La entrada en vigor de este tributo estaría prevista para 2017 y tendría un tipo máximo del 1%. La base imponible del impuesto se calculará sobre la suma total de todos los activos no productivos registrados a un mismo nombre, estableciéndose un mínimo exento de 500.000 euros o de 100.000 euros si no incorpora ningún inmueble.
La aprobación de la medida supondría una nueva traba a la inversión en nuestro sector y una penalización tributaria más, sumada al ya injusto impuesto de matriculación que merma nuestra competitividad dentro y fuera de España.
Ante la posibilidad de que esta propuesta fuera aprobada, desde ANEN estamos trabajando ya para trasladar nuestro malestar y desacuerdo a las distintas fuerzas políticas, a las que solicitamos su apoyo en las reuniones que estamos manteniendo con ellos, a fin de alcanzar un tratamiento fiscal más justo y favorable para el crecimiento de nuestro sector.