En 2016, los meses preferidos por los estudiantes para alquilar fueron agosto y septiembre. Mientras que aquellos en los que más rápido se alquilaron las habitaciones fueron enero y octubre. Durante estas fechas los alojamientos más demandados se alquilaron, de media, en cuatro días. Le siguen: septiembre, con cinco días, y, febrero y noviembre, con seis. Mencía explica que “la mayor rapidez con la que se alquilan las viviendas en estos meses se explica por los cuatrimestres universitarios ya que los meses anteriores son los elegidos por la mayoría de estudiantes para buscar alojamiento”.
Por ciudades, Madrid y Barcelona experimentaron un leve incremento en sus precios con respecto al año anterior, concretamente del 5,86% en la capital y de 3,20% en la ciudad condal. Así, el precio medio que tuvo que pagar un estudiante en Madrid el pasado año fue de 427,21 euros, frente a los 403,55 euros de 2015. Mientras que, en Barcelona, los estudiantes que alquilaron una habitación pagaron, de media, 401,09 euros, frente a los 388,63 euros, de 2015.
A nivel nacional, se pasó de estancias de 152 días de media en 2015 a 141 días en 2016, lo que supone un descenso del 7%. En Barcelona, las reservas se realizaron para 133 días, frente a los 152 días de media que se alquilaba en 2015, por lo que el tiempo de permanencia en la ciudad disminuyó un 12%. Por el contrario, en Madrid la media de días de estancia creció un 5,09%, con respecto al 2015, pasando de 147 a 155 días en 2016.
Finalmente, las viviendas y alojamientos que más demandaron los estudiantes que vinieron el pasado año a nuestro país fueron aquellas que tenían las facturas incluidas, calefacción central y wifi.