Los padres de bebés españoles gastan entre 100 y 350 euros en la compra de juguetes durante el primer año de vida de sus hijos. Así lo ratifica el 64,10% de los encuestados en el estudio sobre hábitos de juego de bebés elaborado por Imaginarium. Además, si bien el 77,53% recurre al asesoramiento profesional para tomar la decisión de compra, el 32,8% reconoce que la compra de juguetes representa entre el 5 y el 10% del presupuesto total de los gastos del bebé en su primer año de vida.
Por otro lado, aunque el presupuesto destinado a la compra de juguetes es limitado, los padres son consumidores conscientes y selectivos, y el 36,70% considera que la calidad y la seguridad son cualidades imprescindibles en los juguetes que adquiere y que prima frente a otras como la diversión, elegida únicamente por el 15% de los encuestados, la estimulación de habilidades motrices (30%)o el desarrollo de la imaginación (18,20%).
Además, cerca del 74% tiene presente como criterio de compra que sean juguetes que permitan estimular las habilidades y capacidades que quieren que sus bebés desarrollen en un futuro, siendo los de tipo sensorial en los que más invierten como los cubos de actividades y encajables, elegidos por el 26,30%, seguidos de los juegos de música (18%), las áreas de juego baby fitness (15,60%), productos de baby care como los sonajeros (11%), las mano marionetas (10,10%), los vehículos (9%), artículos de atmósfera como proyectores (4,7%), peluches (3,2%) y otros como libros de actividades o muñecos que representan el 2,10% del total.
Entre los dispositivos que los niños usan para jugar, también se encuentran los Smartphones, algo por lo que el 68,23% de los padres reconoce estar preocupado. Sin embargo, cerca del 20% presta su teléfono móvil a sus hijos con edades entre 0 y 2 años. Si nos ceñimos a la franja de edad de 0 y 6 meses solo el 7,6% permite a sus hijos jugar con estos dispositivos, pero la cifra se dispara cuando los niños superan el año y medio, alcanzando el 53,14%.
Con respecto a las situaciones de uso de estos dispositivos móviles, el 26,8% afirma tener una actitud restrictiva y casi nunca deja que sus hijos e hijas manipulen el móvil y un 19,7% nunca deja que jueguen con él. En contraposición, el 53,7% permite que sus hijos se distraigan con el móvil en situaciones cotidianas siendo las dos primeras los trayectos en coche (15,40%) y, durante la hora de la comida (14,60%), momentos en los que los padres requieren que los bebés estén más entretenidos. Otras situaciones en las que se reconoce que también les dejan el smartphone son: las tardes (7,40%), cuando lo piden (4,4%), en las reuniones con amigos (3,90%), cuando lloran, antes de dormir (3,50%) o cuando van en el carrito (1%).
Sonia Pérez, pedagoga y responsables de comunicación en Imaginarium: “Los juguetes sensoriales conforman el primer acercamiento al aprendizaje cognitivo de los niños y niñas con edades comprendidas entre los 0 y los 24 meses. A través del juego los bebés no solo estimulan su desarrollo sensorial, también es una herramienta idóneas para su crecimiento mental y emocional, ya que les permiten disfrutar de experiencias tangibles que son necesarias para su desarrollo óptimo, así como para aportarles sensación de bienestar y felicidad”.