La decisión de incluir en las subastas ordinarias una obligación a 50 años responde a la percepción de apetito inversor para estos títulos a muy largo plazo. La buena acogida envía una señal positiva sobre la sostenibilidad de la deuda española. Las emisiones a 50 años comenzaron a realizarse en 2014, a través de una colocación privada. En 2016 el Tesoro español logró lanzar por sindicación una obligación a 50 años por un importe de 3.000 millones de euros. Hoy es la primera vez que este tipo de emisiones se inserta en la actividad ordinaria del Tesoro, lo que anticipa su posible continuidad a futuro.
Tras la subasta de hoy, el Tesoro público ha colocado 106.314 millones de euros, lo que representa el 88,4% de la previsión de emisión a medio y largo plazo para 2016. La evolución a la baja de los tipos de interés se traduce en que el coste medio de la emisión en 2016 se sitúa en el 0,65%, el más bajo de la historia. Al mismo tiempo, la vida media de la deuda en circulación alcanza, tras esta subasta, los 6,77 años. Por tercer año consecutivo, el Tesoro ahorrará en intereses de la deuda respecto del Presupuesto una cantidad que en 2016 se acercará a los 2.000 millones de euros.