Presentado en el último Salón de Los Ángeles, el Elantra se conforma como un sedán, por lo tanto con tres volúmenes, y el modelo que nos ocupa es nada menos que su sexta generación y está fabricado en Estados Unidos y Corea del Sur. Como carta de presentación digamos que en el país americano ha cosechado distinciones en materia de seguridad y en este mismo sentido, las cinco estrellas en los test realizados al respecto, así como la medalla de bronce de diseño de los premios International Design Excellence 2016 (IDEA). Pero veamos como es el Elantra.
Su frontal adopta la nueva y ya típica parrilla de forma hexagonal, a cada lado de la cual luce (nunca mejor dicho) unas modernas ópticas que integran los faros de xenón, así como la luz de día con tecnología led. En los extremos de este original frontal se abren unas no menos originales entradas de aire, que integran los antiniebla y que dan al Elantra un aspecto único y personal. Lateralmente se aprecia claramente una cierta vocación coupé del diseño, ya que la trasera es bastante más alta y la luneta sumamente inclinada, así como el tercer volumen es muy corto y alto.
Unas acertadas formas para marcar el paso de las ruedas y una sinuosa línea que desde la aleta delantera se prolonga por toda la carrocería, hasta el lateral de los grupos ópticos trasero, vuelven a dar al modelo una personalidad única en esta visión lateral. Para terminar la descripción de este aspecto exterior, señalemos que la trasera contiene unos pilotos estrechos pero de grandes dimensiones ya que incluso se prolongan lateralmente y que también utilizan tecnología led. La corta tapa del maletero incorpora un discreto alerón que combina muy bien con el resto del panel posterior que incluye un elaborado paragolpes que oculta el escape. Es de destacar en este apartado de carrocería que el coeficiente aerodinámico es de solo 0,27 gracias también a que se ha trabajado mucho en la cobertura de los bajos del coche.
Decíamos en el antetítulo que el Elantra es un coche sencillo y esta sencillez se aprecia en el interior que, al contrario del original y personal exterior, ofrece un diseño demasiado convencional y los materiales empleados muestran un aspecto en el que el plástico es demasiado evidente. Ahora bien, justo es reconocer que además de amplio y dentro esa mencionada sencillez, el Elantra resulta un coche cómodo y capaz de seguir ofreciendo esa comodidad después de un viaje de muchos kilómetros pues la labor de insonorización en el habitáculo está muy conseguida.
El salpicadero presenta unas líneas más bien horizontales y la disposición de los elementos es convencional. Un cuadro con dos grandes relojes, separados por una pequeña zona para mostrar las funciones del ordenador o del propio vehículo y dentro de cada uno de ellos los más pequeños indicadores de nivel de gasolina y temperatura. Una gran visera los protege, mientras que en el centro del salpicadero se sitúan las salidas de aire y en el centro la pantalla multifunción. Bajo ella los mandos del equipo de sonido y más abajo, ya formando parte de la consola central, los del climatizador y algunos interruptores auxiliares . Todo práctico y fácil de utilizar, pero demasiado “soso”, como falta de la imaginación en su diseño.
Los asientos sujetan bien el cuerpo y la postura ante el volante no ofrece el más mínimo problema. El trasero se puede abatir y acoge perfectamente a tres personas por espacio disponible y cuyo respaldo es abatible asimétricamente. El maletero sorprende por su capacidad sobre todo después de ver su corta tapa, nada menos que cerca de los 500 litros y es además muy utilizable por sus formas limpias y sin entrantes ni salientes.
Aunque existe una versión con motor de gasolina, la prueba la hemos llevado a cabo con una unidad que montaba el motor diesel 1.6 CRDI que posiblemente sea la más solicitada. Esta mecánica dispone de un rendimiento de 136 caballos y un par de 260 Nm. No es un motor especialmente brioso, pero si es silencioso y con un gran poder de recuperación lo que hace muy agradable su utilización, tanto en el tráfico urbano como en viajes largos por carretera.
La velocidad máxima se sitúa en los 190 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos, mientras que el consumo medio, una de sus mayores virtudes, es de solo 4,1 litros a los 100 kms. Acompañando a esta agradable y eficiente mecánica nos encontramos una caja de cambios automática de 7 velocidades y doble embrague, que se adapta perfectamente a la mecánica ya que su funcionamiento es igualmente suave y eficiente.
No nos extraña que el Elantra tenga premios en lo que a seguridad se refiere, pues además de su rígido bastidor, que contribuye a ello, sus suspensiones le sujetan con una eficacia digna de encomio. Es muy difícil alterar las reacciones del coche aunque la curvas sean cerradas y sucesivas, su dirección, con accionamiento eléctrico, es muy directa y la suspensión permite que en el paso de esas curvas el coche lo haga prácticamente plano y con un gran aplomo, hecho éste que se vuelve a notar, a elevada velocidad en carreteras o autopistas despejadas, además de la mencionada anteriormente confortabilidad para los ocupantes.
El equipamiento es bastante completo e incorpora elementos de categorías superiores como la calefacción y ventilación de los asientos delanteros. Entre los elementos de seguridad cabe destacar, los siete airbags, incluido uno para las rodillas del conductor, el sistema electrónico de control de estabilidad, gestión de estabilidad, control de tracción, ABS de última generación……Y entre los de confortabilidad y ayuda a la conducción, la cámara de visión trasera, el sistema automático de apertura del maletero aunque se tengan las manos ocupadas, sistema de ángulo muerto en los retrovisores exteriores, retrovisor interior con oscurecimiento progresivo y un buen número más de elementos habituales en este tipo de vehículos.
Como comentábamos al principio el Elantra es el modelo más desconocido de la amplia gama de Hyundai, pero a la vista de su diseño, su eficacia mecánica y de estabilidad, su equipamiento, etc,, no es de extrañar que en poco tiempo sea ya más habitual en nuestras ciudades y carreteras, cualidades tiene desde luego para ello.