Para la elaboración de este estudio, 1.400 jóvenes de entre 6 y 18 años han sido encuestados con el objetivo de conocer sus necesidades y usos reales en materia financiera, implicando a su vez a profesores, padres y voluntarios profesionales. Esta muestra cuenta con una importante dispersión territorial, contando con jóvenes y niños de Madrid, A Coruña, Bilbao, Murcia, Pamplona y Toledo.
El estudio se completa con una propuesta de marco educativo adaptado a cada etapa que compone la educación obligatoria, que pueda apoyar a docentes y entidades involucradas en la impartición de educación financiera.
¿Por qué es importante la educación financiera?
Que la población en general y los jóvenes en particular tengan una buena cultura financiera se ha convertido, especialmente tras la reciente crisis económica de origen financiero, en un objetivo para el bienestar de la sociedad.
Según el informe PISA, España vuelve a encontrarse por debajo de la media (489), con una puntuación de 469. 15 puntos menos que en la pasada edición, donde se tenía en cuenta a 13 países y no a 10 como en esta ocasión. Según los datos presentados por el informe, uno de cada cuatro adolescentes españoles de 15 años (exactamente, un 24,7%) no llega al nivel mínimo de competencia, lo que significa que no puede interpretar o entender una factura, reconocer la diferencia entre lo que se quiere y se necesita o tomar decisiones sobre gasto cotidiano.
En base a este contexto, Junior Achievement, MetLife y la Universidad de Murcia, han desarrollado este estudio, con la convicción de que dotar de formación financiera a los jóvenes promueve y apoya el desarrollo de ciudadanos responsables y libres, con capacidad de tomar decisiones financieras de forma prudente y acertada.
¿Qué saben nuestros jóvenes sobre finanzas?
La encuesta llevada a cabo en alumnos de primaria y secundaria ha permitido extraer interesantes conclusiones sobre las necesidades de los jóvenes de nuestro país en cuanto a conocimientos financieros. Para ello, se han tenido en cuenta distintos parámetros, como la percepción de una paga, la previsión y comparación en las decisiones de compra, o el uso de la telefonía móvil, las tarjetas o las compras por internet, y de cuyas respuestas se han extraído las siguientes conclusiones:
Edad:
Sexo:
En líneas generales, los análisis realizados confirman que el colegio al que asiste el joven tiene un relevante efecto tanto en su nivel de conocimiento financiero como en todas las actividades analizadas por medio de la encuesta.
La sugerencia final de este informe es que se combinen las edades de inicio de determinadas actividades o comportamientos, para determinar los contenidos que previamente se consideran deseables, con la evidencia científica sobre actividades y programas de estimulación de las habilidades no cognitivas de los jóvenes para lograr una eficacia aumentada y de mayor recorrido en el tiempo. Estas últimas acciones mejorarían el sustrato sobre el que se depositan los conocimientos, permitiendo un desarrollo cognitivo, emocional y social más adecuado de los jóvenes y, por tanto, haciendo más probable que los contenidos impartidos sean abrazados de forma significativa por los jóvenes.
Propuesta de Marco Educativo
Toda la información extraída del estudio previo ha resultado esencial para definir un programa de educación económica y financiera eficaz, que contribuya a reforzar aquellos conocimientos y, sobre todo, aquellos valores, actitudes y hábitos de comportamiento que ayudarán a los jóvenes a tomar decisiones económicas y financieras de manera consciente y razonada, con previsión de las consecuencias presentes y futuras de las mismas.
La metodología pretende trabajar los contenidos de forma gradual y progresiva a lo largo de las diferentes etapas de la educación obligatoria. En este sentido, los contenidos competenciales se han diseñado en base al proceso evolutivo de los menores.
El marco está diseñado para ayudar a docentes y entidades interesadas a impartir educación financiera. Su uso puede realizarse de manera flexible, ya que aunque se proponen determinadas pautas específicas para cada edad, en función de las características del alumnado, puede resultar necesario adaptar la secuenciación de contenidos.
Junior Achievement expone el marco educativo dividido en cuatro temas centrales que servirán de pilares para la progresión de los aprendizajes:
Esta propuesta didáctica determina además que el aprendizaje de habilidades no cognitivas (atributos, disposiciones, habilidades sociales, actitudes, capacidades y recursos personales independientes de la capacidad intelectual) durante la educación obligatoria de manera trasversal es necesaria para la consecución de los contenidos financieros. En este sentido, habilidades como la planificación, la perseverancia, la postergación de recompensas, la atención y el esfuerzo entre otras, deben de estar presentes en el desarrollo de las actividades en el aula de este marco educativo.