Motor

Rubén Gracia y Diego Vallejo cruzan la meta con su Mitsubishi Montero

Objetivo cumplido en el Dakar

Mariano García Viana | Lunes 18 de enero de 2016
El Rally Dakar 2016 ya es historia. Los hombres del Mitsubishi Spain Team Powerade dieron de sí lo máximo durante su disputa. Y obtuvieron su premio. Finalizar su exigente recorrido en la primera ocasión en que el piloto de Guadarrama tomaba parte en la prueba, y hacerlo con una solvencia más que destacable, no hace sino refrendar la calidad de este proyecto. Posición 41ª final, 2ª en la categoría T3 para el madrileño y el gallego, un excelente resultado para un proyecto que nació bien y que promete objetivos importantes.



Es innegable que esta carrera tiene algo especial, muy especial. Al margen de lo deportivo, con un inmejorable escaparate mundial de pilotos y máquinas, el Dakar y lo que lo envuelve tienen aún ese componente de aventura que le significan como una actividad incompatible con lo racional, pero que engancha. Sin duda alguna que engancha. Es difícil explicar a quien no lo vive desde dentro el enorme desafío que significa, planificar, participar y ya como colofón, conseguir finalizar una prueba como esta.
Quince días después de comenzar allá por Buenos Aires, el Dakar 2016 concluye por fin en la ciudad de Rosario. De por medio, una inimaginable amalgama de imponderables de todo tipo para sortear en busca del objetivo final.

Después miles de kilómetros recorridos a través de pistas de todo tipo, de alcanzar cotas de hasta 4.600 metros, de pasar en horas del frío y la niebla de Uyuni al extremo calor de Belén, de experimentar en sus propias carnes jornadas de 16 horas al volante; después de todo ello, el objetivo planteado a priori se consiguió con creces. Merced a una regularidad y una efectividad arrolladora, Gracia y Vallejo quemaron etapa tras etapa prácticamente como un reloj, con la una única espinita de la duodécima. Hasta ese crucial momento, lideraban con cierta comodidad la categoría T3, apuntando hacia un triunfo casi asegurado que hubiera colmado plenamente sus expectativas de no mediar esa casual rotura mecánica. Pero esto es el Dakar. Aquí todos sufren problemas de una u otra índole. Saber gestionarlo con entereza, reponerse a las contrariedades y adaptarse a las circunstancias es el signo de identidad de todo buen dakariano. Y en este aspecto, los miembros del Mitsubishi Spain Team Powerade estuvieron sencillamente sobresalientes. Visiblemente emocionado, así lo expresaba el piloto Rubén Gracia al término de la prueba junto al deseado pódium de Rosario.

Rubén Gracia: “Hoy fueron los 180 Km más largos que he disputado en mi vida. La especial tenía similar fisonomía a las de los primeros días, completamente embarrada por las continuas lluvias. Nuestros Mud Terrain de BFGoodrich se comportaron una vez más estupendamente otorgándonos una total confianza sobre un terreno que estaba bastante delicado. Cruzar el arco de meta a bordo de nuestro Mitsubishi Montero ARC es una de esas sensaciones que quedará para siempre en mi memoria. Es la liberación de la presión acumulada a través de un año de intenso trabajo. Soñé con esto algún día y se ha cumplido. Por mucho que me hubieran contado, no hay nada comparable a experimentarlo en primera persona. Ahora ya sabemos lo que es esto y estamos inmensamente felices de conseguir el objetivo planteado.”

La posición 41ª obtenida por el equipo puede considerarse como un excelente resultado. Las ocho o diez posiciones cedidas con el infortunio de la duodécima etapa no son sino anecdóticas, pues el objetivo planteado no miraba en absoluto la clasificación general. En cambio, la segunda plaza en T3 podría tener un cierto sabor agridulce, habida cuenta de que el Mitsubishi venía liderando esta clasificación en la que se mostró consistente durante toda la competición. Líderes durante cuatro jornadas, cederla ante un piloto de la talla de Tim Coronel no ha hecho sino espolear al equipo en sana competencia. Acudir al Dakar y además competir por objetivos factibles. Poco más se puede pedir.

Como colofón, el madrileño Rubén Gracia expresa sus muestras de agradecimiento: “Son tantas las personas a quienes debo gratitud por mediar de alguna forma en esta nuestra gran aventura, que no querría dejarme a nadie. Empezaré por el equipo. De verdad, no hay palabras para describir su entrega, su abnegación y su efectividad en una actividad tan dura como lo es esta prueba y lo que ello conlleva. Hemos plasmado aquí el duro trabajo de todo un año. No puedo por menos que decirles que estoy orgulloso de todos y cada uno ellos. Mitsubishi realizó una apuesta arriesgada por este proyecto, y desde el momento que comenzamos a trabajar pusimos los cinco sentidos para no defraudar su confianza. Ellos dieron el primer paso, ese complicado paso que te abre el camino a continuar. Junto a ellos, Powerade, BFGoodrich, ARC-Racing, Promyges 4x4 y El Brillante de Atocha forman el grupo de patrocinadores cuya imagen nos enorgullece portar. A ellos, a todo el grupo de colaboradores técnicos, muchas gracias por haber hecho posible que mi sueño se hiciera realidad”.


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