Estas son las conclusiones que se extraen del informe Global Cold Storage Capacity Report 2016 elaborado por la Global Cold Chain Alliance, asociación dedicada a la integración de las mayores empresas de este segmento de la actividad.
Así, en el estudio hecho público por esta confederación se estima que la capacidad de todos los almacenes frigoríficos a nivel mundial asciende hasta los 600 millones de metros cúbicos, lo que implica un aumento del 8,6% respecto al año 2014. La causa principal que se esgrime en la publicación para esta subida son las nuevas construcciones de esta clase localizadas en los países emergentes y también en Norteamérica.
En los dos últimos años se ha producido un aumento de almacenes dedicados al frío industrial en países que tradicionalmente contaban con una capacidad muy limitada, como es el caso de Turquía o Uzbekistán. Pero también ha existido mucha actividad en otros más tradicionales, como Estados Unidos, Canadá o México. En el lado contrario se encuentran las naciones europeas, donde se ha registrado un descenso en la capacidad de almacenamiento en varios países.
España presenta, sin embargo, una tendencia alcista en este sector tras superar a duras penas la crisis económica que se vivió en el pasado y que tuvo en el año 2011 su peor momento. Por suerte, según el informe de la Global Cold Chain Alliance, esos tiempos parecen lejanos para los profesionales de la refrigeración industrial.
Esta tendencia ha sido confirmada también por la Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (Aldefe), que se encarga de recopilar de manera trimestral toda la información sobre este sector y atendiendo siempre a cuatro factores principales: la ocupación, la manipulación de mercancías, la plantilla y la facturación de las compañías.
Según los datos que ha hecho públicos Aldefe durante el año pasado, en el segundo trimestre de 2016 aumentaron todos los registros.