Jueves 27 de abril de 2017
Según el informe Expectativas 2017, elaborado por Deloitte, la inversión hotelera vuelve a alcanzar, por segundo año consecutivo, 2.000 millones de euros. Esta tendencia seguirá previsiblemente en 2017.
El turismo español atraviesa un momento histórico, lo que le sitúa como una de las mayores industrias turísticas a nivel mundial, según se desprende de los resultados del informe “Expectativas 2017: The Experience Revolution”, elaborado por Deloitte, en el que se analizan las tendencias y previsiones del sector.
Este estudio, en su novena edición, además incorpora la visión de Deloitte sobre los temas de actualidad que mayor impacto tienen en el turismo, como es la ciberseguridad, la economía colaborativa, la robotización en el sector o las repercusiones derivadas del Brexit.
Inversión hotelera
Entre los principales indicadores que confirman la buena salud del sector turístico, la inversión hotelera volvió a alcanzar, en 2016, los 2.000 millones de euros por segundo año consecutivo, lo que consolida a esta industria como un sector atractivo para los inversores.
Los expertos esperan que esta buena tendencia continúe, apoyada por unas buenas perspectivas económicas de los principales mercados emisores: Reino Unido, Francia y Alemania.
Asimismo, por tipología de inversor, los vehículos de inversión inmobiliarios (SOCIMIS, REITS y fondos especializados) han sido en 2016 los más activos, concentrando cerca del 48% del volumen total de inversión.
Por geografía, Madrid ha sido la región que ha registrado mayor volumen de inversión, concentrando el 43% del total, seguida de las Islas Canarias y Cataluña.
En este sentido, los inversores siguen mostrando interés en otras ciudades que son consideradas muy atractivas por su componente urbano-vacacional y business-leisure, aunque la actividad ha sido más reducida.
El sector, mejor de lo esperado para los CEOs
El buen momento del turismo en España se refleja en los resultados de la encuesta del informe Expectativas 2017, llevada a cabo por Deloitte entre CEOs de las empresas más relevantes del sector turístico. Si bien el sondeo del año pasado mostraba la confianza de estos directivos en el crecimiento de la industria, un 73% de los encuestados considera que la evolución del sector en 2016 ha sido mejor o mucho mejor de lo esperado.
Estas positivas perspectivas se constatan también en que, para cerca del 60% de los encuestados, las expectativas de crecimiento económico en España son más favorables que a nivel global, lo que repercutirá positivamente sobre el desarrollo del sector turístico.
Asimismo, en lo que respecta a 2017, para el 28% de los CEOs el presente año mantendrá el nivel de crecimiento de 2016. Estas previsiones son todavía más halagüeñas para el 67% de los encuestados, quienes indican que 2017 será todavía más positivo.
Por otro lado, los resultados de la encuesta manifiestan un convencimiento general de que el segmento de ocio y el segmento de negocio crecerán, al menos, como en 2016. En este sentido, más de un 60% de los directivos espera superar ese crecimiento y que 2017 retome la expansión sostenida del turismo ejecutivo y consolide la buena tendencia del turismo por ocio.
Estrategia digital y personalización, prioridades del CEO
El informe Expectativas 2017 recoge las principales tendencias en el sector turístico y las preocupaciones de sus directivos. Entre éstas, casi la mitad de los encuestados, un 40%, destaca como principal reto “acelerar la estrategia digital”, un punto que se repite con independencia de la actividad de la compañía.
En segundo lugar, un 35% de los CEOs encuestados señala como reto “acelerar en una mayor personalización de la propuesta de valor”.
En tercera posición se sitúa “entender las implicaciones y preparar a la compañía para tomar ventaja de las tecnologías exponenciales (Big Data, inteligencia artificial, robótica…)”.
Por otro lado, el informe de Deloitte recoge las palancas de valor y su importancia, siendo la mejora del margen operativo la más importante para los ejecutivos.
Todo ello, pone de manifiesto la importancia para las compañías de proteger la rentabilidad, lo que es una clave que sustenta su liderazgo y su capacidad para competir a largo plazo.
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