La DAP certifica que la información sobre el impacto ambiental de este sistema es transparente y comparable. Esta certificación, que se ajusta a la normativa internacional ISO 14025, supone que el aislamiento térmico de Danosa ha alcanzado la mayor transparencia posible en cuanto a la información que da al mercado acerca de sus prestaciones medioambientales.
De este modo, la compañía puede prescribir este producto como válido en las certificaciones verdes de edificios, por ejemplo LEED y BREEAM, situándose así en la vanguardia de la fabricación de materiales sostenibles para la construcción eficiente. Asimismo, los arquitectos y profesionales de la industria cuentan con una gama de productos sostenibles que les ayudarán a optimizar sus trabajos y conseguir proyectos relacionados con la nueva corriente constructiva eficiente y respetuosa con el entorno.
En concreto, las planchas de aislamiento térmico Danopren, realizadas en poliestireno extruído, no emiten ningún gas de efecto invernadero durante la vida útil del edificio en el que se instalan. Estas planchas aíslan el edificio al reducir las pérdidas de calor en invierno –y también las ‘ganancias’ no deseadas en verano-, lo que minimiza el intercambio energético entre el interior y el exterior, de modo que el edificio consume menos energía y emite menos gases asociados a la combustión para la climatización a la atmósfera.
Y es que el orden de magnitud de reducción de emisiones de CO2 conseguido con Danopren es dos veces superior a las emisiones asociadas al ciclo de vida reflejado en la propia DAP, es decir, un mínimo de 100 veces más. Además, cuando hablamos de sostenibilidad nos estamos refiriendo a algo que “se sostiene en el tiempo”, y en el caso de esta solución constructiva sus prestaciones térmicas tienen una durabilidad ligada a la propia vida del edificio.
Una historia de respeto al medio ambiente
Este no es el primer certificado DAP que recibe Danosa, pues las láminas impermeabilizantes PVC-p ya cuentan con esta acreditación. Estas láminas impermeabilizantes protegen de las humedades y filtraciones de agua todo tipo de infraestructuras, como los puentes de las carreteras, las cubiertas de los aparcamientos o los muros enterrados.
Igualmente, la compañía ha integrado en sus procesos de producción y en sus instalaciones una serie de procesos para dejar menos huella en el medio ambiente, mediante el uso racional de los recursos naturales y la energía, de modo que ha reducido los residuos generados, facilitando su reciclado. Así, se une a otras muchas empresas que ya han empezado a mover ficha en su ‘modus operandi’ para luchar contra ese mal común: al cambio climático.