Según el ministerio de Economía y Transformación Digital: “En la era de la digitalización y el dinero virtual los movimientos de medios de pago anónimos siguen representando una seria amenaza para la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Así lo corroboran los sucesivos ejercicios de tipologías llevados a cabo por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y sus organismos regionales, así como por la propia Comisión Europea que en su Análisis Supranacional de Riesgos apunta el elevado riesgo que presentan los movimientos de efectivo en frontera por encima de determinados umbrales”. id:83432
Para realizar esta información hemos contado con la ayuda de Grupo Adaptalia, una asesoría jurídica que ofrece entre otros servicios los de protección de datos y
prevención de blanqueo de capitales. En palabras de Jorge Torres, Director General de Grupo Adaptalia:
''Con nuestro servicio de prevención de blanqueo de capitales queremos tender la mano a los clientes que se ven afectados por esta problemática y qué necesitan ayuda profesional para cumplir con la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales y Terrorismo 10/2010 del 28 de abril''.
¿Cómo se blanquea el dinero?
En la fase inicial -o de colocación- del blanqueo de capitales, el blanqueador introduce sus ganancias ilegales en el sistema financiero. Esto puede hacerse dividiendo grandes cantidades de dinero en efectivo en sumas más pequeñas y menos llamativas que luego se depositan directamente en una cuenta bancaria, o comprando una serie de instrumentos monetarios (cheques, giros postales, etc.) que luego se recogen y depositan en cuentas en otro lugar.
Una vez que los fondos han entrado en el sistema financiero, tiene lugar la segunda fase, o de estratificación. En esta fase, el blanqueador realiza una serie de conversiones o movimientos de los fondos para alejarlos de su origen. Los fondos pueden canalizarse a través de la compra y venta de instrumentos de inversión, o el blanqueador puede simplemente transferir los fondos a través de una serie de cuentas en varios bancos de todo el mundo. Este uso de cuentas muy dispersas para el blanqueo es especialmente frecuente en aquellas jurisdicciones que no cooperan en las investigaciones contra el blanqueo de capitales. En algunos casos, el blanqueador puede disfrazar las transferencias como pagos de bienes o servicios, dándoles así una apariencia legítima.
Tras haber procesado con éxito sus beneficios delictivos a través de las dos primeras fases, el blanqueador pasa a la tercera etapa -la integración- en la que los fondos vuelven a entrar en la economía legítima. El blanqueador puede optar por invertir los fondos en bienes inmuebles, activos de lujo o empresas.
¿Dónde se produce el blanqueo de capitales?
Como el blanqueo de capitales es una consecuencia de casi todos los delitos que generan beneficios, puede ocurrir prácticamente en cualquier parte del mundo. Por lo general, los blanqueadores de dinero tienden a buscar países o sectores en los que existe un bajo riesgo de detección debido a la debilidad o ineficacia de los programas contra el blanqueo de capitales. Dado que el objetivo del blanqueo de capitales es devolver los fondos ilegales al individuo que los generó, los blanqueadores suelen preferir mover los fondos a través de sistemas financieros estables.
La actividad de blanqueo de capitales también puede concentrarse geográficamente según la fase en la que se encuentren los fondos blanqueados. En la fase de colocación, por ejemplo, los fondos suelen procesarse relativamente cerca de la actividad subyacente; a menudo, pero no en todos los casos, en el país donde se originan los fondos.
En la fase de estratificación, el blanqueador puede elegir un centro financiero offshore, un gran centro de negocios regional o un centro bancario mundial, es decir, cualquier lugar que ofrezca una infraestructura financiera o comercial adecuada. En esta fase, los fondos blanqueados también pueden transitar únicamente por cuentas bancarias en diversos lugares en los que se pueda hacer sin dejar rastros de su origen o destino final.
Por último, en la fase de integración, los blanqueadores pueden optar por invertir los fondos blanqueados en otros lugares si se han generado en economías inestables o en lugares que ofrecen oportunidades de inversión limitadas.
¿Cómo afecta el blanqueo de capitales a las empresas?
La integridad del mercado de servicios bancarios y financieros depende en gran medida de la percepción de que funciona en un marco de elevadas normas legales, profesionales y éticas. La reputación de integridad es uno de los activos más valiosos de una institución financiera.
Si los fondos procedentes de actividades delictivas pueden procesarse fácilmente a través de una institución concreta -ya sea porque sus empleados o directores han sido sobornados o porque la institución hace la vista gorda ante la naturaleza delictiva de dichos fondos-, la institución podría verse arrastrada a una complicidad activa con los delincuentes y convertirse en parte de la propia red delictiva. Las pruebas de dicha complicidad tendrán un efecto perjudicial en las actitudes de otros intermediarios financieros y de las autoridades reguladoras, así como de los clientes ordinarios.
En cuanto a las posibles consecuencias macroeconómicas negativas del blanqueo de capitales sin control, se pueden citar los cambios inexplicables en la demanda de dinero, los riesgos prudenciales para la solidez de los bancos, los efectos de contagio en las transacciones financieras legales y el aumento de la volatilidad de los flujos internacionales de capital y de los tipos de cambio debido a las transferencias transfronterizas de activos no previstas. Además, al premiar la corrupción y la delincuencia, el éxito del blanqueo de dinero daña la integridad de toda la sociedad y socava la democracia y el Estado de Derecho.
Gracias a compañías como Grupo Adaptalia España está alcanzando un nivel sustancial de eficacia a la hora de garantizar que las instituciones financieras y los abogados, agentes inmobiliarios y otras empresas y profesiones no financieras apliquen medidas preventivas para hacer frente a los riesgos de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo a los que se enfrentan, y comuniquen las transacciones sospechosas.