Audi S6 Avant TDI 349 CV Quattro Tiptronic

Ya hemos comentado en alguna otra ocasión la evolución tan interesante que han presentado las carrocerías de tipo familiar o break en las últimas décadas, de ser meras prolongaciones de los sedán o cinco puertas, a ser modelos con su propio diseño y personalidad marcada. Si bien desde hace unos años han caído en una menor demanda de los clientes, al igual que los monovolúmenes, en beneficio de los SUV, Audi sigue ofreciendo versiones con carrocería familiar, Avant, pues no olvidemos que fue precisamente Audi la que dio ese paso de personalizar las versiones break, por ejemplo, con el 100 Avant de finales de los 80, tradición que ha continuado con el tiempo y ofreciendo los familiares más atractivos del mercado.

Pues bien, para no perder las “buenas costumbres”, el S6 Avant no solo continua la tradición, si no que la mejora y ofrece un familiar, amplio y bien diseñado, con un talante deportivo como pocos modelos de su categoría. A excepción del exclusivo RS6 Avant, el modelo que nos ocupa, el S6 Avant, es el que ofrece el motor diésel más potente de la gama, por lo que es fácil de adivinar que sus prestaciones son dignas de un auténtico deportivo, como ahora veremos.

Continuando con esta interesante mecánica, digamos que el corazón de la misma es un motor diésel de 6 cilindros en V y 3 litros de cilindrada, capaz de rendir 350 CV a 3.850 r.p.m. y un par de nada menos que 700 Nm entre 2.500 y 3.100 vueltas. Para conseguir este par tan sumamente elevado, Audi ha combinado por primera vez el sistema eléctrico principal de 48 voltios, con un compresor accionado eléctricamente (EPC). Éste, desde el arranque del motor proporciona una poderosa capacidad de empuje, mostrando una aceleración de auténtico deportivo, por ejemplo, de 0 a 100 km/h, solo se tardan 5,1 segundos y de 80 a 120 km/h, 3,4. Mientras que su velocidad punta esta limitada a los 250 km/h. Estas cifras no son de extrañar si se tiene en cuenta que la respuesta del compresor eléctrico, es inferior a 250 milisegundos, su potencia máxima de salida, alcanza los 7 kilovatios y la velocidad máxima de giro es de 70.000 r.p.m. Para poner también su “grano de arena” en conseguir ese enorme par, Audi utiliza una doble alimentación, pues el EPC trabaja en tándem con el turbo movido por los gases del escape. De esta forma siempre tenemos un máximo de empuje, por un lado, a bajas vueltas y en recuperaciones, gracias al EPC y por otro subiendo y subiendo de revoluciones en aceleraciones rápidas y constantes, gracias al turbo.

Siguiendo con la descripción de esta tecnológica mecánica, aunque sea someramente, también hay que tener en cuenta que mientras que el EPC se encarga de aumentar el rendimiento, el sistema Mild hybrid (Hibridación ligera, MHEV) ayuda a mejorar la eficiencia. El sistema MHEV de 48 voltios comprende aquí un motor eléctrico, situado longitudinalmente junto al V6, conectado al cigüeñal que hace las funciones de alternador y de motor de arranque; y una batería de iones de litio con una capacidad de 0,48 kW alojada bajo el piso del maletero. En las fases de deceleración puede recuperar hasta 8 kW de energía eléctrica, que se almacena en la batería. La tecnología MHEV permite que el sistema start/stop se active desde una velocidad de 22 km/h, cuando el conductor acelera de nuevo y se vuelve a arrancar el motor de forma instantánea. Gracias en parte a la integración del sistema de hibridación ligera y a los sensores del vehículo, se consigue un ahorro de combustible de hasta 0,4 litros cada 100 km en condiciones reales de conducción, y pueden desplazarse en modo de marcha por inercia con el motor de combustión desactivado hasta 40 segundos. De estos sendos ahorros de combustible, viene la concesión de la etiqueta ECO con las ventajas que ello conlleva.

El único inconveniente que se puede atribuir a esta motorización, no es desde luego decisivo, ya que os referimos a su sonido. Este es el típico de un diésel, con bastante sonoridad en velocidades cortas, que luego prácticamente desaparece al coger velocidad y engranarse las relaciones largas, se puede paliar en parte con una opción existente en la pantalla multifunción, haciéndole más parecido al de un gasolina, concretamente al V8 al que sustituye, pero además de artificial no esta conseguido, pues el escape es “normal” y las camufladas salidas de gases, apuntando hacia el suelo, (Ya que las dobles que lucen en los laterales de la parte baja del paragolpes trasero son falsas).

