Los $2,4 billones de valor provendrían de nuevos empleos y reducción de emisiones de carbono derivadas del aumento de la eficiencia del sistema global, optimizando la asignación de capital y creando nuevos servicios para los clientes.
La rápida caída de los costes de las tecnologías de “grid-edge” está impulsando su adopción por parte de los clientes. Los medidores inteligentes, los dispositivos conectados y los sensores de red aumentarán la eficiencia de la gestión de red y, lo que es más importante, permitirán a los clientes disponer de información en tiempo real sobre el suministro y la demanda de energía en todo el sistema. El aumento esperado en la adopción de vehículos eléctricos podría proporcionar una gran flexibilidad a la red en forma de almacenamiento, pero también podría plantear problemas de congestión del sitio, por ejemplo, si un gran número de vehículos eléctricos quería recargar en una geografía concreta al mismo tiempo.
De la misma forma que Uber o AirBnB han revolucionado las industrias del transporte y la hospitalidad, respectivamente, las tecnologías de “grid-edge” podrían mejorar la tasa de utilización de la infraestructura eléctrica. El sistema eléctrico fue construido para satisfacer la demanda máxima, lo que significa que una parte significativa de la infraestructura se encuentra inactiva durante la mayor parte del tiempo. En Estados Unidos, la tasa media de utilización de la mayoría de la infraestructura de generación fue inferior al 55% en 2015. Una disminución del 10% en la demanda pico podría crear hasta $80 mil millones de valor al aumentar la tasa de utilización general de la infraestructura.
Para los consumidores, el despliegue de tecnologías de “grid-edge” permitirá a los clientes tomar el centro del sistema eléctrico. Bajo las señales de precios correctas y el diseño del mercado, los clientes podrán producir su propia electricidad, almacenarla y luego consumirla en una franja horaria más barata o venderla de nuevo en la red. Un sistema de este tipo permitirá incluso transacciones descentralizadas “peer-to-peer”.
Las tecnologías de “grid-edge” están en el punto de inflexión de la curva de adopción, y tanto la industria como los reguladores necesitan prepararse para recursos distribuidos conectados digitalmente. California, Nueva York, Corea del Sur y el Reino Unido ya lideran estos cambios.
Producido por Bain & Compan y en colaboración con el Foro Económico Mundial, el informe compila y analiza ejemplos prácticos y las mejores prácticas en los mercados de electricidad maduros que pueden ser replicadas en otras geografías. A continuación, se describen los principios del marco de acción - necesarios para la acción de los sectores público y privado – y sus recomendaciones correspondientes.
Rediseñar el paradigma regulador
Implementar la infraestructura de habilitación
Redefinir la experiencia del cliente
Adoptar nuevos modelos de negocio
“En este último informe, nos centramos en cómo los países podrían acelerar el despliegue de nuevas tecnologías y disfrutar de los beneficios económicos y sociales que aportan, incluyendo la sostenibilidad, la seguridad, la fiabilidad y la elección de los clientes”, dijo Roberto Bocca, miembro del Comité Ejecutivo en el Foro Económico Mundial.
“La velocidad de adopción y el éxito en la conformación de la transformación depende de las acciones a través de la regulación, la infraestructura, los modelos de negocio y la participación de los clientes. Aquellos sistemas de energía que no actúan no alcanzarán el valor de las fuentes de energía distribuidas, lo que aumenta el riesgo de dejar caer la generación o los activos de la red y la deserción del cliente de la red”, agregó Joseph Scalise en Bain & Company.