Motor

Ford Mondeo Vignale CDTI 2.0 4x4 Automático

Elegancia, lujo, distinción a precio razonable

Mariano García Viana | Martes 25 de octubre de 2016
Son bastantes los modelos de distintas marcas que ofrecen las cualidades que señalamos en el antetítulo y que son características típicas de un coche de la categoría “premiun”, pero que tenga todo ello y además un precio razonable, solo hay uno, el Mondeo Vignale.

La serie Vignale significa en Ford que el modelo que luce éste apellido se pude calificar de “premiun”, es decir que es de una clase superior dentro de su categoría, que no es un coche de gran producción, sino que es especial y hasta minoritario, pues su fabricación se ha cuidado al máximo y los materiales empleados en ella son de primera calidad, a lo que hay que añadir un tratamiento especial a su propietario, como cliente de la clase Vignale. Aunque la gama Vignale se ha ampliado al S-Max y al Kuga, el primer modelo que la inauguró fue el Mondeo que por su propia concepción es el más representativo de esa línea especial que supone un sobreprecio de casi 10.000 € de diferencia con respecto a una versión media “normal”.

Independientemente del color exclusivo de la pintura dorada de la carrocería, el equipamiento y el refinado interior del Vignale, donde el cuero es el mayor protagonista, pues además de los originales asientos , también destaca el salpicadero, del mismo material, que luce un original pespunte que se prolonga por los laterales de la consola, elemento éste de generoso tamaño y que ocupa todo el centro del salpicadero, con una no menos generosa pantalla táctil de 8 pulgadas, bajo la cual se agrupan los mandos del potente climatizador y del equipo de sonido. Los mencionados asientos, en el caso de los delanteros tienen calefacción y ajuste eléctrico y disponen de una configuración denominada «Multicontorno» que cuentan con ajustes adicionales (anchura del respaldo y de la banqueta, y apoyo lumbar a tres alturas diferentes), función de ventilación y masaje (se puede seleccionar solo para el respaldo, solo para la banqueta y para ambos). Los asientos traseros cuentan con calefacción en las plazas laterales. Como curiosidad digamos que Ford ha trabajado durante dos años y medio para perfeccionar el diseño de estos asientos Vignale, que se inspiran en objetos de marroquinería de lujo y requieren un 100% más de cuero para obtener una mayor cobertura y un 50% más de tiempo de cosido. Asimismo, cada pieza de cuero premium Windsor se somete a un riguroso proceso de selección en el que se reducen al máximo las marcas naturales. El cuadro es de tipo virtual , se puede interpretar fácilmente y resulta muy agradable a la vista.

En lo que hay que insistir es en la alta calidad de los materiales utilizados, todo respira distinción y lujo y hasta la piel es suave como pocas. Una idea de lo cuidado que está el interior del Vignale, es el empleo del sistema de Atenuación Activa de Ruidos, que debuta a nivel europeo: tres micrófonos distribuidos a lo largo del habitáculo, captan el ruido del motor que llega al interior para que el sistema envíe ondas de sonido opuestas a través del equipo de audio, que puede esta incluso apagado, para cancelar ese ruido y mejorar el sonido ambiente del habitáculo. También para atenuar aun más el interior del coche, se han utilizado aislantes especiales en los pasos de rueda y se ha mejorado el tapizado interior del techo y puertas. Como es de esperar el equipamiento es sumamente completo y entre los elementos más destacados por su singularidad cabe destacar el sistema de Detección de Peatones; la Tracción Total Inteligente; el Active Park Assist con estacionamiento perpenticular, que permite a los conductores detectar plazas de estacionamiento adecuadas y maniobrar para aparcar en ellas; el Reconocimiento de Señales de Tráfico, el Active City Stop, que activa automáticamente los frenos para mitigar a evitar una colisión con un vehículo delantero a velocidades de hasta 40 km/h; los faros dinámicos LED; y los cinturones traseros inflables, que se expanden rápidamente en caso de accidente para dispersar las fuerzas del impacto. Por su parte el maletero tiene una capacidad de 525 litros, lo que no está nada mal.

Para animar la unidad probada de este elegante coche, nos encontramos un motor diesel TDCi Duratorq de dos litros de cilindrada, 180 CV a 3.500 r.p.m. y un par de 400 Nm a 2.000 r.p.m. Un motor con un funcionamiento excelente, no es nada ruidoso, es suave en cualquier circunstancia y aunque se le suba de vueltas de forma brusca y se compagina perfectamente con el cambio automático Powershift de seis velocidades y con el sistema de tracción total iAWD. Las prestaciones que se pueden conseguir son más que interesantes, la velocidad máxima es de 225 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h, se sitúa en los 8,3 segundos. El consumo es igualmente interesante pues con esas prestaciones no sube de los 4,5 litros de media. A ello contribuye el sistema de Star&Stopo con el que se cuenta. Además de la seguridad que ya de por sí proporciona la tracción integral, también es importante de resaltar que las suspensiones suben aún más ese nivel de seguridad. En el tren delantero nos encontramos un típico McPherson con su correspondiente barra de estabilidad y en el trasero u eficaz paralelogramo deformable con igualmente una barra de estabilidad. Por todo ello conducir el Mondeo Vignale proporciona una experiencia de los más satisfactorio. Rodeado de lujo, con un comportamiento excelente y un motor sobrio en el consumo y presto a entregar su potencia en todo momento.

Pero ….¿Por que apellidar Vignale a los modelos Premium de Ford? Veamos: Alfredo Vignale fue uno de los primeros carroceros en darse cuenta de que un coche es algo que se puede personalizar con diseños a medida. Vignale aprendió junto al maestro carrocero Battista Pinin Farina antes de crear sus propios diseños icónicos para fabricantes de automóviles italianos bajo su propio nombre. Entre 1948 y 1969, la Vignale Carrozzeria, cerca de Turín, atrajo a clientes de todo el mundo. Por eso Ford señala esos modelos exclusivos con el mítico nombre del carrocero. Unos modelos exclusivos que tienen el sello español, ya que cada vehículo es acabado a mano por seis maestros artesanos en un proceso que incluye hasta 100 revisiones de calidad adicionales, que son realizadas en el nuevo Centro Vignale en Valencia. Allí se revisan desde el chasis y el alineamiento de los paneles hasta el acabado de la pintura. Durante este proceso, un equipo de expertos dedican más de dos horas a abrillantar a mano la pintura exterior para crear el acabado perfecto. También examinan los acabados del interior de las 40 piezas de cuero cortadas al láser que se emplean en cada asiento.


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