El cambio automático Tiptronic de convertidor de par, es de 8 velocidades y su funcionamiento, como es habitual en él, es perfecto. Las relaciones están tan bien estudiadas que no se notan las distintas transiciones de velocidad al acelerar incluso de forma brusca y constante. Mientras que, al reducir manejando las levas situadas tras el volante, retiene perfectamente el coche. Como la mayoría de los Audi, el S6 Avant, dispone de cuatro modos de conducción predefinidos, Confort, Auto, Dynamic y Efficiency, al que hay que añadir un quinto, Individual, que permite al conductor configurar algunos de los parámetros de los que actúan sobre los distintos sistemas del coche en función de la opción elegida. Por su parte, los frenos, con los cuatro discos ventilados y con grandes pinzas de color negro, se han mostrado siempre muy eficaces y resistentes a la fatiga por mucho que se les utilice.

A pesar de los prácticamente 5 metros que mide el Avant en longitud, el S6 siempre se ha mostrado mucho más ágil de lo que cabría pensar con esa dimensión. Las suspensiones con paralelogramos deformables en ambos ejes, con sus respectivas barras estabilizadoras y unos amortiguadores “tirando” a duros (Aunque se puede variar ésta), han permitido siempre inscribir el coche en las curvas sucesivas, sin que la carrocería se bambolee y sin perder tracción al salir de ellas con decisión. Los 350 CV “tiran” del coche como si se tratara de un fiero deportivo. La tracción es permanente en las cuatro ruedas y funciona mediante un diferencial autoblocante central que distribuye el par entre ambos ejes en una proporción 60/40 (eje delantero/ eje trasero). Este reparto no es fijo y cambia según las circunstancias y el modo de conducción seleccionado en un rango que va de 70/30 a 15/85.

Como ya decíamos al principio Audi ha sido la precursora de que los modelos con carrocería familiares fueran tan atractivos como lo pudieran ser las berlinas e incluso más que ellas. El S6 es un claro ejemplo de ello. Líneas afiladas y muy perfiladas, luneta muy inclinada, una altura con respecto al suelo reducida en 20 mm. si se compara con versiones “normales” y unas llantas específicas de 21” de atractivo diseño, le hacen parecer incluso agresivo, como un felino dispuesto a deslizarse sin ruido entre la maleza del tráfico diario. Frontal presidido por la gran parrilla “singleframe” en color negro satinado, que le ocupa casi por completo si hacemos excepción de los estrecho faros con tecnología Matrix led y dos generosas entradas de aire para los frenos en los laterales de la parrilla, también en negro satinado. La curvatura del techo, con declive hacia la luneta, marca el tamaño de las ventanillas, ya que por debajo de ellas la línea es recta conservando la altura del capó. Formas rectilíneas insinúan los pasos de rueda y otras más sinuosas en las puertas, aligeran la visión lateral. Los grandes grupos ópticos traseros, que se prolongan por los laterales de la carrocería y el portón, con tecnología led e intermitentes dinámicos, así como la mencionada inclinada luneta protegida por una visera-alerón, marcan la personalidad de esta zona inconfundible con Audi.

El habitáculo es amplio, como los casi 5 metros de largo dejan adivinar, tanto para las plazas delanteras como para las traseras, que hay espacio suficiente para ir sumamente cómodos sin que haya que encoger las piernas y con respecto al maletero, se dispone nada menos que de 550 litros de capacidad sin necesidad de abatir el respaldo del asiento posterior, con cuya acción llegaríamos a los 1.680 litros. Como la mayoría de los Audi, la terminación es buena, todo ajusta perfectamente y los detalles de aluminio satinado, dan todavía más, un aspecto tecnológico a la zona del salpicadero y consola central, en la que encontramos la pantalla multifunción, completamente integrada en la propia consola y otra algo más abajo, para reflejar todas lasl funciones del climatizador. El virtual copick o cuadro de instrumentos en una pantalla de 12,3”, que se puede configurar con distintas visiones a gusto o necesidad del conductor.

El equipamiento es muy completo, incluyendo una amplia dotación de elementos de confort, conectividad y sistemas de asistencia al conductor, que permiten combinar perfectamente las cualidades intrínsecas del coche, las de carácter deportivo, con una versatilidad ideal para recorridos de larga distancia.