La entidad benéfica “CLAVE atención a la deficiencia auditiva” (www.oiresclave.org) alerta sobre las lesiones irreversibles que pueden causar estos regalos en la audición de los más pequeños. Por ello apela a la responsabilidad de los padres a la hora de la compra y a que controlen el uso responsable de los juguetes. Los niños se acercan los juguetes a la cara y no manejan los controles de volumen aunque el juguete lo permita. Esto los convierte en muy vulnerables ante posibles lesiones auditivas cuando los productos superan los niveles de sonido recomendados.
CLAVE recomienda a los padres el uso de aplicaciones gratuitas para medir el nivel de decibelios que producen los juguetes o que consulten el listado que cada año elabora la asociación norteamericana Sight and Hearing que autoriza a CLAVE a colgar en su web (http://www.oiresclave.org/index.php/padres/informacion/articulos/1927-juguetes-ruidosos-juguetes-sonoros ). Este año, han detectado niveles peligrosos en productos de marcas muy conocidas. Una figura de luchador que emite frases y sonidos que alcanzan los 104,4dB encabeza la lista, que también incluye varios modelos de coches a control remoto con luces y sonido o una figura de dinosaurio recomendada para niños de preescolar con ojos que destellan y cuyo poderoso rugido alcanza los 97.5dB.
CLAVE aconseja a los padres que presten mucha atención a que todos los juguetes que adquieran cumplan la normativa europea y lleven la marca CE. Recomienda además, elegir aquellos artículos con control de volumen y tomar medidas como quitar las baterías o colocar cinta adhesiva en los altavoces para amortiguar el volumen. Es necesario enseñar a los niños a no llevarse los juguetes ruidosos a la oreja mientras juegan, como medida de prevención y para favorecer hábitos de escucha saludables. Los daños auditivos durante los primeros años, pueden desembocar en problemas más graves y tener efectos negativos sobre el aprendizaje y el correcto desarrollo del niño.