Los compradores online ya pueden probar productos como gafas o ropa antes de comprarlos, o incluso cómo quedaría un coche nuevo aparcado en la puerta de su casa. Pero, según Sheryl Connelly, gerente de Tendencias Globales y de Futuro de Ford, pueden acabar viéndose sobrepasados por una excesiva capacidad de elección que lleva al “dilema de la decisión”. “Con Internet, los consumidores se enfrentan a abundantes opciones entre las que elegir, lo que afecta a su actitud hacia el compromiso”, asegura Connelly. “Los productos y servicios se están adaptando para ajustarse a una ‘sociedad de la muestra’ que prioriza probar por encima de comprar”.
El mayor desencadenante de ventas de vehículos, después de los factores relativos al precio de compra, es “puramente emociona” y la prueba de vehículo puede ser una “primera cita” crucial para el comprador y su posible próximo coche. Al permitir a los usuarios probar diferentes modelos en un lugar y momento que les venga bien –y durante todo el tiempo que quieran- la realidad virtual permitiría también que los usuarios tengan una idea mucho más clara del coche que quieren antes incluso de pisar un concesionario. Incluso podría permitir a los usuarios experimentar el olor a coche nuevo de su vehículo favorito.
Ford está explorando actualmente el potencial de diversas tecnologías de realidad virtual y aumentada para desplegar hologramas digitales en entornos reales que podrían permitir a lo largo de la próxima década que la gente interactúe con todos los aspectos de un producto según sus necesidades. “Prevemos que un día un usuario podría identificar el modelo en el que están interesados, desde el color exterior al acabado exacto del interior, y el tiempo y lugar que les gustaría simular. Ese escenario podría ser recreado a medida”, dice Nowak. “Realmente no hay límite a la cantidad de detalle. Las posibilidades son ilimitadas”. Ford ya realiza un amplio uso de la realidad virtual en los procesos de diseño. Unas instalaciones de última generación dentro del estudio de diseño de la compañía en Colonia (Alemania) permiten a los diseñadores experimentar un vehículo de manera completa sin la necesidad de un prototipo físico. Esto hace posible que perfeccionen el aspecto de los materiales de alta calidad y de los acabados de manera más rápida y eficiente. Para el nuevo Fiesta, los diseñadores pudieron probar y confirmar la ubicación de los controles del vehículo, la distribución del panel de instrumentos y la posición de los asientos. “La gente decide en tres minutos si les gusta o no un producto, y ocurre lo mismo con los coches”, cuenta Amko Leenarts, jefe de Diseño Interior Global. “Desde el momento en que entras en el coche, estableces conexiones con el olor, el tacto de las superficies o el sonido de la puerta del coche al cerrarse, y es algo muy poderoso que nosotros, como diseñadores, podamos ayudar a crear la experiencia perfecta para el usuario”.