La confianza en los CEO de las empresas ha registrado un desplome en todos los países encuestados, situándola en los niveles más bajos de la historia del Barómetro de Edelman. La caída media global ha sido de 12 puntos mientras que en España, la disminución ha sido de 10 puntos. En este sentido, un 40% de los encuestados en España, o lo que es lo mismo, cuatro de cada diez, considera que los CEO son creíbles, porcentaje que cae a un 31% cuando se trata de representantes de los gobiernos.
En este contexto, el 67% de los encuestados en España considera que el sistema está fallandoy el 25% no está seguro de que funcione. La pérdida de fe en el sistema se ha registrado en 1 de cada 2 países analizados, tratándose de un fenómeno característico de países con democracias de tipo occidental. Por ejemplo, en Francia e Italia, los porcentajes han sido superiores, situándose en ambos casos en un 72%.
Asimismo, en 2017 se ha agrandado la brecha entre los niveles de confianza según el tipo de público encuestado: la confianza en las instituciones es mayor para el público informado(con ingresos altos, estudios universitarios y bien informados) y menor para la población general. En España, la diferencia es de 16 puntos (9 puntos en 2016), siendo la brecha más acusada en Estados Unidos (21 puntos), Reino Unido (19 puntos) y Francia (18 puntos).
El círculo vicioso de la desconfianza
El Barómetro ha puesto de manifiesto que a medida que se deteriora la confianza en las instituciones, con la consiguiente pérdida de fe en el sistema, la sociedad se vuelve más vulnerable a los miedos, creando así un círculo vicioso que puede derivar en cambios de gobierno, políticas de reforma, anulación de acuerdos existentes o mayores exigencias a las empresas y otras instituciones.
En este sentido, los resultados de la encuesta son relevantes: un 82% declaró sentir preocupación por la corrupción, un 66% por la globalización, un 64% por el deterioro de los valores sociales, un 49% por la inmigración y un 52% se mostró preocupado por el ritmo de la innovación tecnológica, al estimar que está evolucionando a una velocidad demasiado rápida.
Estos porcentajes son significativamente mayores en el caso de los encuestados que manifestaron varios miedos y preocupaciones y que, además, consideran que el sistema está fallando.
Este ciclo de desconfianza se potencia a través de una ‘caja de resonancia’ compuesta por un ecosistema de medios de comunicación, cuyo efecto refuerza las creencias personales y cierra la puerta a versiones u opiniones contrarias. Así, un 41% declaró que no escucha normalmente a la gente o instituciones con las que discrepa. Y un 51% nunca o casi nunca cambia su posición sobre temas sociales importantes.
Los encuestados muestran más confianza en los medios de comunicación propios (70%) y en los motores de búsqueda (67%) que en los medios tradicionales (66%), medios solo online (40%) o medios sociales (39%). Además, se cree más en la información recogida por motores de búsqueda (59%) que en un editor humano (41%).
“Buena parte de la sociedad percibe a los medios de comunicacióncomo parte de la élite”, señala Miguel Ángel Aguirre, Director General de Edelman en España. “El resultado es una propensión a consultar medios de referencia propia o creer más a ‘aquellos que son como yo’. La falta de confianza en los medios también ha propiciado el fenómeno de las noticias falsas y de políticos hablando directamente a las masas a través de sus canales sociales”.
En este sentido, la autoridad sigue dispersándose. Una persona como yo (60%) es ahora igual de creíble como fuente de información que un experto técnico (60%) o académico (60%), y mucho más creíble que un CEO (37%) o un representante del gobierno (29%).
Confianza en las empresas para que mejoren las condiciones sociales
De las cuatro instituciones analizadas en el Barómetro de Confianza de Edelman, las empresas son la segunda que genera más confianza en el mundo, para los que consideran que el sistema falla, para los inseguros y para los que creen que el sistema funciona.
“Es clave recuperar la confianza en las empresas, por su papel relevante como motor económico y de cohesión social del país. La confianza es la base en la que se asienta el mercado y sus relaciones.Y este papel es especialmente relevante en la banca, como agente esencial para promover y sustentar el dinamismo de nuestra economía a través de la canalización del ahorro y la inversión”, señala Maria Luisa Martínez, Directora Ejecutiva de de Comunicación, Relaciones Institucionales, Marca y RSC de CaixaBank.
Las empresas se perciben como las únicas capaces de hacer las cosas de forma diferente y propiciar un cambio positivo en la sociedad. De hecho, cuatro de cada cinco encuestados (81%) afirma que una empresa puede llevar a cabo acciones que incrementen sus beneficios, pero que también mejoren las condiciones sociales y económicas de las comunidades en que operan.