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Naturaleza e historia se dan la mano en la senda de Hontoria

Martes 29 de noviembre de 2016
Los contrastes paisajísticos y la diversidad de flora y fauna marcan este recorrido de 10 kilómetros por el Cañón del Río Lobos.

Hontoria del Pinar ofrece múltiples opciones turísticas y culturales. Entre ellas, destaca la Senda de Hontoria, un recorrido por el Cañón del Río Lobos en el que se mezcla la vegetación característica de la zona, como los pinares y las sabinas, con especies animales singulares como el tritón jaspeado o el pico picapinos. Todo esto, coronado con restos de arquitectura romana y el ambiente más relajante para disfrutar durante las casi tres horas que dura este singular trayecto.

Situada en el extremo Sureste de la provincia de Burgos, en plena Sierra de la Demanda, la localidad de Hontoria del Pinar yace entre una espectacular orografía. Las aldeas Navas del Pinar y Aldea del Pinar completan este enclave situado en un entorno privilegiado. Rodeado de pinar, el municipio es un reflejo de la huella que dejaron celtas y romanos en su paso por tierras leoneses, siglos atrás. Es precisamente en los alrededores de Hontoria del Pinar donde se encuentran algunos de sus paisajes más relevantes: el Pico Navas, el Cañón del Río Lobos, el Valle de Costalago, y el Pozo Ayrón o ‘Pozairón’. Este último debe su nombre a una creencia por la que los celtíberos ofrecían sacrificios de animales y productos de la tierra al Dios Ayrón en las riberas de la laguna.

La Sierra de Costalago se extiende desde el sur de Hontoria del Pinar, ofreciendo al viajero uno de los mayores sabinares de la comarca y parajes de gran belleza, como Vallejo los Lobos. Un valle arropado por pinos, robles y sabinas que yacen sobre el territorio sobre el que durante la Edad Media sustentaba el pueblo Costa de Lago.

Todo ello se enclava en uno de los escenarios naturales más visitados de Burgos. Se trata del Cañón del Río Lobos, que, con sus contrastes y a su extensa flora y fauna, constituye un Parque Natural formado por 9.850 hectáreas de naturaleza que se extienden tanto por los terrenos de Burgos como de Soria.

La manera más efectiva de disfrutar de toda la belleza que se concentra en este territorio es a través de la Senda de Hontoria, un recorrido circular de 10,1 km que nace y culmina en Hontoria del Pinar. El trayecto cuenta con una duración estimada de 3 horas durante las cuales el excursionista podrá disfrutar de la flora, la fauna, el paisaje y la geología característica de la zona, entre las que destacan extensos pinares y sabinas, todo tipo de aves y restos de construcciones romanas.

Tomando Hontoria del Pinar como punto de partida, la senda enseguida revela el nacimiento del Cañón del Río Lobos, un tramo angosto de más de 25 kilómetros de longitud por el que fluye el río rodeado de paredes rocosas, pinos pudios y sabinas.

El primer punto de referencia que marca la ruta es Agualinos, ofreciendo dos alternativas para llegar a esta zona: acceder a través de la pista de tierra paralela a la antigua vía del ferrocarril o atravesar el paraje de El Castro, camino en el que es posible divisar una antigua minería del caolín. Ya en este punto de la senda, el excursionista se da cuenta de que no está solo. El envolvente sonido de las ranas al croar y los colores vivos de los tritones jaspeados, un anfibio de características similares a la salamandra, son capaces de transportar a los presentes hasta el entorno natural más puro.

Una vez adentrados en el cañón, el pino pudio tiñe gran parte de la vegetación, con permiso de los sabinares. Los ejemplares de Gayuba y Estepa mantienen la hegemonía del verde a excepción de las peonías, encargadas de poner la nota de color en las laderas del cañón.

Además, si el excursionista está atento, podrá divisar ejemplares de ardilla, zorro o carbonero, así como águilas reales y buitres leonados. Y si afina el oído, es probable que detecte el característico golpeteo del ave pico picapinos. Durante el trayecto, el sendero ofrece perlas históricas que amenizan el viaje, como un chozo de resineros reconstruido, cuya finalidad era servir como lugar de resguardo y descanso años atrás.

Una vez dejado de lado el cauce del río, da comienzo una etapa de serpenteante ascensión cuya meta es el paraje de los Tres Vallejos, y desde donde se pueden distinguir las perforaciones conocidas como simas o torcas. El propio páramo calizo evidencia un sistema de grietas que resulta en una red interior de drenajes, dando lugar a la formación de cavidades y estalactitas.

Durante el recorrido, el viajero puede también admirar los históricos grabados que presiden las paredes de la cueva de los Pellejeros, sin duda parada obligatoria. Lo mismo sucede con Las Raideras, el anfiteatro de caliza cuyas grietas provocan una cascada en época de lluvias. En lo que a flora y fauna se refiere, enebros, colirrojos reales y herrerillos capuchinos pueden ser observadas.

La mayor lección de arquitectura histórica se encuentra casi al final del recorrido, donde se erigen las huellas de los romanos que habitaron la zona en el pasado. Todo aquel que lo desee puede contemplar el fragmento de calzada que unía los pueblos de Uxama y Clunia, o divisar el puente romano que cierra la travesía.

Además de la Senda de Hontoria, las inmediaciones de este territorio burgalés ofrecen la posibilidad de realizar otros recorridos como la Ruta de la calzada romana, la Ruta al puente de los 7 ojos, la Ruta de las dehesas y la Ruta del Pico de Navas, donde culminan los montes hontorianos.


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