En 2015 Volvo se convirtió en el primer fabricante occidental que exportó a EE. UU. un vehículo premium fabricado en China: el S60 Inscription. En noviembre del año pasado, Volvo comenzó a fabricar en Daqing versiones de alta gama de su S90 con destino a la exportación global y pronto fabricará allí todos los vehículos S90 de la gama con idéntico destino. Además de reducir el tiempo de espera de los clientes, el ferrocarril es una opción más inteligente en cuanto al impacto medioambiental de las operaciones logísticas. En la misma distancia, las emisiones de CO2 por tonelada/km se reducen un tercio en comparación con el transporte marítimo. En este caso el ahorro será aún mayor, ya que la distancia es más corta. Cada uno de los trenes exclusivos de Volvo que viajan de Daqing a Zeebrugge transporta unos 225 vehículos en unos contenedores especialmente diseñados.
En cada contenedor viajan tres vehículos colocados en diferentes ángulos para aprovechar al máximo el espacio interior. Unas fijaciones especiales garantizan que los automóviles estén bien sujetos y no se muevan durante el transporte. Inicialmente los trenes saldrán de Daqing una vez a la semana, aunque se prevé que esta frecuencia aumente con la demanda. Los primeros S90 llegarán a Zeebrugge el 31 de mayo, en la misma semana en la que el primer ministro chino Li Keqiang visitará Bélgica. Durante su visita, Li Keqiang tiene previsto reunirse con el presidente de Volvo Cars, Li Shufu, y el CEO Håkan Samuelsson.