Una señal de alarma es la subida de los tipos de la deuda a largo en Estados Unidos, cuyo contagio afecta a Europa, y devalúa las carteras de deuda a precios de mercado.
Informe correspondiente al 5 de diciembre de 2016
PREVISIONES
2016 |
2017 |
|
PIB |
3,2% |
2,4% |
Inflación |
0,7% |
1,6% |
Paro |
19,7% |
18,0% |
Es probable que se mantenga el 0,7% mensual de crecimiento en los últimos meses del año, incluso la recuperación del 0,8 % en diciembre, ayudada por el consumo. El frenazo de la inversión y las exportaciones comienzan a acusar la debilidad del comercio mundial.
En el 2017, esperamos cierta desaceleración paulatina, al perder fuerza el viento de cola que empujaba nuestra economía: inflación negativa (más acusada que la europea, con incidencia en la competitividad), bajos tipo de interés y política agresiva del BCE. Sin embargo la fortaleza del dólar puede hacer recuperar el sector exterior, y el turismo mantendrá su fuerza, así como la incorporación de la construcción apoyada por una mayor demanda de viviendas.
En el sector financiero, la recuperación de la demanda y la buena marcha del mercado laboral (parece haber tocado suelo la pérdida de empleo) puede hacer crecer los créditos, a la vez que la subida de los intereses favorece su margen financiero. Una señal de alarma, la subida de los tipos de la deuda a largo en Estados Unidos, cuyo contagio debe producirse en Europa, y que devalúa las carteras de deuda a precios de mercado. La subida de los tipos de interés no es mala señal para los ahorradores, pero el hecho de crecer la inflación como se espera, hace que la retribución en términos reales del ahorro siga siendo baja. Entendemos que en el año 2017 puede comenzar la recuperación del sector financiero, sumido en una reducción drástica del empleo y del número de oficinas, lo que debe redundar en beneficio de su rentabilidad, priorizando el soporte electrónico (incluso, mostradores “online”) y ante el crecimiento de competidores: banca en la sombra, fintech, crowdlending, etc, que coadyuva de forma manifiesta a una reconversión drástica que el sector parece no haber terminado.
Las previsiones de incremento del IPC para 2016 del 0,7% y del 1,6% para 2017, se derivan fundamentalmente de:
Prevemos que la tasa media anual de desempleo se sitúe a final de año en 19,7%, y en el 18% en 2017. El crecimiento continuado de la economía española, que prevemos finalizará el año en el 3,2%, y que continuará en 2017 (2,4%), es el principal motor de la creación de empleo, aunque en 2017 ambos indicadores suavizan su crecimiento.
La recuperación del consumo y la inversión unido a la moderación de los costes salariales, deben hacer que el ritmo de creación de empleo se sitúe en tasas similares en 2017. El crecimiento de la población ocupada debe reforzar además descensos de la tasa de paro derivados de la reducción de la población activa relacionada con el envejecimiento poblacional.