Existen varias causas que “justifiquen” ese aumento de rendimiento, como esla utilización del sistema BlueInjection de Opel, con Reducción Selectiva de Catalización (SCR) que elimina los óxidos de nitrógeno del sistema de escape del motor. Para ello se usan pequeñas cantidades de AdBlue, un líquido inocuo mezcla entre agua y urea, en el flujo de gas delante del sistema SCR y por debajo del filtro de partículas DPF. La solución se convierte en amoníaco NH3 que es absorbido por el catalizador SCR. El óxido de nitrógeno NOx del escape se reduce entonces selectivamente a nitrógeno inofensivo y vapor de agua en una reacción química con el amoníaco. El líquido AdBlue se almacena en un tanque que se debe recargar periódicamente a través de la boquilla situada en la misma tapa de llenado de combustible.
Como es lógico, con el aumento de potencia del nuevo motor, las prestaciones son superiores, ahora la velocidad punta se sitúa en los 225 km/h y la aceleración de 0 a 100 Km/h en los 9 segs. Los elementos claves en el aumento de prestaciones los encontramos en la cámara de combustión de nuevo diseño, en un sistema de admisión con un nuevo contorno y un nuevo sistema de inyección que trabaja a 2.000 baros de presión y puede soportar hasta 10 pulsos de inyección por ciclo y un turbo de geometría variante VGT con un respuesta un 20% más rápida unido a un nuevo módulo de recirculación de gases de escape EGR refrigerado por agua. Entre las soluciones técnicas que incorpora también destacan, la nueva culata hecha completamente de aluminio, con cubierta de plástico y una junta de estanqueidad, que permite atenuar el ruido del motor. La inyección de combustible optimizada también ayuda a reducir algunos decibelios, atenuar vibraciones y una suavidad de marcha más lograda. Ya que hablamos de vibraciones, la rebaja de éstas en un 83%, se debe también a un nuevo equilibrador, formado por dos ejes que giran en sentido contrario y que compensan las vibraciones secundarias de la mecánica. El cárter es de nuevo diseño y está fabricado en dos piezas: una bandeja metálica inferior y una sección superior hecha de aluminio fundido a alta presión. La combustión optimizada también permite mejorar los mencionados niveles de ruido y vibraciones.
Para terminar con esta descripción “mecánica” con la que hemos querido dar a entender las posibilidades de este motor y la modernísima tecnología que en él se ha aplicado, digamos que el turbo de geometría variable (VGT) es de nuevo diseño y cuenta con un accionador eléctrico para la turbina de incidencia variable que ofrece una respuesta de sobre presión un 20 por ciento más rápido que un actuador de vacío. La arquitectura del turbo de geometría variable y el intercooler es más compacta para minimizar el volumen de aire entre el turbocompresor y el motor, contribuyendo al aumento de la presión de sobrealimentación mucho más rápida. Para mayor durabilidad, el turbocompresor está refrigerado por aire y además cuenta con un filtro de aceite específico para reducir el desgaste de su sistema de rodamientos. Acompañando a este nuevo motor, Opel ha querido en esta versión probada, montar una caja de cambios automática de 6 velocidades que se ha mostrado sumamente eficaz y muy suave de funcionamiento, ya que hay que pisar a fondo para poder notar las sucesivas marchas, ya que en una conducción “normal” apenas si se notan. Las relaciones están muy bien estudiadas y el coche no pierde apenas inercia, al ir cambiando “hacia arriba” y reduce con la misma suavidad cuando se necesita una rápida recuperación.
Por lo demás el Insignia es el magnífico coche medio alto que ya conocemos y que tuvo un pequeño reestyling hace meses. Un coche que, como la propia Opel califica, es el mejor modelo fabricado por la marca y desde luego no le falta razón. Es un coche al que apenas se le pueden sacar defectos. Exteriormente, no es ni muy grande ni desde luego pequeño, su interior ofrece espacio más que suficiente como para que cinco personas viajen con su equipaje con suficiente comodidad. Su diseño, a excepción de la clásica calandra de Opel, es distinto a los típicos modelos de la marca hasta el lanzamiento del Insignia. Un frontal, quizás demasiado sencillo al que le falta algo de agresividad, dispone de una buena iluminación debido a la utilización de leds, incluida la luz de día, mientras que lateralmente sus formas de familiar le dan un atractivo empaque, con una inclinada tercera ventanilla, que deja adivinar una luneta igualmente inclinada, lo que le hace parecer casi un coupé con forma de break. La trasera, con una generosa banda cromada uniendo los igualmente grandes grupos ópticos, resulta muy conseguida y moderna. Un enorme portón, de accionamiento eléctrico, da acceso a un maletero de 540 litros de capacidad, que pueden ampliarse hasta los 1.530 litros, si se abate el asiento trasero, que queda prácticamente al mismo nivel que el piso de aquel, ofreciendo una superficie prácticamente igual al de una furgoneta. Es de destacar los grandes grupos ópticos de señalización que aparecen en el marco del portón al abrir éste.
El interior es mucho más creativo que el de modelos precedentes, sobre todo en el atractivo salpicadero, muy ergonómico y dirigido al conductor y huyendo de las líneas muy horizontales de modelos anterirores, prolongándose además en su extremos por las puertas delanteras, con lo que queda un copick muy envolvente y atractivo. Las salidas de aire, la gran pantalla multifunción o el propio cuadro, están muy bien situados para facilitar la conducción, quedando todo muy a mano. El puesto de conducción no plantea el más mínimo problema y cualquier persona se puede adaptar a él en cuestión de segundos. El equipamiento es muy completo, tanto en elementos de seguridad, como en los que se refieren a la ayuda a la conducción, no echándose de menos apenas nada de uso hoy día común para un coche de su categoría. Lo que sí es importante señalar es el buen ajuste de los distintos elementos del habitáculo. Los plásticos, las inserciones de aluminio, piel, etc., encajan perfectamente y como el motor apenas vibra, en el habitáculo del Insignia reina el silencio, aunque se circule por zonas bacheadas.
Otra característica del Insignia que ya hemos señalado en las pruebas de las distintas versiones que “han caído en nuestra manos”, es su excelente comportamiento. Las suspensiones, con el típico McPherson en el eje delantero y a base de paralelogramo deformable en el trasero, sujetan el coche perfectamente en todo tipo de trazados. Fiel a los requerimientos de la dirección, eficaz en las zonas más viradas o capaz de mantener cruceros muy altos en las más despejadas, el Insignia es un coche que transmite seguridad en cualquier circunstancia, lo que unido al nuevo motor, le convierte en una opción más que interesante para aquel que quiera prestaciones, comodidad, equipamiento, consumo contenido……….etc. y un precio razonable.