Jaguar I-Pace EV 400 AWD

Desde luego, el I-Pace tiene una marcada personalidad. Sin ser un coche especialmente estridente, tiene unas líneas que se salen de lo habitual y además, para algunos, se le puede calificar como un modelo a medio camino entre un SUV y un turismo, aunque en más adecuado clasificarlo con este último concepto. Aunque su lanzamiento se llevó a cabo hace unos años, el I-Pace se ha ido modificando estéticamente para seguir siendo el exclusivo modelo que es.

Así, el pasado año recibió un nuevo paragolpes delantero, algo más agresivo y una nueva parrilla lisa, sin trama alguna, como para identificar mejor que se trata de un coche eléctrico y no necesita grandes entradas de aire para refrigerar el motor, reduciéndose ésta a una bajo el paragolpes que precisamente a cada lado presenta dos aberturas verticales para refrigerar los frenos. Como ya es típico del modelo, hay otras dos características señaladas en el diseño desde su creación. Una la abertura en contramarcha en el centro del capó motor, cerca del parabrisas y el que las aletas delanteras sobresalgan por encima de la línea del mencionado capó, lo que hace que, en la visión frontal, adquiera un aire más deportivo y agresivo.

Lateralmente, el I-Pace muestra claramente unas formas deportivas, como la mayoría de los modelos de turismo de la marca a lo largo de su historia, acrecentado sobre todo por la muy inclinada luneta trasera como si fuera un coupé y “resguardado” por un generoso alerón. Ésta marcada inclinación contrasta con la verticalidad del panel posterior, coronado por un fino alerón y dominado por los grupos ópticos traseros, naturalmente de tecnología led. Las bonitas y deportivas llantas son de 20 pulgadas.

El interior del I-Pace es lo suficientemente amplio como para acoger a cuatro personas con un alto nivel de confortabilidad, ya que una quinta se vería perjudicada por la propia configuración del asiento trasero. Al abrir la puerta y antes de acomodarse uno en el habitáculo, se aprecia de forma clara un “aroma” de lujo, de que estamos ante un coche Premium sin lugar a dudas. No es que tenga maderas nobles o relojes de lujo, sino que es el empleo de materiales de alta calidad y un diseño elegante, sin estridencias y como hemos podido comprobar con un encaje perfecto de todos los elementos. El salpicadero, diseñado en dos tonos, uno más claro para la parte baja y otro más oscuro para la mitad superior, esta dominado por el cuadro de instrumentos, cuya visera, además de protegerle de la luz solar, se prolonga hasta acoger las salidas de aire centrales y la pantalla multifunción. Tanto el cuadro de instrumentos en sí, como la pantalla de infoentretenimiento, son de 10 pulgadas y proporcionan imágenes de buena calidad. La de instrumentos se puede configurar a gusto del conductor. La pantalla central emplea el sistema Touch Pro Duo de Jaguar y si bien no plantea problema alguno en su manejo en general, resulta un poco lento en ejecutar las órdenes, pero es fácil de utilizar.

Precisamente debajo de esta pantalla, se despliega otra para el manejo del climatizador, que conforma la consola en forma de atril, ya que la citada pantalla con las ruedas de su manejo, muestra una inclinación para facilitar su interpretación y debajo de ella se sitúa un hueco portaobjetos. La parte superior se prolonga a través de dos “patas”, una para las teclas de selección de marcha y otra para varios pulsadores que activan o desactivan diversos servicios, mientras que en el centro existe un hueco libre para acceder directamente al cubículo inferior, sin necesidad de hacerlo lateralmente. Para continuar con los huecos para dejar objetos, digamos que delante del reposabrazos central hay un par de ellos para botes de bebidas y debajo uno bastante generoso, como lo son también los existente en las puertas.

Los asientos son de piel y los delanteros muestran una configuración que se adapta muy bien al cuerpo, por que resultan cómodos, además de sujetarlo con eficacia. Su regulación en naturalmente eléctrica, contando con calefacción y ventilación. El trasero, como ya hemos comentado, resulta más confortable para dos personas que para tres. Estos viajeros no disponen de salidas regulables del climatizador, pero si con diversos enchufes y unas redes tras los respaldos delanteros para dejar revistas, mapas, etc. Su respaldo se puede abatir, con lo que la capacidad del maletero en condiciones normales de 505 litros, se puede aumentar hasta los 1.163 litros.

