Convertirse en consumidor directo está al alcance de cualquier empresa, negocio o colectivo que tenga contratados más de 35 kW de potencia. «A cambio de una pequeña cuota, en función de la energía consumida: porque el ahorro debe ser para el cliente, no para el asesor…», razona Bautista González, cofundador de Yoiba Energy. En España, estamos hablando de 1.200.000 empresas de estas características.