Durante su intervención, Abel Veiga reconoció que hasta el año 2004 era un “ignorante” del seguro, pero decidió iniciar su estudio porque “es de lo más frecuentemente interpretado por el Tribunal Supremo y porque hay gran disparidad de respuestas acerca del mismo”.
Además, el profesor lamentó que el derecho de daños se haya ido diluyendo en los planes de estudio universitarios “cuando es algo que nos acompaña en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida profesional y personal”. Igualmente, hizo referencia a prácticas diarias relacionadas con la formalización de este tipo de contratos. Así, comentaba que “firmamos los contratos de seguro muchas veces sin saber a qué nos comprometemos y sólo nos leemos una póliza cuando hay un siniestro”. Se trata de costumbres que se deberían cambiar e insistió en que “el exceso y la falta de información en la firma del contrato de seguro son igual de negativos”.
En referencia a la Ley de Contrato de Seguro, señaló que “el derecho de daños se está construyendo continuamente porque la práctica es mucho más rica”. Asimismo, incidió en que “se denosta esta Ley con las modificaciones realizadas […] se maquilla una ley funcional, pero que todavía tiene muchos flancos abiertos, aunque va funcionando”.
El profesor Veiga reconocía “a nivel europeo, en el derecho del contrato de seguro no se ha avanzado como en otras ramas, se ha ido dando palos de ciego” pero también quiso hacer hincapié en que “la riqueza pragmática del contrato de seguro ha desbordado los anquilosamientos que existían antiguamente en este campo”. “El seguro va por delante de la realidad”, sentenció.
MESA REDONDA
Como parte de la presentación de la obra se organizó una mesa redonda moderada por el Decano de la Facultad de Derecho de la Universidade da Coruña (UDC), José Manuel Busto Lago, en la que participaron además del autor, el responsable de la Sección de Responsabilidad Civil y Seguro del Ilustre Colegio Provincial de Abogados de A Coruña, Juan Antonio Armenteros Cuetos y dos alumnos universitarios de los másteres de Asesoramiento Jurídico Empresarial y Abogacía de la UDC, Itziar Sobrino García y Manuel Díaz Pérez. Durante la misma se debatió sobre la situación actual de la Ley de Contrato de Seguro y la necesidad de modificarla o reemplazarla en un futuro próximo por una nueva norma.
Concretamente, Juan Antonio Armenteros reiteró las palabras de José Manuel Busto en referencia a la falta de formación académica acerca del contrato de seguro en el grado de Derecho. En palabras de Armenteros: “el contrato de seguro da trabajo y llama la atención que no haya formación académica sobre el mismo”. Por otro lado, incidió en que “el estudio del contrato de seguro se debe profesionalizar mucho más y debe haber una legislación más clara; aún a día de hoy se discute sobre si una cláusula es limitativa o limitadora”.
Por su parte, Manuel Díaz se refirió a los riesgos asociados a la responsabilidad civil profesional de la abogacía en el libre ejercicio de la profesión. En este sentido, se refirió a la obra presentada indicando que “es inspiradora, un excelente punto de partida que se hace extensible a toda la rama jurídica”. Igualmente, afirmó que “el estudio del riesgo exigido a las entidades aseguradoras por Solvencia II supondrá una gran oportunidad profesional para los abogados”.
Por último, Itziar Sobrino se refirió a la figura del gestor de riesgos en las empresas, reclamando que “el programa de seguros es básico para controlar los riesgos empresariales”. Asimismo, realizó un repaso por los principales instrumentos del seguro para proteger la responsabilidad civil en las empresas.
LA OBRA: TRATADO DEL CONTRATO DE SEGURO
Esta cuarta edición (de agosto de 2016) del Tratado del Contrato de Seguro supone el estudio más completo y acabado del contrato de seguro que existe en este momento en la bibliografía española, especialmente en el estudio de las modalidades más frecuentes de contratos. La importante reforma Ley de Ordenación, Supervisión y Solvencia de las Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (LOSSEAR) y los pronunciamientos jurisprudenciales habidos desde la anterior edición son analizados con precisión y detalle por el autor.
El Tratado del Contrato de Seguro está considerado como un trabajo completo, riguroso y analítico de la teoría y elementos esenciales del contrato de seguro, el riesgo, el interés, los condicionados de las pólizas, los siniestros, y las obligaciones y deberes de las partes.