De manera muy especial, se resalta que las mujeres protagonizaron la mayor revolución social de nuestra Era, trayendo consigo niveles de prosperidad, libertad y felicidad nunca antes alcanzados. Por ello, según se proclama en la citada Declaración, ahora más que nunca, “cuando la crisis y el retroceso económico y social pone en peligro muchos de aquellos logros, aquella revolución de las mujeres ha de continuar”.
En palabras de Emma Jiménez, la fundadora de Fundación Mujeres Felices e impulsora del Foro, “aunque ha habido grandes avances en los países más desarrollados, todavía nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad de género”. En las jornadas del Foro se resaltaron ejemplos como la brecha salarial del 24% entre hombres y mujeres, o cómo la falta de conciliación laboral afecta principalmente a las mujeres, con un 58% que deben aparcar o renunciar a su carrera profesional por la maternidad. Pero, también según Ruth Jiménez, la conocida presentadora de TV y portavoz de Fundación Mujeres Felices, “la revolución de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades, ni siquiera llegó a muchos países, en donde la mujer sigue siendo discriminada y privada de sus derechos”. Países en los que, por ejemplo, se practica de forma masiva la mutilación genital de las niñas, por cuya erradicación trabaja activamente la Fundación Mujeres Felices o en los que las mujeres no pueden ni siquiera trabajar sin permiso de sus maridos.
Por todo ello, como culminación del Foro de Mujeres del Tercer Milenio, la propia Ruth Jiménez, acompañada de la adolescente Arlet Puertas Jiménez, como representante de las mujeres nacidas en el actual milenio, leyeron una Declaración final en torno a los cuatro grandes centros focales de actuación para este nuevo movimiento social de las mujeres.
El primero de los puntos del texto trata sobre los “siglos de discriminación, maltrato y violencia contra las mujeres” y de la defensa de la valorización social del papel de la mujer en la sociedad. El segundo apartado de la declaración promulga “la protección de los derechos de las niñas de todo el mundo” para facilitar su acceso a la educación y que no deban someterse a matrimonios forzados o prácticas como la mutilación genital. La tercera parte de la declaración versa acerca de “las injusticias que limitan el desarrollo del potencial femenino”, tales como la brecha salarial, el techo de cristal o el mobbing maternal. El cuarto y último punto del manifiesto, se refiere al papel de las mujeres para poner fin a “la injusticia social, la pobreza, los conflictos y las guerras”.
Los citados cuatro puntos convergen en una declaración que promueve la unión de hombres y mujeres para enfrentarse “ante cualquier forma de discriminación o maltrato, por la protección de las niñas y los niños, por la igualdad de derechos y oportunidades, por la justicia social, la paz y el cuidado y respeto a toda forma de vida en el planeta”.
La presidenta de la Fundación Mujeres Felices y promotora del Foro, Emma Jiménez explica que “El mundo evoluciona si mujeres y hombres tienen los mismos derechos. Si hay países donde las mujeres son oprimidas, abusadas, mutiladas y asesinadas, no hay progreso y no hay humanidad. La igualdad de oportunidades para las mujeres es el camino de una sociedad que avanza en la justicia y la libertad. Conseguirlo es responsabilidad de tod@s”.
Premios enfemenino – Mujeres del Tercer Milenio
En el contexto de las jornadas de trabajo del Foro, se hizo entrega de los Premios enfemenino – Mujeres del Tercer Milenio, un reconocimiento a mujeres excepcionales por la fuerza y el talento de su éxito profesional, así como su sensibilidad y su compromiso social.
Penélope Cruz se alzó con el premio Mujer Tercer Milenio por su conciencia social, su gran profesionalidad y su entrega a mejorar la vida de los más desfavorecidos. Las otras premiadas en la ceremonia fueron:
Tod@s Somos Una, campaña solidaria
El Foro Mujeres Tercer Milenio es un evento para la reflexión y el debate en torno a los desafíos de la mujer en el mundo laboral, personal y familiar, pero también tiene un fuerte componente solidario.