Los registros históricos emplazan los orígenes del reciclaje hacia el año 1031, cuando en Japón se reutilizaban los desechos del papel de origen vegetal que ellos mismos elaboraban. Desde entonces y hasta nuestros días, se ha avanzado mucho en torno a este tema y todo indica que se está lejos de terminar.
En la actualidad, son muchas las formas y técnicas de reciclaje, siendo la clasificación de desechos sólidos la fase inicial y más importante. Para que el material se pueda reciclar, debe compilarse en el formato adecuado, para lo que muchas veces se usan prensas de plásticos y compactadoras de cartón que permiten producir grandes balas de residuos que se pueden reciclar eficientemente.
Seguidamente, los materiales a reciclar pasan por diversos procesos químicos, mecánicos y térmicos para ser utilizados nuevamente. Sin embargo, los avances tecnológicos cada día ofrecen nuevas (y hasta sorprendentes) soluciones a la problemática de los desechos sólidos.
Dos novedades tecnológicas al servicio del reciclaje moderno
Insectos al rescate: reciclaje de plásticos agrícolas
El ambicioso proyecto AP-Waste contribuye con la biovalorización de los desechos plásticos agrícolas fuera de uso, promoviendo la implementación de un nuevo tratamiento para el reciclaje de estos materiales. Se trata, nada más y nada menos que, del uso de insectos y microorganismos.
De acuerdo a los estudios, los insectos son capaces de adaptarse al alimento disponible; por lo que podrían consumir al menos 5 tipos de plástico, para luego bioprocesarlos gracias a los microorganismos presentes en su sistema digestivo.
Según los especialistas, este proyecto contribuirá al mejor aprovechamiento de los agroplásticos; así como a la fabricación de bioplásticos, amigables con el planeta.
El poder de la luz: luz ultravioleta para el reciclaje
Una interesante iniciativa denominada proyecto PLASDECOR promueve la fabricación de envases plásticos con marcadores sensibles a la luz ultravioleta (UV), aunque totalmente imperceptibles a simple vista. Esta tecnología para identificación de plásticos, permitirá facilitar y optimizar la fase de clasificación de los desechos, para su correcto reciclaje.
Estos marcadores pueden ser de origen natural o sintético; pero lo más importante es que su aplicación en la producción de plásticos industriales permitirá reducir el volumen de desechos inorgánicos mal clasificados y que terminan por agudizar el drama de la contaminación en el planeta.