Desde subarrendamientos indebidos hasta utilizar el inmueble como local de alterne, pasando por subrogaciones no permitidas. Estos son algunos de los casos a los que se ha enfrentado la agencia de investigación privada Ochoa Detectives, y que gracias a su actuación, ha contribuido a la resolución de los casos e indemnización para los afectados.
El objetivo de los servicios de agencias como Ochoa Detectives consiste en recopilar pruebas suficientes para acreditar en los juzgados que el arrendatario no vivía en el inmueble objeto de contrato de alquiler, que en el mismo se desarrollaba alguna actividad no permitida por el propietario, e incluso que quien residía en la vivienda era una persona diferente al firmante del contrato y sin relación directa (y no subrogable en el alquiler).
Este problema afecta a gran número de personas que desconocen por completo cómo actuar. Como en todos los sectores, la crisis ha hecho mella. En los años previos a la crisis, las agencias de investigación privada trabajaban en numerosos casos de este tipo atendiendo a la llamada de empresas de gestión inmobiliaria y constructoras mayoritariamente.
Sin embargo, tras la crisis ha habido muchas personas que han dejado de contar con el apoyo de estas compañías, por lo que no han podido lidiar con el problema. Existen numerosos afectados cuyos inmuebles están siendo utilizados de forma fraudulenta, pisos de renta antigua que el inquilino está subarrendando y ganando miles de euros en ello, apartamentos que se emplean para actividades ilícitas…
Estas personas que tienen un piso alquilado y que aún no pueden extinguir el contrato de arrendamiento, han comprobado que recurrir a una agencia de investigación privada con experiencia probada en estos servicios aporta las pruebas necesarias para marcar la diferencia. La diferencia entre poder disponer de su vivienda para el alquiler a precio de mercado actual repercutiendo positivamente en los ingresos a final de mes y evitando el gasto que muchas veces implican este tipo de alquileres, o seguir sufriendo económica y psicológicamente la carga que puede suponer.