Pero ¿cómo conseguir alumnos excelentes si no es con profesores excelentes? Con este objetivo, la empresa española Smartick ha llegado a un acuerdo con la Universidad de Valladolid para que los futuros profesores que ahora estudian el primer curso de las Titulaciones de Grado en Educación Infantil y Grado en Educación Primaria utilicen esta aplicación de matemáticas -que hasta ahora se destinaba a niños de 4 a 14 años- para mejorar sus conocimientos.
¿La razón? Los profesores de hoy reconocen que se enfrentan a esta asignatura con un deficiente nivel de conocimientos, unos índices elevados de ansiedad y un bajo autoconcepto para resolver los problemas. “Los objetivos de este proyecto son ambiciosos pero también realistas. Queremos elevar el nivel de alfabetización matemática de los estudiantes universitarios y reducir al mismo tiempo la ansiedad frente a esta asignatura, pero también proporcionar a estos alumnos nuevas herramientas que les faciliten el establecimiento de rutinas de trabajo autónomo y la reflexión sobre el propio proceso de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas para el desarrollo de su competencia matemática, a la vez que ofrecerles nuevas formas y herramientas para apoyar el mencionado proceso”, señalan José María Marbán, coordinador del Proyecto de Innovación Docente de la UVa y Daniel González de Vega, socio fundador de Smartick.
Una percepción muy parecida a la que tienen los padres de si mismos, ya que uno de cada tres reconoce que en su etapa como estudiante tuvo una mala relación con esta asignatura y la ayuda que puede ofrecer a sus hijos es mínima, ya que conserva el sentimiento de rechazo a la materia, según el primer Barómetro ‘El aprendizaje de las matemáticas en España’ elaborado por Smartick a finales de 2016.
200 futuros maestros de los campus de Valladolid y Segovia utilizarán Smartick durante este curso 16/17, un proyecto pionero e innovador que servirá para analizar el potencial de esta herramienta -que ha sido reconocida con el sello de excelencia de la Comisión Europea- en la formación inicial de los futuros maestros. Que los niños adoren las matemáticas depende, en buena medida, de que ese mismo afecto lo sientan sus profesores.
Ya lo dijo Juan Escudero, catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia: “Innovación educativa significa una batalla a la realidad tal cual es, a lo mecánico, rutinario y usual, a la fuerza de los hechos y al peso de la inercia”. Como hace Smartick con su aplicación de matemáticas. Más conocimiento, más autoestima, menos ansiedad. En alumnos y en profesores.