Precisamente, la relación entre la corrupción política y el fraude fiscal se sometió hoy a la opinión de Joaquim Bosch, portavoz de Jueces para la Democracia; Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional y de José María Olmo, periodista de El Confidencial que fue uno de los que destapó los ‘Papeles de Panamá’.
Gestha considera que el correcto desempeño de las funciones públicas de determinados responsables de la AEAT y del Ministerio de Hacienda choca con su actividad más que frecuente en multitud de actos docentes (jornadas, cursos, talleres y másteres universitarios…), lo que abre la duda sobre su compatibilidad con el cargo, dado que podría menoscabar el estricto cumplimiento de sus deberes, cuando no comprometer su independencia o imparcialidad.
En este sentido, los Técnicos señalan que, a pesar de recibir altas retribuciones con ingentes incentivos, es frecuente encontrar en los claustros de profesores a subdirectores generales y altos responsables de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes o de la Dirección General de Tributos, por citar algunos ejemplos.
Estos “docentes” cuentan ya con elevados salarios por sus cargos desempeñados en Hacienda, que se mueven entre los casi 70.000 euros de un subdirector adjunto de la Dirección General de Tributos, hasta los más de 100.000 euros anuales que percibe un jefe de equipo nacional de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes o el Jefe de la OFNI.
Cuadro 1. La retribución de algunos de los cargos de Hacienda que instruyen a los asesores fiscales
Puestos ocupados por algunos de los “docentes” |
Estimación de las retribuciones totales en 2017 (*) |
Jefe de Equipo nacional de inspección A.A. Delegación Central de Grandes Contribuyentes |
111.774,18 |
Jefe Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional |
108.081,27 |
Director General de Tributos |
104.979,38 |
Jefe de Equipo nacional de inspección A.A. Delegación Central de Grandes Contribuyentes |
104.078,26 |
Jefe Adjunto Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional |
103.255,34 |
Jefe ENI Coordinador/a Delegación Central de Grandes Contribuyentes |
101.185,61 |
Presidente Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid |
100.970,15 |
Director del Instituto de Estudios Fiscales |
97.310,13 |
Inspector Asesor y Coordinador D de Oficina Nacional de Investigación del Fraude |
93.337,38 |
Jefe Unidad de Coordinación Dependencia Regional de Gestión Tributaria de Madrid |
93.077,88 |
Jefe de Equipo nacional de inspección Delegación Central de Grandes Contribuyentes |
91.726,53 |
Inspector Hacienda D |
86.423,50 |
Subdirector General AEAT |
83.977,53 |
Subdirector General de la Dirección General de Tributos |
83.977,53 |
Director de Formación de Hacienda Publica del Instituto de Estudios Fiscales |
83.977,53 |
Subdirector Adjunto de la Dirección General de Tributos |
69.641,32 |
(*) Se estiman con 9 trienios e incluyendo la percepción media de los complementos de productividad.
Fuente: Gestha, a partir de las Relaciones de puestos de trabajo del Ministerio de Hacienda y de la AEAT
El cargo, como gancho
En todo caso, los Técnicos de Hacienda consideran que no debería aprovecharse el nombre oficial del cargo ocupado como “gancho” para atraer alumnos a los cursos, ya que las actividades privadas lucrativas no deberían promocionarse con la utilización del cargo.
El ejemplo más paradigmático es el del Máster en Dirección de Fiscalidad Internacional, cuyo claustro de profesores está formado por 27 personas, de las cuales 16 son inspectores de Hacienda en activo y 4 en excedencia. Y entre los 16 en activo se encuentran los dos máximos responsables de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes (DCGC) y de la Dirección General de Tributos -hasta el pasado diciembre- y cinco subdirectores generales.
Curiosamente, este máster dedica una parte de su temario, sin ser exhaustivos, a las principales características de los paraísos fiscales más notables y regímenes fiscales privilegiados de mayor interés, planificación corporativa-sociedades holding, planificación financiera internacional, planificación de operaciones internacionales sobre bienes intangibles, planificación sobre centros productivos de comercialización y de servicios de empresas multinacionales, planificación sobre inversiones inmobiliarias transnacionales y planificación internacional para personas físicas, patrimonial, familiar y sucesoria.
Muchos de estos cursos, organizados por entidades privadas, se dirigen precisamente a asesores de inversiones extranjeras en España o de inversores españoles en el extranjero, así como a asesores de empresas con proyección al mercado exterior, y tienen como finalidad, según reza literalmente en alguno de sus programas: “aprovechar las oportunidades que permitan mejorar la eficiencia fiscal”, “conocer las estrategias, herramientas y esquemas propios de la planificación fiscal internacional, así como las medidas antielusión fiscal más relevantes, la fiscalidad de los países emergentes y los regímenes de fiscalidad privilegiados de mayor interés en la actualidad”.
Posibles incompatibilidades
Además, la asiduidad con la que muchos de estos funcionarios participan en este tipo de cursos, a veces en horario matinal, podría ser constitutiva, en su caso, de infracción de la Ley de Incompatibilidades, que exceptúa del severo régimen de incompatibilidades a la docencia sólo cuando sea “ocasional”. Y a este respecto, en el portal de la transparencia del Gobierno de España no aparecen reseñadas las siglas de estos altos responsables entre las compatibilidades concedidas.
En concreto, el máximo responsable de la ONFI es definido en uno de los foros en los que participa como “Inspector de Hacienda del Estado. Conferenciante habitual y profesor de la Escuela de la Hacienda Pública y de muy diversos, otros centros e instituciones”.
Por ello, los Técnicos exigen a la Inspección de los Servicios del Ministerio de Hacienda que investigue el centenar de cursos organizados por entidades privadas, entre los que figuran las grandes consultoras tributarias en los que altos responsables de la AEAT y del Ministerio han podido informar de los criterios, prácticas tributarias y proyectos normativos. Igualmente, exige que averigüe el número e identidad de los “alumnos” que han asistido y si se han formulado preguntas o consultas relacionadas con la problemática fiscal de sus clientes.
Además, para el colectivo esta elevada actividad docente de los altos cargos sirve para “engrasar” las puertas giratorias, al coincidir en la mayoría de cursos con los socios de consultoras y grandes empresas -muchos de ellos también fueron altos cargos en su día-, en las que posteriormente acaban prestando sus servicios muchos de estos funcionarios.
Gestha, que considera imprescindible acabar con esta tóxica práctica, abordará mañana viernes día 31 en la Asamblea que reúne a los representantes de los Técnicos de Hacienda la petición al Congreso de los Diputados de una regulación legal que restrinja la proliferación de esta clase de cursos.