Por ello, startups como Bluelife Battery, han decidido diseñar planes de formación para reclutar y evitar estos episodios de pérdida de profesionales de futuro altamente cualificados en sectores estratégicos.
Países europeos como Noruega han decidido poner en marcha alternativas pensando ya en el próximo siglo y prepararse. En este sentido España apuesta, entre otros, por el sector de la movilidad sostenible y la ingeniería aplicada a ese concepto.
El CEO de Bluelife battery, Alfredo Omaña, indica que “creo que las startups que pertenecemos al ramo tecnológico estamos en cierta forma ‘obligadas’ a atraer talento a nuestras compañías. Con estas iniciativas podemos descubrir nuevos talentos que crezcan profesionalmente junto a nosotros y así seguir formándoles para hacer fuerte el sector de la regeneración energética y movilidad sostenible de nuestro país. De ahí que hayamos apostado por el Bluelife Challenge”, afirma.
Y es que el objetivo de la formación no sólo es enseñar sino que las personas con capacidades contrastadas formen parte de las empresas y del mercado laboral español.
Normalmente estos procesos duran aproximadamente seis meses. Se convocan una serie de plazas con unos requisitos muy concretos en cuanto a expediente y titulación. Una vez terminado este período, los jóvenes tendrán la posibilidad de incorporarse al mercado de trabajo en las empresas en función del aprovechamiento y si resultan los mejores de su ‘promoción’
Las empresas de futuro toman posición a la hora de retener el talento en España y es que físicos, ingenieros, informáticos son los más demandados fuera de nuestro país. Ahora el esfuerzo se centra en retenerlos.