Ford Edge 2.0 TDCI 180 CV Titanium

Dispuesto ocupar un puesto de honor en el segmento de los SUV “Premium”, el Edge tiene todas las papeletas para conseguirlo, por diseño, equipamiento, calidad de los materiales empleados y por un motor potente y económico.

Aunque lanzado en EE.UU. en 2006 en su primera generación, el Edge no ha llegado a Europa hasta la aparición de esta segunda el pasado año y que supera con creces a aquella. Su origen norteamericano es indudable sobre todo por su robusto y vertical parrilla, si bien el resto del coche es igualmente indudable que está hecho al gusto europeo, por sus fluidas líneas y su aerodinámica e inclinada trasera. Como decimos el frontal da un aspecto de robustez y solidez. La calandra con las dos anchas barras cromadas, presidida por un generoso logotipo de la marca, esta escoltada en su parte superior por los completos faros de led y algo más debajo de la inferior, por los antiniebla enmarcados por un elementos cromados dentro de un cubículo negro. Más abajo otra entrada de aire asegura la refrigeración. Lateralmente las líneas del Edge son todo un acierto superficie acristalada contenida, pero armoniosa, formas sutiles entre ruedas cuyos prominentes pasos insisten en la robustez del modelo, rematado por unas fuertes llantas de aleación. La tercera ventanilla con una fuerte inclinación conjunta la parte trasera, quizás la más moderna y atrevida de la carrocería, que dispone de una luneta con un gran ángulo de inclinación similar a la de un coupé, que esta coronada por un prominente alerón. Los grandes grupos ópticos horizontales se sitúan bastante altos “invadiendo” ligeramente la mencionada luneta y prolongándose por los extremos de la carrocería y unidos por una línea roja que igualmente forma parte de los pilotos. Esta situación alta de ópticas y luneta, incluso del lugar de la siempre antiestética matrícula, permiten visualizar una gran zona de chapa pues el paragolpes es bastante bajo, para facilitar la carga y descarga del equipaje, insiste una vez más en la robustez del conjunto.

El habitáculo del Edge denota la categoría “Premium” en la que Ford quiere integrar, y con razón, a este SUV, ya que nada más acceder al interior se puede observar claramente la alta calidad de los materiales empleados, su excelente ajuste y la utilización profusamente de la piel. El panel de instrumentos y la consola central cuentan con un diseño de una sola pieza que fluye desde la parte inferior del parabrisas hasta la columna central flotante con suficiente capacidad de almacenaje para un paraguas plegable. El diseño del panel de mandos y los materiales se funden con las puertas delanteras para crear un efecto envolvente. Los usuarios pueden ajustar siete colores de iluminación ambiental LED para los reposapiés delanteros y traseros y los abundantes huecos portaobjetos. La instrumentación se ve en una pantalla digital configurable en 3D, con tres áreas de información diferenciadas: además del cuentavueltas, en la parte izquierda se muestran los datos del ordenador de viaje y los parámetros modificables del vehículo; en la central se puede elegir entre las indicaciones del sistema de navegación, de la fuente de sonido seleccionada o del teléfono; y en la parte derecha aparece el velocímetro, la información de los sistemas de ayuda a la conducción, el nivel de carburante disponible y la autonomía restante. Los asientos, en esta versión Titanium, son de cuero, estando los delanteros refrigerados que dirigen aire frío proveniente del climatizador a través de orificios en el asiento de cuero, para alivio de los ocupantes en los días más cálidos y también calefactados para lo contrario, la igual que el volante multifunción y el parabrisas. Su regulación es eléctrica y resultan realmente cómodos.

El amplio maletero tiene una capacidad de carga, de 1.847 con los asientos traseros abatidos, está entre las mayores del segmento, a lo que hay que añadir zonas de almacenaje adicionales alrededor de los arcos de las ruedas. Incluso se ha aprovechado el espacio alrededor de la rueda de repuesto; una bandeja extraíble de poliestireno ligero se coloca en la zona para poder hacer uso de un espacio que, de otra manera, se echaría a perder. Con los asientos en posición normal al capacidad es de 602 litros, lo que no está nada mal. Presidiendo el salpicadero nos encontramos con una pantalla táctil multifunción que además del navegador incluye un excelente equipo de sonido con 12 altavoces. El equipamiento es supercompleto, tanto en elementos de confort como en los de ayuda a la conducción. Nada menos que 18 tecnologías avanzadas pueden reducir el estrés de la conducción y ayudar a controlar el vehículo, entre las que se incluyen:

• Asistente Precolisión con Detección de Peatones, que activa el freno si es inminente una colisión con un vehículo delantero, y está diseñado para detectar personas en la carretera o cerca de ella y activar los frenos si se detecta una colisión potencial.
• Tecnología de faros LED, que utilizan el Sistema de Iluminación Frontal Adaptativa de Ford para ajustar el ángulo de haz de luz al entorno de conducción.
• Tecnología de luces largas que no deslumbran que detecta vehículos por delante, tanto que cruzan como que circulan en la misma dirección.

