Motor

Renault Talisman Sport Tourer dci 130, 4 control

Un familiar con clase y tecnología

Mariano García Viana | Martes 22 de noviembre de 2016
Hace unos meses tuvimos la ocasión de probar el Talisman en su versión berlina y nos pareció un coche que significaba para Renault un salto adelante en calidad y tecnología. Ahora, su versión familiar viene a corroborar esa afirmación y fijar aún más el excelente trabajo que la marca francesa ha realizado en este familiar que tiene una clase y un estilo alcanzado por muy pocos modelos de su segmento.

En alguna otra ocasión hemos comentado la evolución sumamente positiva que han experimentado los modelos familiares, cuyos diseños en algunos casos han superado incluso a los de las propias berlinas. Si llegar a ese extremo en el caso del Talisman Sport Tourer, lo que si hay que reconocer que el diseño está francamente logrado y se convierte en uno de los más atractivos de su segmento, aunque en España las ventas de este tipo de vehículos break todavía están bastante por debajo de la media europea, a pesar de que ha aumentado en los últimos años. Independientemente de los gustos, lo que hay que reconocer que el Sport Tourer de la gama Talisman tiene un futuro más que halagüeño, pues además es el mejor y más grande de la familia break que ha fabricado nunca Renault.

Como es lógico de mitad de coche hacia delante es muy similar en sus formas a la berlina, conservando por tanto el gran rombo vertical sobre la calandra cromada, el capo de generosas dimensiones y su personales nervaduras, las luces de día de LED en forma de «C» que descienden hasta el paragolpes y dibujan una original firma luminosa, los faros con tecnología LED (Pure Vision), etc. Mientras que incorpora unos rasgos particulares de un break como es la prolongación del techo hasta la amplia luneta, las barras en el techo de aluminio pulido que casi llegan hasta el alerón de buenas dimensiones situado sobre la mencionada luneta, un junquillo cromado que subraya con elegancia el contorno de los cristales laterales, pasos de rueda bien marcados y sobre todo una parte trasera cuyo diseño remarca la anchura del coche, a lo que contribuye unas luces traseras, con encendido permanente y guías luminosas con profundidad visual 3D, que dibujan una firma luminosa identificable de inmediato.

Si el exterior está francamente conseguido y como decimos, denota un paso adelante dentro de esta categoría en Renault, el interior, al igual que la berlina, sigue esa misma línea, pero pudiendo además presumir de un mayor espacio disponible, sobre todo lógicamente en la zona del maletero. De entrada digamos que el salpicadero está claramente inspirado en el Espace, sobre todo en lo que se refiere al propio cuadro de instrumentos y a la consola central con su gran pantalla táctil vertical de 8,7”. El diseño en general del salpicadero es más bien sencillo, pero no exento por ello de cierta elegancia, sobre todo en el lado del copiloto en cuyo frontal se aprecian las decorativas costuras de la piel. Las salidas de aire son de grandes dimensiones, sobre todo las que “escoltan” a la pantalla, que por cierto “absorbe” la mayoría de las funciones auxiliares, ya que bajo ella solo se sitúan los del potente climatizador. El cuadro en su parte central solo tiene el cuentavueltas y a cada lado los complementarios, ya que la velocidad se puede ver en el centro del cuentarrevoluciones y en la pantalla transparente que se despliega sobre el cuadro, que también ofrece las señales de tráfico y el sistema de cambio de carril. Los asientos son muy confortables y sujetan bien el cuerpo, disponiendo de calefacción y ventilación, además de una interesante innovación, la incorporación de la tecnología denominada Cover Carving Technology: se trata de una primicia mundial: una nueva carcasa semi rígida, resistente a la vez que flexible y ligera que se integra en el respaldo de los asientos delanteros.

