Este premio especial para las ideas tecnológicas más destacadas es un encuentro habitual desde 1989. Se llama en honor de Paul Piestch, ex piloto de Gran Premio y co-fundador de Motor Presse Stuttgart. Las condiciones para optar a la nominación de una innovación son que esté lista para su producción en serie y aporte un gran valor añadido para los clientes en las áreas de medio ambiente, confort, seguridad o economía. Los ingenieros de Opel consideraron todos estos aspectos a la hora de desarrollar el Ampera-e. El coche eléctrico de Rüsselsheim está abriendo un nuevo capítulo en la electromovilidad con su autonomía de más de 500 kilómetros (conducción eléctrica medida en base al ciclo NDEC, según cifras preliminares). La estrella del reciente Salón de París supera a su rival más cercano en su segmento en al menos 100 kilómetros de autonomía con una sola carga. Incluso de acuerdo con el ciclo WLTP (Procedimiento de prueba armonizado a nivel mundial para vehículos ligeros), el cual refleja el consumo de forma mucho más próxima a las condiciones reales de conducción, el Ampera-e ofrece una autonomía de 380 kilómetros.
Cuando finalmente el Opel Ampera-e necesita recargarse, una carga de 30 minutos en un cargador rápido de corriente continua de 50 kW añadirá otros 150 kilómetros de autonomía a la nueva generación de baterías de iones de litio del Ampera-e (valor medio, medido con base a pruebas NEDC preliminares). Por otra parte, el par máximo de 360 Nm es el responsable del electrizante temperamento del nuevo modelo. El rendimiento del motor eléctrico es equivalente a 204 CV/150 kW, lo que hace que arranque sin esfuerzo desde parado o acelere vigorosamente a la hora de incorporarse a una autovía, siendo dos de los principales puntos fuertes del Opel Ampera-e. El compacto coche eléctrico acelera de 0 a 50 km/h en 3,2 segundos y la recuperación de 80 a 120 km/h se completa con éxito en 4,5 segundos (cifras preliminares). Para beneficiar la autonomía total, la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 150 km/h.