Actualmente, los locales de las marcas del grupo cuentan con varias pantallas de entre 40 y 55 pulgadas distribuidas en cada restaurante, ascendiendo a un total de 1.000 pantallas LED en 250 establecimientos. Además, estos locales también cuentan con el software MagicInfo S para la continua actualización de los contenidos en las pantallas y la agilización de los procesos de cada marca. En este sentido, Carmen Medina, Content Manager & Producer en el Grupo Restalia, comenta que “el uso de MagicInfo S elimina la necesidad de instalar ordenadores y reproductores de vídeo en el propio local, simplificando la infraestructura de manera considerable. Eliminando la inversión en estructuras propias, hacemos que la expansión de nuestro proyecto sea más flexible y sencilla”.
Tras la integración de estas soluciones en los locales de Restalia, la facturación se ha visto incrementada en función de la marca y el producto. Además, se ha establecido otro canal de comunicación unidireccional con el cliente en cada punto de venta, manteniendo al grupo en la vanguardia de la restauración en nuestro país. “Desde Restalia valoramos la posibilidad de conectar con el estilo de vida del consumidor, ofreciendo contenido sobre nuestras marcas y nuestra propuesta de valor. Este proceso es muy importante para una empresa tan innovadora dentro del sector, por eso hemos decidido contar con un partner de primer nivel como es Samsung”, afirma Sara Vega, directora de Marketing, Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo Restalia.
El grupo Restalia comenzó su andadura en el año 2000 en Islantilla (Huelva), instalando su primer local de 100 Montaditos en Madrid tres años después. El gran paso de la compañía se produjo en 2006 cuando su expansión comenzó a desarrollarse por las calles de las principales ciudades de España. La constante innovación de la compañía ha sido clave en este proceso, una innovación que se ha visto impulsada a través de la colaboración con partners, permitiendo el ahorro de costes, el aumento de la facturación y la fidelización de un consumidor cada vez más exigente.