Economía

Previsiones del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas

Informe correspondiente al 30 de diciembre de 2016

Viernes 30 de diciembre de 2016
La rentabilidad va a seguir unida al riesgo. En el primer semestre la Bolsa se moverá entre los 9.000 y 10.300, con gran volatilidad y con comportamientos laterales frecuentes. A los precios actuales, los bancos son una buena opción de compra en Bolsa, a pesar de la sentencia europea sobre las clausulas suelo.

El Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas, elabora, además de los informes cuatrimestrales con el análisis de la situación financiera y de todos los parámetros que le afectan y de la información diaria que se puede seguir en la web (http://www.observatorioeconomico.es/index.php), con previsiones mensuales sobre el PIB, la Inflación y la tasa de desempleo.

Informe correspondiente al 30 de diciembre de 2016

PREVISIONES

2016

2017

PIB

3,2%

2,4%

Inflación

0,7%

1,7%

Paro

19,7%

18,0%

No cambian nuestras previsiones sobre las efectuadas en el mes de noviembre. Se espera que el PIB vuelva a crecer, como pronosticábamos, un 0,7% en el cuarto trimestre del año, encadenándose nueve trimestres consecutivos sin que el crecimiento caiga por debajo de este guarismo. Incluso, y según el tirón del consumo en Navidades (se espera ventas minoristas crezcan un 4% respecto al año pasado), nos atrevemos a decir que podría volver al 0,8%, aunque conforme avanza el mes esta probabilidad, salvo sorpresa grata, haya ido perdiendo fuerza entre nosotros.

Nuestra previsión de crecimiento del 2,4% para 2017, puede ser superior

En cuanto al IPC, mantenemos un crecimiento de 0,7% para 2016 y que supere el 1,7% para 2017, derivado fundamentalmente en el incremento del precio de las materias primas, básicamente petróleo y otros commodities, en las políticas expansivas de incremento del gasto público previsto en U.E. y U.S.A. y en el incremento de la renta disponible de la media española en el 2015 y 2016 que previsiblemente se mantengan, aunque a un ritmo inferior al ejercicio anterior 2017

En el año que entramos, las incertidumbres políticas: el proteccionismo que preconiza la llegada de Trump, así como los efectos del Brexit afectando al comercio mundial; las elecciones en Francia, Holanda y Alemania, pueden incidir en la economía y también en la recuperación a la que, incipientemente se asiste en el terreno macroeconómico.

En el caso de nuestro país, con ese marco exterior envolviéndole, no podemos obviar que se sigue esperando en lo positivo otro buen año del turismo, que la vivienda y el sector de la construcción comienzan a recuperarse, aunque lentamente. En el lado negativo el petróleo que ha subido con fuerza, la inflación que repunta a su compás con el consiguiente efecto en un alza de los tipos de interés (afortunadamente no se esperara a corto plazo, ni de forma brusca). Y, muy significativo, el año 2017 apura los estímulos fiscales en nuestro país, a la vez que se constata que la tasa de ahorro de nuestros hogares pisa cotas históricamente bajas, lo que preocupa porque sigue siendo éste el combustible para el consumo interno que tanto incide en nuestro crecimiento. De hecho, se espera en el nuevo año la ralentización del consumo hasta el 2,3 (este año está creciendo a tasas del 3%). A ello se une la moderación de las exportaciones a la que se asiste. La bajada del euro ante el dólar hace más competitiva el área euro, pero con medido efecto para nuestro comercio por dirigirse nuestras exportaciones principalmente a ella.

La tasa de desempleo, estimamos que se sitúe en el 18% en 2017

En cuanto a las previsiones de creación de empleo para el año son positivas. La tasa media anual de desempleo estimamos se sitúe a final de 2016 en 19,7%, y en el 18% en 2017. Esto, de confirmarse, compensaría la amenaza reseñada para el consumo. No lo olvidemos, que la recuperación del consumo y la inversión unido a la moderación de los costes salariales, deben hacer que el ritmo de creación de empleo en 2017 se sitúe en tasas similares a las del año en curso. Recordemos que es el motor de nuestro crecimiento.

Sin embargo, a estas alturas somos optimistas y nuestra previsión de crecimiento del 2,4% para el año que comienza, tiene sin embargo un ligero sesgo alcista, que conforme avance el año podríamos confirmar o descartar.

En el terreno de lo financiero, los bancos a los precios actuales son una buena opción de compra en Bolsa, a pesar de la sentencia europea sobre las clausulas suelo (provisionadas en gran parte, descontado su efecto en tal sentido); la mejora de la economía y el aumento de la demanda de crédito, también de las hipotecas por la recuperación constatada de la vivienda, va a mejorar su facturación, así como la subida de tipos lo hará con sus márgenes. Su gran amenaza es la competencia de las fintech, start-up. etc., haciéndolo prácticamente sin estructuras de costes fijos. El sector está sufriendo por ello una reconversión, quizás definitiva, que va a cambiar la imagen que tenemos del mismo, también de cercanía al consumidor y cliente. Algo que torna en virtual.

Para el inversor, estamos ante un año donde debe imperar la volatilidad, donde la Bolsa, al rebufo de la recuperación debe ser la principal opción. La renta fija de confirmarse, como es previsible la subida de tipos, castigará las carteras en los balances bancarios, tan afines a ella. La rentabilidad, ineludiblemente va a seguir unida al riesgo, sin que el ahorrador conservador tenga el consuelo del 2016, con tasas de inflación negativas que ayudaban al efecto de rentabilidades reales más atractivas que las exiguas nominales.

En nuestra opinión, 2017 se presenta más positivo para la Bolsa, una vez minorada la incertidumbre política en España con la formación de Gobierno. Sin embargo, somos prudentes en su evolución en el primer semestre debido a la posible inestabilidad política europea y estimamos que se moverá en una banda entre los 9.000 y 10.300, con gran volatilidad y con comportamientos laterales frecuentes. Hay que tener en cuenta que las pequeñas compañías reaccionan antes ante los buenos datos macroeconómicos, pero las castiga más la inestabilidad, son menos líquidas y problemáticas por ello ante sucesos imprevistos.

En el segundo semestre de 2017 esperamos que, si no se producen acontecimientos no previstos, y una vez conocidos los diferentes desenlaces políticos en Europa, la evolución de las bolsas y en concreto del Ibex, sea positiva gracias a la mejora de los beneficios empresariales estimada por el consenso para 2017 y a la sólida evolución que está mostrando la economía española.

Año pues, el que se avecina muy interesante para seguir de cerca. Promete ser veleidoso y distraído en su acontecer financiero. Desde esta plataforma siempre objetiva de la Comisión Financiera del Consejo General continuamos prestos a tomar su pulso y seguir una singladura cuyo felpudo comenzamos a avizorar cuando diciembre agota las últimas hojas del calendario.


Noticias relacionadas