuenta Hugues. «Es la solución ideal para el diseñador, que puede tener un diseño limpio y elegante y, al mismo tiempo, aportar al cliente toda la practicidad necesaria», prosigue. «El portón en Arkana permite crear volumen, mejorar la accesibilidad interior y obtener una capacidad de carga superior a la de un simple maletero». En resumen, es el coche ideal para cargar fácilmente una bolsa de golf… y si hace falta un fardo de paja también.

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