Según las cifras que manejan sus expertos, el 37,7% de los trabajadores jóvenes, 156 millones de personas, viven en situación de pobreza, frente al 26% de los trabajadores adultos que, pese a tener un empleo, deberían ser considerados pobres.
“El alarmante incremento del desempleo juvenil y los altos niveles, igualmente preocupantes, de jóvenes que trabajan pero siguen viviendo en la pobreza, muestran lo difícil que será lograr el objetivo de poner fin a la pobreza de aquí a 2030 si no redoblamos nuestros esfuerzos para alcanzar un crecimiento económico sostenible y empleos decentes”, ha señalado Deborah Greenfield, directora general adjunta de Políticas de la OIT.
La desaceleración de los emergentes pasa factura
Para este año, el crecimiento económico mundial se estima en el 3,2%, 0,4 puntos menos que las previsiones de finales de 2015. “Esto se explica por una recesión más profunda en algunos países emergentes y por el estancamiento del crecimiento en ciertos países desarrollados”, ha indicadoSteven Tobin, economista principal de la OIT y autor del informe. El incremento de las tasas de desempleo juvenil es particularmente pronunciado en América Latina y el Caribe donde se prevé que la tasa de paro pase del 15,7% en 2015 a 17,1 en 2017, que aumente del 16,6 al 17,5% en Asia Central y Occidental y del 12,4 al 13,6% en Asia Sudoriental y el Pacífico.
La situación en Europa
En nuestro continente, el desempleo entre los jóvenes se mantendrá como un problema acuciante, a pesar de que algunas señales de normalización han comenzado a aparecer. En este sentido la OIT prevé que la tasa de desempleo juvenil disminuya del 19,7% en 2016 al 18,9 el año que viene. “Una gran parte de esta reducción se debe a la evolución en países como Italia, Portugal y España, en los que se esperan importantes reducciones en sus tasas de paro juvenil en 2017”, asegura el informe.
A pesar de las perspectivas de
cierta mejora que la OIT anuncia, la proporción de jóvenes de la UEque la agencia clasifica como en riesgo de pobreza es del 12,9%, frente al 9,6 de los adultos que trabajan. “Es un problema particularmente grave en Grecia, España y Rumania, donde la tasa de riesgo de pobreza para los jóvenes trabajadores es superior al 20%” e incluso preocupa en países donde las tasas de riesgo de pobreza son relativamente bajas, como en Dinamarca y Suecia, en los que “los trabajadores jóvenes pueden ser hasta tres veces más propensos a estar en riesgo de pobreza que los adultos”, indica el documento de trabajo de la OIT.
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