Usos del agua destilada en industrias

El agua destilada es una forma de este líquido (H₂O) que ha sido sometida a un procedimiento de destilación para eliminar todos sus aditivos disueltos y llevarla a un estado de máxima pureza. Este proceso puede ocurrir de varias maneras, pero en general, la destilación consiste en la vaporización y condensación selectiva para separar cualquier fase sólida o líquida disuelta en el agua.

El agua que normalmente obtenemos de las tuberías suele contener trazas de cloro, que se utiliza para su tratamiento y depuración, pero también residuos físicos del material de la tubería o lodos residuales que puede arrastrar desde su origen.

Sin embargo, no hay que confundir el agua potable con el agua destilada de uso frecuente en los laboratorios y en diversas industrias manufactureras que ha sido despojada de sus electrolitos y sales minerales, que son precisamente lo que el cuerpo humano necesita para mantenerse hidratado. El consumo humano de agua destilada puede ser una fuente de diarrea y otras formas de enfermedad transitoria, ya que no proporciona la hidratación que el agua de bebida aporta.

El agua destilada no es molecularmente diferente del agua ordinaria, ya que está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H₂O); sin embargo, no contiene las sales minerales que suelen acompañarla, como los fluoruros y otros electrolitos.

Características y propiedades del agua destilada

Dependiendo del grado de destilación, muchas de las propiedades del agua, como su conducción eléctrica, se reducen cuando sale del destilador, debido a la eliminación de los iones metálicos disueltos en ella, por lo que, además de ser aislante, el agua destilada también actúa diamagnéticamente, es decir, repele el magnetismo. Asimismo, el punto de ebullición del agua destilada es mucho más alto que el del agua ordinaria, sus propiedades de sabor y olor son radicalmente nulas, a diferencia del agua potable que bebemos que tiene trazas de calcio, cloro y otros elementos en proporciones mínimas.

¿Para qué se utiliza el agua destilada?

El agua destilada es en realidad un producto de uso industrial que se utiliza en la fabricación de cosméticos y reactivos analíticos. Se utiliza en los laboratorios para preparar todas aquellas mezclas que requieren márgenes muy grandes de no contaminación en el agua, o que requieren propiedades aislantes y diamagnéticas.

Ejemplos de usos del agua destilada son la fabricación de baterías, la elaboración de cosméticos y reactivos analíticos y la limpieza industrial. También se utiliza en la industria del vidrio y del cristal.

El agua destilada en industrias se vende normalmente en botellas, bidones o contenedores de hasta 1.000 litros y no debe confundirse con el agua mineral embotellada o el agua purificada mediante ozonización, cloración, etc. El agua destilada suele venderse en laboratorios y tiendas de productos químicos.