Como la posición ante el volante multifunción, es muy fácil de adaptarse a cualquier fisonomía, el conductor pude hacer cientos de kilómetros sin fatigarse, pues la palanca de cambios queda muy a mano como ocurre con todos los demás interruptores auxiliares. Las plazas traseras disponen de un espacio para las piernas envidiable y de no ser por la configuración para dos personas, puede acoger perfectamente a tres sin sentir apreturas. El acceso al maletero se ha mejorado especialmente gracias a la altura del umbral de carga de 571 mm y a la amplia apertura de 1.075 mm. El portón cuenta con sistema de apertura manos libres que se activa con un movimiento del pie debajo del paragolpes. A esto hay que sumar el cierre motorizado. La banqueta trasera adopta la funcionalidad 1/3 / 2/3 y la modularidad Easy Break permite un abatido sencillo desde el propio maletero mediante dos palancas. El Sport Tourer ofrece un volumen de carga de 572 dm3 bajo la bandeja cubreequipajes y una longitud de carga de 1.116 mm. Cuando se abate la banqueta trasera, la longitud de carga alcanza los 2.011 mm, es decir, un volumen de carga de casi 1.700 dm3.

El equipamiento es muy completo y se puede contar con un sinfín de elementos de ayuda a la conducción, a la seguridad, el confort y la conectividad, tal es el caso, de que en este último apartado, se incorpora el sistema R-Link 2, que entre otras muchas actividades puede funcionar como una tablet, con zoom con los dedos, recorrido por las páginas etc. R-LINK 2 pilota la tecnología MULTI-SENSE y las ayudas a la conducción además de las funciones clásicas: navegación, audio y climatización…Los botones de acceso directo, la rueda de la consola central y los mandos adicionales en el volante completan la pantalla táctil y proporcionan una manipulación del sistema totalmente segura. Las funciones favoritas y las más utilizadas están al alcance de la mano gracias a las páginas de inicio personalizables que recurren a widgets (ventanas funcionales). Además, es fácil acceder en un clic a los reglajes de conducción y de vida a bordo favoritos. Basta con memorizarlos en un perfil personal que incorpora las preferencias personales relativas, como por ejemplo al idioma, la posición del asiento (Incluidos los masajes), a los retrovisores exteriores, a las emisoras de radio, al ambiente luminoso……Es también digno de destacar el excelente equipo de sonido Bose, con el que estaba equipado, con nada menos que trece altavoces. Además cuenta con los elementos más habituales en este segmento, como el avisador de cambio de carril, el radar delantero anticolisión, ayuda del aparcamiento, cámara trasera, BLIS en los retrovisores exteriores, etc.

La unidad de pruebas estaba equipada con el eficiente motor diesel, dCi Energy, de 1.600 c.c. y 131 CV de potencia a 4.000 r.p.m. y un excelente par de 320 Nm a 1.750 r.p.m. Un motor que en conjunto parece que tiene más potencia que la que figura nominalmente dada su eficacia. Su funcionamiento es bastante silencioso y además con el buen trabajo de aislamiento que se ha hecho en el habitáculo, es sonido mecánico y de rodadura apenas se deja oir y se puede disfrutar perfectamente del excelente equipo de sonido, a no ser que en velocidades cortas vayamos a elevadas revoluciones. Las prestaciones son bastante dignas, por lo que la velocidad máxima se sitúa en los 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en los 11 segs. Como decimos, el funcionamiento mecánico es muy suave y suave también es el correspondiente a la caja de cambios, en este caso manual, de 6 velocidades, que se engranan sin dificultad y sus relaciones están muy de acuerdo con la motorización, para no perder impulso en las sucesivas subidas de velocidad. El consumo medio, para un coche de esta envergadura y porte, no supera los 5 litros, lo que no está nada mal. Cabe destacar que se cuenta con el sistema Star&Stop, con una parada y puesta en marcha que apenas se deja sentir.

También el mencionado sistema Multi-Sense controla el 4 Control de las cuatro ruedas directrices, así como la amortiguación pilotada. El sistema 4Control está permanentemente activo. Por debajo del umbral de 50 km/h en modo confort (60 km/h en modo neutro y 80 km/h en modo sport), las ruedas traseras giran en la dirección opuesta a las ruedas delanteras, con una amplitud máxima de 3,5 grados. En términos de sensaciones, es como si el Talisman Sport Tourer acortara su batalla en beneficio de la máxima agilidad. Por encima de este umbral, las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las ruedas delanteras. Por su parte, la amortiguación pilotada adapta de forma permanente la reacción de los amortiguadores al estado de la carretera, a las condiciones dinámicas así como a las acciones del conductor: giro, cambio de carril, aceleración y frenado… A través de la electroválvula presente en cada amortiguador, el Sport Tourer analiza continuamente las condiciones de circulación y ajusta su respuesta hasta cien veces por segundo.


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