El I-PACE está construido sobre una plataforma que ha sido diseñada específicamente para vehículos eléctricos. El chasis es de aluminio y las baterías van situadas entre los dos ejes, bajo el piso. En la parte delantera el I-Pace monta un motor eléctrico, en posición transversal, cuya potencia es de 200 CV y su par de 348 Nm. En el eje posterior se cuenta con otro motor en la misma posición transversal, que proporciona una potencia de igualmente 200 CV y el mismo par de 348 Nm. La potencia total disponible es de 400 CV y 696 Nm de par. Un rendimiento realmente propio de un coche deportivo, en lo que precisamente se convierte el I-Pace, un turismo, que no un SUV, deportivo 100%.

Con estas cifras es muy fácil imaginarse las prestaciones que se pueden conseguir. Así disponemos de una velocidad máxima de 200 km/h, bastante elevada para tratarse de un coche eléctrico, pero lo más reseñable es su aceleración de 0 a 100 km/h de sólo 4,8 segundos. Desde luego conducir un coche así es un auténtico placer, sobre todo a la hora de adelantar, al salir de una curva o enfilar una larga recta. La autonomía homologada es de 470 km., que naturalmente si se quiere disfrutar de esas aceleraciones de forma continua, se reduce a poco más de 200 km. Pero en honor a la verdad, si la situación de la circulación se desarrolla con más kilómetros en ciudad, a velocidad moderadas o reducidas, la autonomía supera con creces los 330 km, que no esta nada mal, para un coche de esta potencia y peso, que por cierto supera los 2.200 kilos.

La batería, situada entre los dos ejes bajo el piso, es de polímeros iones de litio y su capacidad es de 90 kWh. La potencia máxima de carga en corriente continua es de 100 kW y en corriente alterna de 11 kW. Con lo cual en corriente alterna a 7,4 kW, el tiempo de recarga desde 0 al 100% sería de casi 13 horas y al máximo de 11 kW, el tiempo sería de 8 horas y media, partiendo siempre desde 0, que no es normal, lo suyo es que se utilice la noche para una carga desde más o menos el 30%, para no verse apurado al día siguiente.

El conductor puede activar a voluntad cuatro modos de conducción. El Dynamic, en el que los motores imprimen un carácter más deportivo al comportamiento del coche, que incluso se incrementa psicológicamente, debido a que en esta opción a través de los altavoces se aprecia un sonido de fondo como el emitido por un motor de gasolina de gran cilindrada. En el modo Confort, si bien las prestaciones del coche son las mismas, la respuesta a los requerimientos del acelerador es más moderada y todavía es más moderada en la opción ECO, que como su propio nombre indica esta orientada a conseguir un consumo de energía lo más mínimo posible. Por último, existe otra opción que mejora el comportamiento en superficies resbaladizas o poco adherentes.

El I-Pace es un coche muy noble de comportamiento, sus suspensiones a base de paralelogramo deformable en ambos ejes, con sus correspondientes barras estabilizadoras, se encargan de sujetar el coche en toda circunstancia. Las curvas las toma con sorprendente seguridad, transmitiendo al conductor en todo momento esa sensación de dominio. Además, el tarado de los amortiguadores, que pueden ser regulables, es más bien duro con lo cual el balanceo de la carrocería apenas si se deja sentir, manteniéndose siempre casi paralelo al firme, a la vez que absorbiendo las irregularidades de la carretera con suma eficacia para no perder el nivel de confort que el coche de por sí ofrece. Señalar también que el equipo de frenos, con cuatro discos ventilados no plantean el más mínimo problema por mucho que se les utilice, quizás, y por buscar un pequeño “pero”, el recorrido del pedal hasta que se siente que se puede calibrar la intensidad de la frenada, resulte un poco largo, pero es más bien cuestión de acostumbrarse a ello.

El equipamiento es muy completo y por destacar alguno de los elementos disponibles, sobre todo en asistentes a la conducción podemos señalar, el sistema de frenada automática, el monitor del estado del conductor, reconocimiento de señales de tráfico, programador y limitador de velocidad, asistente de mantenimiento de carril, cámara trasera, visión de 360º asistente de ayuda al aparcamiento, asistente de detección de vehículos en al ángulo muerto, programador de velocidad activo, asistente de frenada de emergencia de alta velocidad (puede funcionar entre 10 y 160 km/h) y un largo y completo número de elementos más.