Las tecnologías de sensor del nuevo Edge también hacen que aparcar resulte más sencillo:

• El Estacionamiento Perpendicular puede detectar plazas de estacionamiento y maniobrar en modo manos libres en batería de la misma manera que el Active Park Assist les ayuda a aparcar en paralelo.
• Park-Out Assist ayuda a los conductores a salir de un espacio de estacionamiento en paralelo. El sistema opera el volante, mientras que el conductor maneja el acelerador y el freno.
• Ayuda de Estacionamiento Lateral emite alertas sonoras e indicadores de distancia en pantalla con obstáculos que rodean al vehículo.
• Alerta de tráfico Cruzado avisa a los conductores que están maniobrando para salir de una plaza de estacionamiento de vehículos que pueden estar aproximándose por detrás.
• Sistema de Cámara de Visión Frontal, que puede ayudar a los conductores a ver a través de esquinas utilizando una cámara de un megapíxel en la rejilla frontal para mostrar un ángulo panorámico, tanto a la izquierda como a la derecha, en la pantalla táctil de ocho pulgadas a todo color. En un cruce con poca visibilidad o al salir de un garaje, la cámara permite a los conductores detectar vehículos que se aproximan de manera fácil, peatones o ciclistas.
• Otras tecnologías de asistente del conductor ofrecidas con el nuevo Edge incluyen el Sistema de Información de Puntos Ciegos(BLIS), el Reconocimiento de Señales de Tráfico, el Asistente de Mantenimiento de Carril y la Alerta al Conductor.

Ford incorpora en el Edge un sistema de cancelación de ruido (tres micrófonos captan el sonido en el habitáculo y un procesador genera una señal sonora inversa para anular la del ruido) e incluso unos cristales delanteros laminados. Con ello y la ausencia de vibraciones del motor, hacen que viajar en él sea una auténtica delicia. El dos litros de 179 CV, 3.500 r.p.m., dispone de un par de 400 Nm entre 2.000 y 2.500 r.p.m. Con estas cifras es fácil adivinar que su comportamiento es de lo más satisfactorio como así es, a pesar de sus casi dos toneladas de peso en orden de marcha. Alcanzar los 200 km/h de velocidad máxima y conseguir desde salida parada en 9,9 segundo los 100 km/h, nos indican también la fuerza y dinamismo de esta excelente mecánica diesel. Desde muy bajas vueltas empuja y empuja y solamente la agilidad que tengamos en manejar el cambio manual de 6 marchas pueden hacerle perder el ritmo, cosa bastante difícil pues la inserción de una tras otra velocidad es realmente suave y precisa.

El consumo sorprende por lo bajo que es dadas las características del coche, apenas 5,8 litros a los 100 kms y ello es debido a que, además del excelente rendimiento del motor en sí, pues emplea las últimas novedades de la industria del automóvil, también aplica tecnologías de mejora de consumo de combustible como:

-Carga Regenerativa Inteligente, que activa el alternador de manera selectiva y carga la batería cuando el vehículo va en punto muerto o frena para recapturar energía que, de otra manera, se perdería, reduciendo la carga de motor por una mejor utilización de combustible.

-Auto-Start-Stop, que para de manera automática el motor cuando el vehículo está al ralentí y reinicia el motor cuando el conductor quiere mover el coche.

-Cortinas Frontales Aero que dirigen el aire a través de unas hendiduras verticales en el paragolpes frontal y lo envían a través del extremo exterior de la rueda frontal, creando un muro de alta velocidad que reduce la carga aerodinámica causada por la rotación de las ruedas.

El Edge está equipados con el sistema de Tracción Total Inteligente que ofrece una transición de par ininterrumpida entre las cuatro ruedas para conseguir una sujeción más segura a la carretera, especialmente en terrenos resbaladizos. El sistema recoge datos de 25 sensores diferentes para medir el agarre de las ruedas a la superficie de la carretera y pueden ajustar el envío de par hasta un 50/50 entre las ruedas delanteras y traseras en menos de 20 milisegundos, 20 segundos más rápido de lo que se tarda en parpadear. Este sistema puede ajustar la distribución de par de manera preventiva para evitar el giro de ruedas, facilitando las cosas a los conductores y haciendo posible viajes más suaves a los pasajeros. Al enviar par solo donde y cuando es necesario, el sistema tiene un impacto mínimo en la eficiencia de combustible. En definitiva, que el Edge es un coche muy fácil de conducir y resulta muy cómodo pues las suspensiones, con McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, ambos ejes con barras estabilizadoras y muelles helicoidales con un tarado muy logrado, pues consigue un perfecto equilibrio entre seguridad y comodidad.

Como comentábamos al principio de la prueba con el Edge, Ford ha conseguido un SUV de auténtico prestigio, su mecánica, su excelente interior y terminación, su seguro comportamiento y su llamativa y conseguida carrocería, le hacen realmente distinto a todos.