La estrategia seguida por la socimi desde su nacimiento empieza a dar sus frutos. Desde un inicio, Quonia, encabezada por su consejero delegado Enric Pérez, se marcó como estrategia la identificación de actividades económicas que fueran más resistentes a los ciclos económicos. Apostó por diversificar su cartera en 3 actividades: turismo, educación y retail, destinando aproximadamente un tercio de sus inversiones a cada una de ellas.
Según la última tasación de la cartera de inmuebles de Quonia, realizada por la firma Ernest & Young, la socimi ha conseguido revalorizar hasta un 31% el valor de sus activos respecto al valor neto contable. Esto se ha producido gracias a la amplia experiencia del equipo gestor en el sector inmobiliario, tanto en la rehabilitación como en la gestión patrimonial.
De su cartera de propiedades, los inmuebles de la calle Balmes núm. 166 y n. 45, ambos en Barcelona, ya han sido completamente rehabilitados, mientras que el edificio ubicado en el Paseo Joan de Borbó núm. 66 iniciará y finalizará las obras de rehabilitación este mismo año. La entrada en vigor de los nuevos contratos de arrendamiento de estos activos implicará un crecimiento de los ingresos de Quonia de un 150%, un porcentaje que la compañía prevé que al cierre de 2017 supondrá unos ingresos anuales de 3,0 millones de euros.
Quonia ha cerrado 2016 con una deuda financiera neta de 22,3 millones de euros, un LTV del 36% y unos fondos propios de 33 millones de euros. Según valoraciones internas, la compañía sitúa el valor de su acción entre 1,83 y 1,93€. De cara al 2017, la socimi espera seguir creciendo, aprovechando todos los mecanismos que les ofrece el MAB y aumentar así su cartera de inmuebles.